Noche de emociones y reconocimientos en el cierre del Festival del Litoral

martes 20 de noviembre de 2018 | 6:00hs.
El Chango Spasiuk, uno de los más esperados de la noche, estuvo rodeado de grandes músicos.
El Chango Spasiuk, uno de los más esperados de la noche, estuvo rodeado de grandes músicos.
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

Atardecer sobre el río, una brisa primaveral y música que despierta emociones populares fueron los condimentos de un cierre ideal para la Fiesta Nacional de la Música del Litoral que ya pone la mira en su 50º aniversario en 2019.
El arranque de la ultima antorcha festivalera se dio a las 18.30 con todo el poder del rock litoraleño de Flores a los Chanchos, dando cuenta de como la música regional va evolucionando.
Los siguieron Yacaré Jazz Trío y los nuevos valores de San Vicente, el Negro Dan y su conjunto así como Los Arrieros del Chamamé de Eldorado.
El público del festival decidió regalarle su aplauso al Ballet de Adultos Mayores. Las palmas de la gente que iba copando poco a poco las gradas del anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, los acompañaron en toda su presentación.
Llegada la noche, la infaltable galopera apareció en la voz de Mario Pereyra. Junto a su padre, el Mario mayor y unos apasionados bailarines entonaron clásicos que fueron desde De Simoca de Horacio Guarany y A Monteros de Mercedes Sosa, entre otros.
Arrancando sapucays y dando el toque chamamecero con un popurrí de Así se baila el chamamé (conjunto Ivoti), Mi caballo bayo de Los Alonsitos, levantaron al publico al pedido de bis, a pesar de que desde la organización advirtieron sobre el acotado tiempo por el cambio de grilla.
“Si no fuera por ustedes no estaríamos acá”, alegó Mario al tiempo que volvió a remarcar el trabajo del colectivo cultural soñadores que fueron los que estrenaron la pista contigua del escenario.
Al cierre de esta edición se esperaba la presentación de Los Núñez, Los Mitá, Fabián Meza, Alan Guillen y tantos otros para el gran cierre festivalero.

Lo que dejó la segunda noche
Emociones y reconocimientos predominaron en la segunda antorcha festivalera que se desarrolló finalmente desde la tarde del domingo hasta la madrugada de ayer. Un anfiteatro casi colmado fue testigo de una noche que quedará para el recuerdo.
En primer lugar porque fue entregado el Mensú de Oro, el mayor reconocimiento que tiene este festival que el año que viene cumple cinco décadas, a Julio Cáceres, uno de los artistas más queridos por los misioneros. Es así que convocado a la tierra colorada para presentar el videoclip de su versión de Posadeña Linda, Cáceres líder y vocalista de Los de Imaguaré, subió al Alcibíades Alarcón para recibir los aplausos.
Fue en ese marco que sorprendieron con el premio a este intérprete correntino que lleva más de cuatro décadas con la música y es un fiel visitante del festival y de toda la provincia de Misiones.
“Fue una sorpresa muy agradable para mí recibir esta distinción. Lo que sí me esperaba es el calor que la gente misionera siempre nos brinda. Este premio no es mío, son de los 40 años que Los de Imaguaré anduvo recorriendo esta región y en cada pedacito de Misiones hay un amigo que se alegra con nosotros”, sostuvo Julio al bajar del escenario.
El experimentado músico reconoció que este festival representa muchísimo para su carrera artística y se despidió con un profundo recitado: “Los de Imaguaré venimos chocando en el viento, mirando bien de frente este presente nuestro. Con serena esperanza caminamos el sueño hacia el feliz mañana que estamos construyendo”.
Quien también fue cálidamente reconocido por el público de su tierra fue Ramón Ayala, escoltado por los excelentes jóvenes músicos Iván Elizaincin en guitarra y Joaquín Benítez en bandoneón.
Sobre ellos el Mensú destacó: La vida tiene tantas aristas, tantos mensajes para aquel que quiere y que sabe ver. Me encanta a mí tener la facultad, no de enseñarles nada porque ellos me enseñan a mí, pero sí de acompañarlos en este empuje último para lanzarse al torrente de la vida”.

La revancha
Fueron 30 años los que pasaron para que el apellido Martínez Riera fuera escuchado de nuevo en el anfiteatro.
La revancha y el homenaje a Blas Martínez Riera, postergado por los suyos durante tanto tiempo, llegó de la mano de sus hijos: Blasito y Ernesto que dejaron bien en alto la memoria de su ya fallecido padre y uno de los músicos más talentosos que supo parir Misiones.
Como cada noche, el Ballet Oficial presentó su cuadro de danza que la noche del domingo fue en homenaje al Mencho Correntino. Los bailarines deslumbraron con su puesta, preparada y dirigida hace ya tantos años por el maestro Luis Marinoni.
Acompañado por los hermanos Juan y Marcos Núñez, Joselo Schuap y Fabián Meza, hizo su aparición el Chango Spasiuk, uno de los artistas más esperados así como aplaudidos de la noche.
En tanto que un párrafo destacado lo merecen la correntina Florencia de Pomper y la neuquina Tania Torres, cuya aparición fue un verdadero torbellino de talento. La primera con una voz potente y la segunda con un dominio tal de la guitarra que arrancó gritos y aplausos en más de uno.
También el tango tuvo su lugar sobre el escenario Alcibíades Alarcón. Posadas Tanguera se llamó el espectáculo que contó con la voz del Tano Fiorio y varios bailarines en escena.
Una de las parejas estaba conformada Marcos Roberts y la brasileña Louise Malucelli. La pareja llegó como invitada por primera vez al festival gracias a Nora Urdinola, una de las mentoras del evento misionero.
Marcos y Louise viven en Buenos Aires y bailan juntos hace catorce años. “El tango es muchas cosas para mí. Personalmente me da fuerza, energía, emoción, es estar presente en lo que uno hace pero sobre todas las cosas disfrutar”, expresó la bailarina a lo que su compañero agregó: “Arranqué de muy chiquito con el folclore y a los 16 años me enamoré del tango. Nosotros vivimos de esto, no hacemos otra cosa que bailar, el tango es nuestra vida”.
Con bombo, guitarras y voces atrapantes y potentes hicieron su presentación Los Fronterizos. El grupo folclórico, formado originariamente en la década del 50, llegó desde Salta y deleitó al público con carnavalitos y chacareras.
Pamela Ayala, los Payadores Cristian Benítez y Eduardo Núñez, así como el grupo Tupá, Cacho Espínola y Matías Fernández formaron parte de la grilla de la segunda noche. Y como ya es habitual, el público acompañó a cada presentación bailando cerca del escenario cada ritmo que los artistas le presentaban.