Dejaron París y se maravillan con Misiones

Lunes 27 de noviembre de 2017 | 17:15hs.
Los Latinier en su paso por Jardín América. | Foto: Gentileza Rosamel Gómez

Una joven familia de franceses está recorriendo Latinoamérica. Ingresaron a través de Montevideo, Uruguay, y ahora disfrutan de los paisajes de la provincia de Misiones. Sus cuatro integrantes son Benoît Latinier, su esposa Camille (ambos de 29 años) su hija Charlie de 3 y su hijo Gaspard, de apenas un año, que aún se alimenta del pecho.


El 10 de noviembre pasado pusieron pie en el país con su casa rodante. Al ingreso lo hicieron a través de Gualeguaychú, por el puente internacional que une a esa ciudad con Fray Bentos, Uruguay. Ella es maestra de enseñanza primaria y su esposo es ingeniero en informática. Ambos parisinos decidieron dejar su cómoda vida de lado para adentrarse en esta experiencia única. Vendieron su departamento y dejaron de lado sus trabajos. En esta ciudad estuvieron aparcados frente a la plaza ‘El Principito’ ya que los padres necesitan ubicar un lugar en donde sus hijos pequeños puedan jugar e interactuar un rato con otros niños para no estar encerrados y aburridos en la casa rodante. Llamó la atención el cartel pintado que rezaba tanto en francés como en inglés: "Una familia alrededor del mundo", dijeron.

También pasaron por Santa Ana y San Ignacio y compartieron las crónicas de ese paseo en su web, donde además de las bellezas naturales destacaron la solidaridad de los locales.


Después anunciaron que seguirían el periplo por la ruta 12, dispuestos a maravillarse con las bellezas de Misiones, pero con el norte puesto en llegar a Puerto Iguazú, donde conocerían las Cataratas en compañía de un amigo canadiense, quien los esperaba allí.


“La idea es continuar, junto a él hacia el Pantanal de Brasil y posteriormente seguir a Santa Cruz, Bolivia”, señaló Benoît. De allí piensan volver a Argentina ingresando por La Quiaca para dirigirse por la ruta nacional 40 hacia Tierra del Fuego.


La decisión de dejar París la tomaron en diciembre de 2015 cuando estaban esperando a su nuevo bebé. “Queremos que nuestros hijos crezcan conociendo distintas personas y distintas formas de vida para ampliar sus horizontes al llegar a la adultez. Que no sientan ataduras de ningún tipo”, reflexionó él mientras ella se encargaba de preparar el almuerzo. Un poco en inglés y mucho en francés, dicen: “Un día nos despertamos con el impulso de irnos, de dejarlo todo. Este apartamento parisino, tan lindo pero demasiado pequeño para nuestra familia, que pronto crecerá. Esta gran ciudad tan poco adecuada para los niños y sus padres. Esos días tan ocupados que nunca terminan: entre el metro, el trabajo y el sueño. Si quieres alejarte por un tiempo de esta carrera día a día, permítete un paréntesis.” El recorrido se puede seguir en www.melmelboo-voyage.fr