Pura sangre de potrero

Domingo 18 de diciembre de 2011
“Te llegó la hora, entrá y divertite”. Esas palabras, que acarician el alma y potencian la alegría de cualquier pibe, quedarán grabadas de por vida en la memoria de Martín Benítez, el delantero posadeño de Independiente que a sus jóvenes 17 años ya empieza a conocer lo que es el mundillo de la fama y el éxito.
Esa frase se la dijo Ramón Díaz el pasado 19 de noviembre, cuando el riojano llamó al misionero y lo mandó a la cancha para que haga su debut en la Primera del Rojo. “Divertite”, le repitió el entrenador, antes de palmearlo y hacerle conocer el mayor anhelo de cualquier futbolista.
Y Misio se divirtió esa noche de sábado. Desparramó algo de su natural habilidad e Independiente goleó 3-0 a Olimpo en Avellaneda.
Fue el debut ideal del pibe, que después de haber mostrado sus credenciales en las inferiores del Rojo y la selección argentina (con la que disputó el Sudamericano de Ecuador y el Mundial de México sub 17) no desaprovechó su chance en un Libertadores de América que le hizo sentir su calor desde las tribunas, desde donde miraban, gozaban y lloraban sus familiares más directos, que hicieron más de 1000 kilómetros para presenciar el acontecimiento que será inmortalizado en el tiempo.
Pasó menos de un mes desde aquel momento inolvidable, pero Tincho recuerda cada segundo como gotas de satisfacción que le brotan en el cuerpo.
“Cuando me llamaron para entrar ahí sí que ya no podía creer, porque encima estaban todos mis familiares en la cancha, y el partido estaba para entrar, estábamos 2-0 y era el momento. ‘Te llegó la hora, entrá y divertite’, me dijo el profe; no me olvido más ese momento”, dijo el delantero con la inocultable sonrisa que explica los sentimientos que recorren sus venas ante cada recuerdo.
“Jugá por el frente de ataque y divertite, vos ya me demostraste todo, no tenés que demostrarme nada”, le dijo el DT, quien ya demostró tener un ojo clínico implacable al momento de jugarse por los pibes, tal como lo hizo tiempo atrás con Saviola y Cavenaghi en River.
“El año ya había arrancado muy bien para mí con la convocatoria para entrenarme con la Reserva, pero no pude tener una buena pretemporada porque también estuve con la selección que se preparaba para el Sudamericano; pero una buena pretemporada me va a venir muy bien porque yo este año tuve algunos parates, a nivel profesional una buena pretemporada me va a dar mucha fuerza para terminar bien los partidos, porque los últimos partidos terminé acalambrado”, reconoció Benítez, quien a partir del 4 de enero, cuando vuelva a Buenos Aires, realizará su primera pretemporada con el plantel principal de Primera División.
“Ramón ya me venía probando en las prácticas con los titulares, y la verdad que yo me sentía muy cómodo porque las cosas me estaban saliendo muy bien, el 18 cuando trajeron la lista, me estaba por ir y Julián Velázquez me dijo que me quedara, por si estaba citado, y esperé y después encontré que mi nombre estaba en la lista de los concentrados; yo sé que estaba haciendo las cosas bien y que en algún momento iba a tener mi chance de jugar”, confió el pibe que guarda como un tesoro la camiseta número 29 con la que dio sus primeros pasos en el fútbol grande argentino.
“En realidad no me sorprendió mucho que mi nombre estuviera en la lista de concentrados, porque en el club me venían diciendo que esté tranquilo y preparado; sí me sorprendió cuando me tocó estar en la concentración con todos los pibes, en la misma mesa con (Gabriel) Milito; ahí es cuando uno empieza a caer; yo observo todo, miro calladito, no dejo pasar ni una y trato de sacar provecho de todo lo que pasa, hay que aprender todo lo que se pueda”, recuerda antes de traer a la memoria todos los nombres que lo rodearon en aquel atípico almuerzo previo al juego con los bahienses.
Los mensajes y llamadas que saturaron su teléfono celular, los incontables mensajes que aparecieron en su cuenta de Facebook y el saludo de un sinfín de amigos, compañeros y familiares cercanos y lejanos fueron el fiel reflejo de que aquella noche sabatina iba a significar algo en su incipiente carrera deportiva.
Post estreno ante Olimpo, y con los nervios en descanso, Misio trae al presente los días que continuaron antes del siguiente partido en casa, ante Newell’s, que también ocuparía una página especial de su historia.
“Si todo sigue como hasta ahora vas a ser titular frente a Newell’s; la gente te va a bancar porque vos sos un pibe y sos del club, divertite y nada más, no quieras hacer cosas que no estás acostumbrado a hacer”, fueron las nuevas palabras del Pelado Díaz antes de confirmar lo que se percibía en el aire.
“Ramón me pide que encare, no quiere que baje a recuperar la pelota o retroceder para armar juego, me quiere ver jugando arriba; a mí me gusta encarar mucho, y si la pierdo quiero volver a intentar”, fue la respuesta ante el interrogante de lo que le pide el técnico.
Y ese domingo 4 de diciembre respetó de principio a fin el libreto. No sólo arrancó como titular ante la Lepra, sino que a los 5’ del segundo tiempo, tras combinar una pared con Patito Rodríguez (el otro mimado de los hinchas), sacó un derechazo de fuera del área que dejó inerte a Peratta para que el Rojo salve al menos un punto en casa y mantenga vivo su sueño copero.
“No sabía cómo festejar el gol, me agarré la cabeza y no sabía para dónde correr, estaba como loco”, rememora la promesa misionera que en Posadas vistió la camiseta de La Picada en sus orígenes como jugador antes de emigrar a la pensión del Rojo.
“Los rivales me dicen que no sea canchero, pero a manera de amedrentar, porque después del partido vienen y me felicitan, pero a mí me gusta cuando me pegan, porque eso más me agranda, porque si te pegan es por algo”, afirma sin titubeos Benítez, a quien algunos ya se animan a comparar con el Kun Agüero, por similitudes físicas y cualidades técnicas.
“La gente habla porque busca un parecido, pero yo todavía soy una promesa, aún no completé dos partidos completos en Primera, pero es entendible que la gente se ilusione y haga comparaciones, pero a mí eso no me gusta mucho”, se sincera cuando aparece la inevitable relación con el último gran ídolo del club.
Una semana después de ese zapatazo histórico para el 1-1, Misio fue otra vez figura decisiva para una nueva victoria, esta vez frente a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Con la inocencia evidente de un pibe que se deja llevar fundamentalmente por el olfato goleador, Benítez se metió en el área del Cuervo y encontró el único resquicio posible para agigantar su diminuta figura y de cabeza marcar el gol del triunfo tras el centro combado del Malevo Ferreyra.
“No sé si en inferiores hice algún gol de cabeza, quizás haya sido el primero”, reconoció entre risas más tarde a las cámaras de televisión.
Antes de cerrar la charla en Villa Cabello, recordar anécdotas y sacarse fotos con futuros seguidores, Misio alimentó las esperanzas del fanático diablo.
“Hace ocho partidos que no perdemos, pegamos una linda levantada; desde que vino Ramón hubo otra mentalidad, Ramón es un técnico que necesita ganar, hay técnicos que sólo piensan en su carrera, pero no es el caso de Ramón, él banca mucho a los pibes, para el año que viene estamos muy bien, demostramos que estamos para pelear ahí arriba, haremos todo lo necesario y ojalá podamos pelear el campeonato que viene”.


Dejó su huella en su último partido
En la noche del viernes, Martín se hizo presente en Candelaria para un evento deportivo a beneficio de un comedor local, y fue la gran figura de la noche al marcar los dos goles con lo que el equipo de las estrellas que integró venció al combinado local por 2-1.
Ese fue el último partido del atacante del Rojo, que ahora descansará en Posadas hasta el 3 de enero, ya que el 4 deberá presentarse en Buenos Aires para iniciar la pretemporada bajo las órdenes de Ramón Díaz.
Por otra parte, debido a su rápido ascenso, el año que viene firmará su primer contrato como profesional.


También opinó...
“Hay veces que me enojo porque me aconsejan demasiado, pero eso me ayuda, porque si dejo de tener los pies sobre la tierra puedo perder todo; si con humildad logré todo lo que conseguí tengo que seguir así; sin humildad se te cae todo abajo; podés ser millonario, pero si sos agrandado podés perder todo, hasta tu familia”

“Yo me siento cómodo con Parra, por ahí algunos me quieren hacer decir cosas que no quiero, pero yo nunca voy a hablar mal de un compañero, puede estar pasando un mal momento, y algunos periodistas lo cuestionan porque no hace goles, pero hay que ver otros sacrificios que hace; la gente del Rojo lo quiere mucho a Parra, él es como un ídolo”

“La gente me quiere comprar con el Kun Agüero porque busca un parecido, pero yo todavía soy una promesa, aún no completé dos partidos completos en Primera, pero es entendible que la gente se ilusione y haga comparaciones, pero a mí eso no me gusta mucho”

“El objetivo era clasificar a la Copa Libertadores y lastimosamente no se pudo cumplir, pero se nos escapó a nosotros en algunos partidos, como ante Unión y Newell’s; todavía no sé lo que hice, no lo entiendo, la vez pasada vi unos goles y me puse a pensar cómo cambiaron las cosas de un día para otro”

“El fútbol argentino es uno de los más difíciles del mundo, acá los defensores no te dejan pasar una; si no estás preparado mentalmente y psicológicamente es muy difícil estar ahí”

“En Séptima arranqué como titular y me fue muy bien, en Sexta sólo jugué algunos partidos y en Reserva casi no tuve posibilidades, porque siempre jugaban los que bajaban de la Primera; no era lo que correspondía, está claro, pero son las reglas del juego y hay que entenderlas”

Por Gustavo Hollmann
deportes@elterritorio.com.ar