George W. Bush, en una de las imágenes más polémicas de la década. El Presidente estadounidense estrecha las manos, después de correr, a dos soldados con las crueles marcas de la guerra. El sargento Neil Duncan perdió ambas piernas en Afganistán y el teniente Max Ramsey el miembro inferior izquierdo en Irak, los dos combatiendo en invasiones que siguen dejando víctimas inocentes.