Ya son dos los muertos por la caída del puente sobre el arroyo Acaraguá

Martes 15 de abril de 2014
La tragedia del puente Acaraguá tiene mártires con nombre y apellido. Tiene responsables que deberán rendir cuentas. y también héroes anónimos que arriesgaron sus vidas para salvar víctimas, como los muchachos que estaban jugando a la pelota y se lanzaron a las torrentosas aguas para llegar hasta el colectivo.
Héctor De Olivera viajaba en el Singer que se desplomó con el viaducto y sufrió lesiones leves. Su valentía permitió salvar la vida, al menos momentáneamente, de la pequeña Antonella De Lisboa, la beba de cinco meses que finalmente falleció ayer producto de un cuadro irreversible y se convirtió en la segunda víctima fatal.
La pequeña viajaba con su mamá Silvia De Lisboa (18) y su bisabuela Ema Veiga (73), que falleció el domingo. La familia reside en el barrio Evita de Villa Bonita, otra vez sacudida por el luto, ya que allí también vivía la mayoría de los tareferos que fallecieron en el accidente de Salto Encantado, en junio del año pasado.
Doña Ema, su nieta y bisnieta viajaban en la segunda fila y al momento del hecho la pequeña iba en el regazo de la bisabuela, sobre el pasillo del micro. Testigos del hecho relataron que la criatura salió despedida por una de las ventanillas rotas y comenzó a rodar por la pendiente del puente siniestrado.
Al caer fuera del Singer impactó su cabeza contra el asfalto y estuvo a segundos de caer al arroyo, cuando intervino De Olivera para rescatarla milagrosamente.
“Un montón de muchachos se tiraron al agua arriesgando la vida porque el arroyo está muy crecido, pero no tuvieron miedo. Lo más triste es que esto se pudo evitar. Los vecinos veníamos rogando que las autoridades arreglen el puente, pero no nos escucharon”, lamentó Sandra Hahn, que vive a pocos metros del lugar de la tragedia.
El domingo a las 14.30 tomaba mate en el corredor de su casa, de donde se observaba el puente, por lo que fue testigo directo del hecho.  “Para mí no fue un accidente, fue un atentado”, afirmó indignada. Contó que en diciembre los vecinos pretendieron realizar un piquete para llamar la atención de las autoridades sobre el estado del viaducto, pero “la Policía nos dijo que íbamos a tener problemas legales y la gente tuvo miedo”.
“Pero eso mismo, policías en ningún momento frenaron ni un solo colectivo ni camión cargado, y ahora le quieren culpar a los tabacaleros por el desastre. Sin ir más lejos, el viernes pasaron cinco camiones brasileños cargados como si nada”, aseguró.
Todavía conmovida por la magnitud del caso, comentó que usualmente viaja a Oberá y lo hacía con el mismo Singer. “Ahora me viene a la cabeza que el chofer me decía que tenía miedo de pasar porque el puente temblaba, y de verdad que se sentía”, graficó Hahn.

“El puente estaba parchado”
Como se informó en la víspera, ante el evidente deterioro que presentaba, en diciembre pasado la Dirección Provincial de Vialidad Provincial restringió la circulación del viaducto y sólo podían pasar vehículos livianos por una solo mano.
De todas formas, ante el inicio de la cosecha de tabaco, el miércoles de la semana pasada el organismo provincial habilitó el paso en forma temporaria para el transporte de cargas de hasta cinco toneladas, pero manteniendo la restricción total para la circulación del tránsito pesado “por el deterioro que presenta la estructura principal del puente”, indicaron a través de un comunicado de prensa.
Ahora, luego del desastre, se reiteran los testimonios que dan cuenta de una falta total de control sobre el paso y los mínimos arreglos que se hicieron sobre el mismo en los últimos meses.
Irineo Rambo, vecino de la zona, relató que horas antes pasó por el puente y le comentó a su señora que “esto, en uno dos días, se viene abajo. El puente estaba parchado con cemento en las cabeceras y cada día se estaba abriendo más. Es terrible lo que pasó, fruto de la negligencia total de las autoridades”.
Y agregó un dato escalofriante: “Si esto pasaba una semana antes o si hubiera hecho calor, íbamos a estar lamentando una tragedia muchísimo mayor porque cuando hace calor la gente va al arroyo y estacionan los autos y hacen asado abajo del puente”. Incluso, del lado de Alba Posse hay un camping que se extiende hasta las inmediaciones del viaducto.
“Una semana antes eso estaba lleno de gente. Gracias a Dios que este domingo hizo frío y el agua estaba muy crecida por las lluvias de la última semana. Ni había pescadores, sino hablaríamos de muchísimas más víctimas porque fue en plena tarde”, remarcó Rambo.
A las pocas horas del hecho, en tanto, entre los lugareños comenzó a rondar la versión de una pareja accidentada que transitaba en moto por el puente al momento del desplome, aunque hasta el momento se trata sólo de un trascendido. De todas formas, recién una vez que se retire la estructura siniestrada se podrá descartar la hipótesis.
El colectivo Singer era conducido por Samuel Nery, oriundo de Alba Posse, municipio que decretó dos días de duelo por los fallecidos en el hecho. El chofer se recupera en el Samic de Oberá, informaron.
La estructura se ubica entre las localidades de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón, y Colonia Acaraguá, en Alba Posse. Ahora, los habitantes de la zona y los medios de transporte que pretendan acceder a Oberá y zonas de influencia deberán transitar por la ruta Costera 2, vía Panambí, hasta la ruta Provincial 5, lo que implica un rodeo de 20 kilómetros más.
La construcción del puente colapsado data de 1958, aunque fue reinaugurado en 1970. De todas formas, los habitantes de la zona consideraron que en la última década se aceleró el deterioro debido a la cercanía de la planta asfáltica de la empresa Iecsa, que concretó la ruta costera 2.
“Durante años fue constante el tránsito de vehículos muy pesados y el puente se fue rajando”, coincidieron varias voces.
Con relación a los heridos internados en el hospital Samic de Oberá, entrada la tarde de ayer el director Héctor González, confirmó que son ocho pacientes, uno de ellos pediátrico. “El más grave es un señor mayor que sufrió fractura de cráneo y politraumatismos, pero se halla lúcido en terapia intensiva”, indicó.

Último parte
El Ministerio de Salud Pública informó anoche que continúan internados diez pacientes del accidente. De este total ocho están en el Samic de Oberá, uno en el hospital de Alba Posse y otro en terapia intensiva del Madariaga con pronóstico reservado. Se trata de Leandro Agustín Marchotti de 15 años.
Los pacientes en Oberá se recuperan de politraumatismo leves.
El herido en Alba Posse es un hombre de 33 años que sufrió contusión de rodilla y picaduras de abejas.
En tanto los últimos dados de alta del Samic de Oberá fueron: Cinthia Schulz, Irene Lager, Maximiliano Robe, Lucía Fustenau, Fabián y Gabriela Márquez.
En cuanto al tránsito vehicular se adelantó que en los próximos días se instalaría un puente provisorio, tipo Bailey.

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