Convirtió su afición en una gran oportunidad de negocio

Viernes 18 de enero de 2013
Hernán Soto (32) es un emprendedor de Capioví. Durante el año trabaja como docente de música y es poco el tiempo que le dedica a la herrería artística. Pero durante el receso escolar, esa afición o hobby se convierte en una importante fuente de ingreso para su hogar y al que dedica la mayor parte de su tiempo. “Inicié hace unos cinco años con la comercialización. Antes aprendí en el taller de un amigo todo lo que es la soldadura y además, estudié en Córdoba diseño industrial. Esto siempre fue un hobby, algo que hago porque me gusta”, indicó Soto a El Territorio.
Sin embargo, “cuando la escuela termina tengo mucho más tiempo para fabricar desde pequeños adornos hasta juegos de mesa, candelabros, dormitorios, incluso rejas y portones, todo muy bien trabajado y diseñado. Cuando la gente hace el pedido, explica cómo quiere el producto y luego hago al menos seis diseños a escala para que el cliente elija cuál le gusta más”, contó el emprendedor y también maestro de música.
Asimismo destacó, la creciente demanda que existe. “Tengo muchos pedidos en toda la provincia, incluso a terminar en dos meses. Y es que son productos muy bien trabajados. Durante las vacaciones es cuando más trabajo tengo”, indicó.
Entre los productos que fabrica el emprendedor figuran pequeños accesorios en hierros, juegos de dormitorio (cama de dos plazas, dos mesitas de luz y dos veladores), juegos de living y de mesa (con 6 u 8 sillas); mesas para el teléfono, arañas de luz, portarrollos de papel y estructuras como escaleras, rejas, portones, entre otras producciones.
“En realidad de todo. Incluso tuve pedidos para hacer desde souvenirs  hasta los centro de mesas para cumpleaños, también realizo pozavinos que incluyen las copas”, añadió Soto.
“Si me dedicara completamente podría ser la principal fuente de ingresos, a la semana puedo ganar con esto unos 7 mil pesos. Incluso vendí algunas producciones a La Pampa, era una araña de luz”, destacó el emprendedor.
Con respecto a precios, Soto subrayó que dependen del tamaño del producto a fabricar y el diseño. “Son únicos. Se hacen varios diseños para que la gente pueda elegir”, dijo. Y agregó: “Un juego de dormitorio como el mencionado puede valer hasta 6 mil pesos, una araña de luz a 1600 pesos, un pozavino con seis copas incluidas puede estar entre 700 y 800 pesos. Pero se trata de cosas perdurables, eternas y exclusivas”.
“Se trata de todo un trabajo bien coordinado. El diseño elegido se pasa al tamaño deseado, luego se trabaja con la soldadora, moldadora y pulidora. Se manda a calentar el hierro y con el martillo se le va dando la forma deseada y con una máquina especial, luego del corte, se pulen las piezas para que no se noten las uniones”, detalló el emprendedor.
Sobre el tiempo empleado, “un modular grande de 1,8 por 2,20 metros me llevó una semana y media terminarlo y un juego de dormitorio, una semana. Esto también depende del diseño elegido”, explicó.
En ocasiones incluso hay que contratar ayudantes para cumplir con pedidos. “También queremos apuntar la promoción no sólo a clientes particulares sino también a empresas. Aunque eso es un poco más difícil”, proyectó Soto.
El emprendimiento se denomina Mara Arte en Hierro y se lo puede encontrar en Facebook.