“Misiones está bien, pero no debe bajar la guardia”

domingo 20 de septiembre de 2020 | 5:00hs.
“Misiones está bien, pero no debe bajar la guardia”
“Misiones está bien, pero no debe bajar la guardia”
Daniela Cortés

Por Daniela Cortés Corresponsalía Buenos Aires

El senador correntino Martín Barrionuevo dijo que este es el momento en que más se tiene que cuidar la gente que vive en el interior del país, porque el virus que produce Covid-19, que al inicio de la cuarentena circulaba sólo en Buenos Aires, Chaco y la Patagonia, ahora llegó a todas las provincias.

El senador que durante la pandemia se hizo famoso por publicar en las redes sociales gráficos con los colores del semáforo para explicar de manera sencilla el comportamiento que va teniendo el Sars-CoV- 2 en su paso por el país, también dijo que Misiones representa un caso de estudio porque a pesar de la extensa frontera con Brasil y Paraguay logró gestionar de manera eficiente la pandemia.

En ese sentido, destacó que Misiones presenta la tasa de incidencia de contagio más baja de todo el país, con 5 casos positivos cada 100 mil habitantes. Pero inmediatamente aclaró que “no es momento de bajar la guardia ni en Misiones ni en ningún lugar del país, porque estamos en el momento de extremar todas las medidas de prevención que fuimos aprendiendo desde el inicio de la pandemia”.

Barrionuevo brindó días atrás una conferencia de prensa a la Asociación de Periodistas de la República Argentina (Apera) en la que participó El Territorio, donde dio a conocer su mirada sobre la nueva etapa de control social que se extiende hasta el 11 de octubre.

¿Cómo evalúa la situación de las provincias del NEA?
La región NEA es la más estable. De todas las regiones geográficas argentinas, el NEA es la que aporta menos cantidad de casos al total país, si bien Corrientes en las últimas dos semanas empezó un incremento de casos. Chaco, que es la provincia más afectada de esta región, ya hace tiempo dejó de ser la peor jurisdicción del interior del país en relación a los casos positivos. No porque haya mejorado Chaco sino porque otras provincias empeoraron. Y en ese contexto Misiones tiene no sólo los mejores indicadores de la región sino también del país.

¿Cuál es la situación de Misiones?
Misiones presenta un caso de estudio. Porque a pesar de su extensa frontera con Brasil donde sabemos que los casos no paran de crecer, pudo administrar de una manera exitosa la pandemia en su territorio. Por eso es fundamental seguir cumpliendo todos los consejos para evitar contagios. No bajar la guardia, porque vimos que con este virus tenemos que estar siempre atentos a cualquier posibilidad de brote. El bajo número de casos en Misiones indica que hasta ahora en ningún momento el virus entró con fuerza en esa provincia y eso permite al gobierno tomar las medidas adecuadas y tener controlados los casos que se dan. No es lo mismo hacer aislamiento y rastreo para pocos casos, como lo está haciendo Misiones que cuando los casos se disparan. Por ejemplo hoy en Corrientes ya tenemos dificultades para el rastreo con 30 o 40 casos diarios que estamos teniendo.

¿Los misioneros están haciendo bien las cosas?
Sí. Es fundamental tener la situación controlada como lo está logrando Misiones porque así toda la asistencia de salud puede darse de manera eficiente y a tiempo. Otra medida que fue clave para Misiones es el cierre de las fronteras internacionales y el control fuerte en su límite con Corrientes, que ahora también esta provincia lo está haciendo. Eso demostró funcionar como un buen freno para evitar desde un principio la circulación del virus desde Buenos Aires hacia el interior del país. Y el control previo que hace Corrientes también le sirve a Misiones como un filtro adicional de posibles casos.

¿Esto se refleja en la tasa de incidencia de contagios en Misiones?
Misiones tiene 5 casos positivos cada 100 mil habitantes. Es la provincia con menor tasa de incidencia de contagios. Seguida por Formosa con 16 casos cada 100.000 habitantes. En el NEA,  por ejemplo,  Corrientes tiene 71 casos y Chaco 581 casos, siempre tomando como base la cantidad de 100 mil habitantes. Claramente la ciudad de Buenos Aires es la que tiene la tasa de incidencia de contagios más alta con 3.700 casos detectados cada 100 mil habitantes.

¿Cuál fue el camino de la circulación del virus en las provincias?
Cuando comezaron los primeros casos la concentración estuvo en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Chaco y parte de Neuquén y Río Negro. En un primer momento las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos funcionaron como diques de contención para que los casos no se extiendan desde Buenos Aires hacia las regiones del NOA y NEA. Luego se tomó la decisión política de fragmentar el país dejando el aislamiento social en las zonas más comprometidas y el distanciamiento para el resto de las jurisdicciones. Las actividades comenzaron a flexibilizarse y también aumentó la circulación de personas. Entonces pasó que muchos pensaron que esto ya estaba superado y se bajó la guardia en ciertos cuidados. El resultado fue que el virus comenzó a irradiarse con fuerza hacia el interior de casi todo el país.

¿Cuánto influyó la cultura de cada región en ese camino del virus?
Mucho. Los argentinos somos de abrazarnos, de saludarnos con un beso, de compartir el mate y nos gusta estar amuchados unos con otros. Como decimos en Corrientes, somos de ‘enchamigarnos’, hacernos amigos. Este escenario que es parte de nuestra idiosincrasia es totalmente contrario a lo que hay que hacer para evitar los contagios. Y es una realidad que nos define. Por eso cuando yo escucho que nos comparan con Suecia, mas allá de que ese país tiene mayor cantidad de muertos por cantidad de habitantes que nosotros, yo les pregunto cuántas veces vieron a un sueco tomar mate o tereré o andar a los abrazos con sus amigos. A los suecos hay que compararlos con los noruegos, con los finlandeses. Nosotros somos de otra cultura. Y sobre esa cuestión cultural también hay que analizar las estructuras socioambientales. No es lo mismo una ciudad donde sus habitantes viven en casas con dormitorios para cada miembro de la familia que otras donde una familia vive en un solo ambiente y sin agua potable.

¿Se puede ocultar información sobre contagiados o personas fallecidas en las estadísticas oficiales?
El Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (Sisa) se nutre de la información sobre casos que se suben en cada hospital de cada provincia. Es una locura pensar que todos se pongan de acuerdo para mentirnos. La gente que cree eso es porque no conoce cómo funciona el sistema de información, con múltiples operarios en todo el país. Además el virus demostró que no se puede ocultar. Lo vimos en el primer mundo, donde no se lo pudo ocultar. Porque llega un momento que tenés que contratar camiones frigoríficos para usar como morgues como pasó en Nueva York. Por eso siempre explico que el mecanismo de poner en duda los riesgos de la pandemia es una actitud siniestra para que no nos cuidemos. El virus cuando avanza se muestra. No es una cuestión de  información. Se te llenan los hospitales y las morgues. No te alcanzan los cementerios. No se trata de la comunicación. Es como la luz del sol. No se la puede tapar.