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Misionera volvió a ser condenada por trata

viernes 31 de agosto de 2018 | 5:00hs.
Misionera volvió a ser condenada por trata
Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar


La misionera Elisabel De Ávila (52), más conocida como Alicia, recibió su segunda condena por delitos de trata de personas cometidos en los prostíbulos que tenía a su cargo en distintos puntos de Corrientes y la Justicia  dictaminó que deberá cumplir una pena única de 7 años de prisión. Su marido también fue sentenciado.
La mujer, oriunda de la localidad de Itacaruaré, fue condenada luego de reconocer su responsabilidad en los hechos que se le endilgaba y acogerse a un juicio abreviado en conformidad con la fiscalía.
Dicho acuerdo fue homologado este miércoles por el Tribunal Federal de Corrientes y la sentencia lleva la firma de los magistrados Víctor Antonio Alonso -presidente-, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Amado Ceroleni.
De esta forma, la mujer fue declarada culpable de los delitos de 'trata de personas, en las modalidades de captación, transporte y traslado dentro del país, acogimiento y recepción de persona mayor de 18 años de edad con fines de explotación sexual, mediando abuso de situación de vulnerabilidad psicológica, familiar y económica'.
Bajo estos cargos, la mujer recibió una pena de tres años de prisión, pero al registrar otra condena - de cinco años de cárcel- dictada en 2014 por el mismo delito, el Tribunal resolvió además unificar las penas y que De Ávila en total cumpla siete años tras las rejas.
En esta causa también estuvo involucrado su marido, el correntino Rafael Alejandro 'Cano' López Atrio (58), quien recibió la misma pena que De Ávila y tras el mismo proceso de unificación fue sentenciado a la pena única de ocho años de cárcel. 

Tres noches de terror
La causa por la cual esta pareja fue recientemente condenada tras aceptar su culpabilidad en un juicio abreviado salió a la luz en febrero de 2010, cuando fueron acusados de mantener contra su voluntad a una joven de 23 años y explotarla sexualmente en un prostíbulo ubicado sobre la ruta nacional 14, en la localidad correntina de La Cruz.
La investigación estableció que los imputados le convencieron a la progenitora de la víctima en que le habían conseguido trabajo a la joven -que era madre de tres niños- en una parrilla de dicha ciudad.
Luego de esto, la muchacha fue trasladada por Atrio hasta el la parrilla, donde se encontraron con la misionera De Ávila, y recién ahí constató que en realidad el lugar era un prostíbulo.
Una vez allí, Atrio le indicó a la joven que debía atender a los clientes, pero ella se pidió que la lleven de nuevo a su casa y la respuesta que obtuvo de parte del hombre fue que “sólo debía interesarle el signo pesos”.
Por la fuerza, la muchacha finalmente mantuvo encuentros sexuales con algunos clientes y permaneció en el prostíbulo, donde también realizaba trabajos limpieza y cocina, un total de tres noches.
Respecto a los hechos endilgados, en el fallo del tribunal se destaca el voto de la magistrada Rojas de Badaró, quien señaló: “Estimo acreditado que los imputados López Atrio y De Ávila realizaban la actividad en la whiskería-bar de consumo, que el lugar actuaba como prostíbulo (...) y que la señora De Ávila como propietaria del lugar no tenía un rol secundario sino que estaban en igual nivel de decisiones, por lo que su participación en los hechos se da en las mismas condiciones que López Atrio”.
Y añadió: “Ambos imputados lucraban con el comercio sexual que se llevaba a cabo en el local, donde la señorita X -así se refieren a la víctima para resguardar su identidad- fue obligada a trabajar manteniendo relaciones con clientes a pesar de que lloraba y pedía retornar junto a sus hijas”. 

Las víctimas de Wanda en 2008

La condena anterior que registran tanto de De Ávila como López Atrio fue dictada en 2014 por parte del mismo tribunal correntino y se dio en el marco de una causa iniciada en 2008 y que tuvo a dos jóvenes oriundas de Wanda como víctimas. En ese expediente se dio por acreditado que la pareja viajó de Corrientes hasta Wanda para llevarse a las jóvenes, a quienes les secuestraron sus documentos de identidad y durante casi un año las obligaron a trabajar para ellos en los prostíbulos que en ese momento tenían en La Cruz y Mercedes. Fue en diciembre de 2008 cuando las jóvenes lograron escapar y llegar hasta Paso de los Libres, donde radicaron la denuncia que activó la investigación. En primera instancia la pareja, como así también un hija de ellos, recibió penas de entre 4 y 3 años de prisión, pero los penas fueron agravadas tras un fallo de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal de la capital correntina.


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