El aeroclub abandonó la primera sede por inseguridad operativa

Jueves 1 de diciembre de 2005
Ahora, calle. | Los vecinos del ex aeroclub ganaron el espacio y ahora la pista terrada es un camino más del barrio. | Foto: Juan Carlos Marchak
El aeroclub de esta capital abandonó su primer e histórica sede para trasladarse a los hangares del viejo aeropuerto, por falta de seguridad operativa, desde que en los últimos años se multiplicaron las humildes  casas a lo largo de la pista de 750 metros de extensión.
Ahora, el aeroclub funciona en uno de los hangares que operan en el viejo aeropuerto, compartiendo las actividades de la Policía Aeronáutica y de Gendarmería Nacional, por lo que la tranquila vida de club, se convirtió en una constante rutina de vuelos programados, autorizaciones de rigor, controles diarios y mayor seguridad a la hora de emprender un vuelo hacia distintas partes de la provincia y el país.
"La vida social quedó de lado, pero bueno, estamos temporalmente aquí aunque hay posibilidades de quedarnos en este mismo predio pero con hangar propio", dijo Daniel Añais, uno de los integrantes de la comisión directiva del aeroclub, una de las instituciones más antiguas de Posadas.
El aeroclub se fundó en el año 1929 y siempre funcionó en la sede ubicada en el Sur de la capital, zona que con el paso de los años se denominó barrio Aeroclub, al final de la ruta 213, ahora avenida Alicia Moreau de Justo. Irónicamente, los asentamientos legales e ilegales, fueron el factor determinante para que la entidad civil debiera obligadamente abandonar los tradicionales hangares que utilizó desde la fecha de fundación hasta mediados de este año.

Cambios y mudanzas
El barrio del sur capitalino ahora debería llamarse ex Aeroclub, porque los galpones donde funcionaban los hangares son utilizados actualmente por logística de la Policía provincial, por lo que, en lugar de aviones, hay patrullas y camiones por doquier. Estos talleres, estaban ubicados en los galpones de la vieja estación de trenes, al lado del corralón municipal.
En el último año, la inseguridad operativa empezó a desbordar los ánimos de los pilotos profesionales, que habitualmente realizan vuelos particulares o contratados a distintos puntos de la provincia y el país. "No hace mucho, a poco de tocar pista, debí elevarme rápidamente porque había un niño en bicicleta y un perro, creo, increíble pero cierto...", recordó Rubén González Glaría, otro de los integrantes de la comisión, que al parecer empieza a recordar viejos problemas irresueltos durante años.
La inseguridad empezó a ser cada vez más palpable. Las casitas no cesaban de construirse a lo largo de la precaria pista terrada de 750 metros de extensión. "Antiguas  administraciones hicieron que el club empezara a vender terrenos lindantes, lo cual hizo reducir progresivamente las zonas de seguridad que deben tener todos los aeroclubes y aeropuertos", detalló González Glaría.
"El colectivo urbano hacía descender a las personas en un lugar donde sí o sí los pobladores tenían que cruzar el aeroclub y por el medio de la pista", continuaron relatando González y Añais.
Nada parecía resolverse y la comisión, presidida por Alberto Barnada, decidió concretar un acuerdo con la Policía de la provincia. Finalmente, el aeroclub cedió su primera sede al gobierno para que la Dirección de Logística funcione en los hasta entonces hangares y el club opere en los hangares del viejo aeropuerto donde también opera la Policía Aeronáutica de la Policía provincial.
"Si todo marcha como se previó, por ahí nos quedamos en este predio pero con hangar propio, que también se concretaría mediante acuerdos o comodatos, pero por ahora aquí tenemos seguridad absoluta y realmente estamos en medio de una rutina intensa y estamos con más contacto con la operatividad del aeropuerto", aseguró Añais.


Y la escuela de vuelo...
Debido al cambio impensado a comienzos de año, el aeroclub se quedó sin la habilitación para el funcionamiento de la escuela de vuelo, por estrictas razones de seguridad del nuevo sitio donde opera desde mediados de este año.
"Es simplemente hasta que se certifique que la infraestructura es segura para el funcionamiento de la escuela, creemos que pronto la recuperaremos", dijo esperanzado Añais.
El aeroclub cuenta actualmente con unos 200 socios entre activos y pasivos, posee cuatro avionetas propias, de las cuales una está fuera de servicio. La escuela de vuelo está promocionando entre dos y tres pilotos por año.