El monumento a Juan Pablo II bajo la lupa
Martes 12 de diciembre de 2006
El escultor polaco Czeslaw Dzwigaj es considerado uno de los más grandes artistas sacros del mundo y es especialista en las representaciones del Papa Juan Pablo II.
Dzwigaj nació en Nowi-Wisnicz, Polonia, el 18 de junio de 1950. Allí terminó su liceo plástico. A los 23 años estudió escultura en la Academia Cracoviana de Bellas Artes, donde desempeña el cargo de profesor hasta hoy, y simultáneamente da clases de arte sacro en la Academia Papal Teológica de Cracovia.
Dirige talleres de escultura y cerámica y es Mariscal de la cofradía Kurkowa.
Es presidente del Consejo artístico en el Museo Fischer en Bognia.
Ha sido nombrado miembro comunal del Comité de restauración de monumentos, participando activamente en programa culturales de su país.
Proyectó y ejecutó más de 20 puertas monumentales en relieve para iglesias de toda Polonia y ha levantado varios Cristo Rey. Restauró interiores de iglesias, diseñó vitreaux y más de 600 medallas. Sus exposiciones son muy apreciadas por los amantes del arte y ha sido laureado con valiosos reconocimientos internacionales.
Es autor de cerca de 30 monumentos de Juan Pablo II. Fuera de la tierra natal del artista y del modelo, solo cuatro lugares en el mundo ostentan el privilegio de poder exhibir sus obras, Chicago (USA), Wyandotte (USA), Hannover (Alemania) y Posadas (en Misiones, Argentina).
Dzwigaj en Misiones: bronce único en Sudamérica
El escultor fue convocado por la Colectividad Polaca en Misiones para la creación del conjunto que se levanta en la rotonda de acceso al Puerto posadeño en homenaje al Papa Juan Pablo II y que constituye el único bronce alusivo de Dzwigaj en Sudamérica.
El Gobierno misionero impulsó oportunamente la implementación de la idea, gesto registrado en la placa colocada al pie del monumento, que inscribe al gobernador Carlos Rovira como miembro honorario de la institución, lo que sugiere relevante responsabilidad en el cuidado de la obra, no solo en su nombre sino en nombre de todo el pueblo.
Carta a un misionero
El escultor Dzwigaj mantuvo una amigable relación epistolar con el artista misionero Sergio Ortiz, quien nos acerca una de las cartas que recibiera de tan ilustre colega.
“Una vez más agradezco su amabilidad durante mi estadía en Posadas. De acuerdo con su pedido le envío un album sobre Cracovia en español, como así también algunas fotos de mis trabajos” se lee en la misiva, escrita en polaco, y traducida al español por el pintor Zigmunt Kowalski.
Finalmente adiciona una petición impostergable:
“Tengo un pedido, le ruego me envíe una fotografía del monumento a mi dirección”.
Restauración pendiente
“Para cumplir el pedido de Czeslaw Dzwigaj, y viendo el gradual estado de abandono de su obra, el 17 de junio de 2006, presenté una carta por Mesa de Entrada en la Secretaría Privada de la Gobernación alertando sobre urgentes tareas de limpieza y restauración a realizar en el monumento, lo que originó una entrevista con José Luis Alzarría, cuyos términos, bajo cierto manto de olvido, han quedado lamentablemente frustrados en elocuente inoperatividad, como contundente muestra del triunfo de la burocracia provincial sobre el verdadero sentido del cuidado del patrimonio artístico, que no es sino un mandato de la comunidad” cuenta el destinatario de tan importante pedido.
Dzwigaj nació en Nowi-Wisnicz, Polonia, el 18 de junio de 1950. Allí terminó su liceo plástico. A los 23 años estudió escultura en la Academia Cracoviana de Bellas Artes, donde desempeña el cargo de profesor hasta hoy, y simultáneamente da clases de arte sacro en la Academia Papal Teológica de Cracovia.
Dirige talleres de escultura y cerámica y es Mariscal de la cofradía Kurkowa.
Es presidente del Consejo artístico en el Museo Fischer en Bognia.
Ha sido nombrado miembro comunal del Comité de restauración de monumentos, participando activamente en programa culturales de su país.
Proyectó y ejecutó más de 20 puertas monumentales en relieve para iglesias de toda Polonia y ha levantado varios Cristo Rey. Restauró interiores de iglesias, diseñó vitreaux y más de 600 medallas. Sus exposiciones son muy apreciadas por los amantes del arte y ha sido laureado con valiosos reconocimientos internacionales.
Es autor de cerca de 30 monumentos de Juan Pablo II. Fuera de la tierra natal del artista y del modelo, solo cuatro lugares en el mundo ostentan el privilegio de poder exhibir sus obras, Chicago (USA), Wyandotte (USA), Hannover (Alemania) y Posadas (en Misiones, Argentina).
Dzwigaj en Misiones: bronce único en Sudamérica
El escultor fue convocado por la Colectividad Polaca en Misiones para la creación del conjunto que se levanta en la rotonda de acceso al Puerto posadeño en homenaje al Papa Juan Pablo II y que constituye el único bronce alusivo de Dzwigaj en Sudamérica.
El Gobierno misionero impulsó oportunamente la implementación de la idea, gesto registrado en la placa colocada al pie del monumento, que inscribe al gobernador Carlos Rovira como miembro honorario de la institución, lo que sugiere relevante responsabilidad en el cuidado de la obra, no solo en su nombre sino en nombre de todo el pueblo.
Carta a un misionero
El escultor Dzwigaj mantuvo una amigable relación epistolar con el artista misionero Sergio Ortiz, quien nos acerca una de las cartas que recibiera de tan ilustre colega.
“Una vez más agradezco su amabilidad durante mi estadía en Posadas. De acuerdo con su pedido le envío un album sobre Cracovia en español, como así también algunas fotos de mis trabajos” se lee en la misiva, escrita en polaco, y traducida al español por el pintor Zigmunt Kowalski.
Finalmente adiciona una petición impostergable:
“Tengo un pedido, le ruego me envíe una fotografía del monumento a mi dirección”.
Restauración pendiente
“Para cumplir el pedido de Czeslaw Dzwigaj, y viendo el gradual estado de abandono de su obra, el 17 de junio de 2006, presenté una carta por Mesa de Entrada en la Secretaría Privada de la Gobernación alertando sobre urgentes tareas de limpieza y restauración a realizar en el monumento, lo que originó una entrevista con José Luis Alzarría, cuyos términos, bajo cierto manto de olvido, han quedado lamentablemente frustrados en elocuente inoperatividad, como contundente muestra del triunfo de la burocracia provincial sobre el verdadero sentido del cuidado del patrimonio artístico, que no es sino un mandato de la comunidad” cuenta el destinatario de tan importante pedido.
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