“No estoy resignado”

Diego Hartfield hace más de un año que no juega un torneo ATP por una tendinitis rotuliana. Pero tiene fuerzas: “Quiero volver a jugar”, dijo
martes 16 de marzo de 2010 | 6:00hs.
Lo que mejor sabe hacer.
Lo que mejor sabe hacer.
(por Gustavo Hollmann). Hace tiempo que no se habla demasiado de su vida. Pero él, en la intimidad en la que se maneja, trata de llevar este difícil momento de la mejor manera.
Diego Hartfield, uno de los mejores tenistas que dio y aún da la tierra colorada, actualmente vive el día a día. Sufre no poder estar en los courts, no poder hacer lo que más le gusta, pero gracias a ese fuego sagrado que lo llevó a los primeros planos del deporte mundial, sueña con volver a jugar.
“Planeé muchas cosas y fracasé, no sé qué voy a hacer, no miro el futuro, trato de llevar todo esto día a día”. Así expresa, vive y siente este momento el obereño, quien después de sufrir una severa tendinitis a principios del año pasado nunca más agarró profesionalmente una raqueta.
“Me hice una ecografía nuevamente en el tendón rotuliano y me aconsejaron realizarme un nuevo tratamiento”, dijo el Gato, quien afirmó sentir dolor “cada vez que me exijo, siempre surgen nuevas complicaciones; estoy limitado”.
Hartfield, que no juega en el circuito profesional desde febrero del año pasado, no esconde sus decepciones por no poder ser parte del calendario ATP, aunque confía en una recuperación satisfactoria para disputar Futures, algún Challenger, quizás un ATP y, por qué no, un Grand Slam.
“Hace un año y medio que estoy desocupado; por ahora estoy dándole movilidad a la rodilla, si no siento dolores en los próximos días comenzaré a trotar, pero siempre con cuidado; tengo incertidumbre por no saber cómo va a responder la rodilla”, dijo el Gato. “Puedo moverme, pero cuando hago movimientos que requieren algún tipo de reacción importante siento un dolor puntiagudo que no me permite seguir”, agregó.
Pero la resignación no es una palabra que figure en el diccionario que maneja Diego. Y así como sacó fuerzas internas impensadas para complicar a Roger Federer en la primera ronda de un Grand Slam robándose varias tapas de los diarios más importantes del planeta, sabe que hoy está ante un desafío igual o quizás de mayor trascendencia.
“No estoy resignado ni mucho menos, tengo muchas ganas de jugar”, aseguró  convencido el misionero, quien actualmente se encuentra en el puesto 1481 del ranking mundial, aunque el ranking protegido, que le permite ser invitado a diferentes torneos, lo tiene ubicado en el puesto 190.
Consultado sobre si en algún momento se le cruzó por la cabeza abandonar la práctica del tenis, Hartfield fue tan sincero como optimista. “Se te cruzan muchas cosas por la cabeza cuando te pasa algo así, pero lo importante es tener la cabeza fría y no tomar una decisión apresurada; yo quiero volver a jugar”, insistió.
“Por el momento planeo mi vida semana a semana, y con excepción de la Copa Davis trato de no mirar tenis”, reconoció quien tiene un récord de 88 victorias y 68 derrotas en torneos Challengers.
Acerca de cómo transcurrieron sus días desde que sufrió la lesión hasta la actualidad, señaló que “primero disfruté los días sin hacer actividad porque fueron días de descanso, que me sirvieron para reponerme, pero después comencé a aburrirme, los días se hacen cada vez más largos y no sé qué hacer”.
Por último, y pese a las ganas de volver a estar cerca de su familia en su Oberá natal, dijo que “no puedo hacer la recuperación en Misiones porque acá ya tengo mi equipo de trabajo, varios años que vivo acá (en Buenos Aires), tengo mis amigos y una vida formada”.

La Davis, una chance concreta
Más allá de su presente poco fortuito, Hartfield también dejó conceptos relacionados a las posibilidades argentinas de conquistar por primera vez la Ensaladera de Plata.
“Dependemos mucho de lo que hagan Del Potro y Nalbandian, con ellos dos recuperados plenamente Argentina indudablemente va a ser candidato a ganar la Copa Davis”, aseguró el obereño, para quien Argentina logró un triunfo clave en tierras suecas. “Se ganó una serie muy difícil en el arranque, pero hay que esperar, todavía falta mucho, vamos a ver qué pasa en julio frente a Rusia como visitante”.
Sobre si Argentina vive uno de sus mejores momentos tenísticos, afirmó: “Estamos en un momento muy bueno, pero creo que el mejor fue a partir del 2000, cuando figuraban Guillermo Coria, Guillermo Cañas y Gastón Gaudio”.


Una lesión de difícil tratamiento
El tendón rotuliano es el que une la rótula con la tibia, se encuentra en la cara anterior de la rodilla, justo por debajo de la rótula, e interviene en los movimientos de extensión de la rodilla. Con ciertas actividades que implican sobreesfuerzos repetidos y pequeños traumatismos, el tendón se puede inflamar y producir dolor.
Los síntomas son dolor en la cara anterior de la rodilla, por debajo de la rótula. El dolor aumenta al forzar el tendón, que generalmente ocurre al correr, saltar, subir escaleras y en los casos más intensos puede doler incluso al caminar.
La sobrecarga del tendón así como los traumatismos repetidos suelen ser más frecuentes en deportistas, aunque cualquier persona puede padecer esta enfermedad.
El tratamiento suele mejorar con reposo, antiinflamatorios y frío aplicado localmente, seguido de ejercicios de rehabilitación de la musculatura de la cara anterior del muslo (cuádriceps).
Si con las medidas anteriores no se obtiene mejoría se puede infiltrar con un corticoide. La cirugía es necesaria sólo en muy contadas ocasiones.


Otras figuras también sufrieron
Fernando Redondo, ex integrante de la selección argentina de fútbol, y Martín Aramburu, de Los Pumas, son otros dos deportistas de elite que debieron estar varios años al margen de las canchas debido a la misma lesión que sufrió Hartfield.
“Hablé con Redondo, y me dijo que son lesiones complicadas, pero que hay que esperar a ver cómo evoluciona”, dijo el Gato.
El mediocampista central estuvo casi dos años y medio sin poder jugar en Milan de Italia a causa de la tendinitis rotuliana.