Marcha de los días: Timbreo en recesión

domingo 16 de septiembre de 2018 | 6:30hs.
Marcha de los días: Timbreo en recesión
Marcha de los días: Timbreo en recesión
El estancamiento de la actividad económica unido a la inflación, que implica un incremento constante de los precios, es lo que genera un fenómeno denominado estanflación.  Suele utilizarse este concepto a su vez para determinar una situación en la que una economía crece a un ritmo bajo y con un índice de aumento de los precios superior al objetivo fijado por el Banco Central. El caso argentino es más grave, al anticiparse un crecimiento nulo y con altísima inflación. Con una economía estancada y un aumento de los precios por encima de lo esperado, el ajuste suele realizarse vía empleo; de hecho se observa además una caída de la actividad.

Es el peor de los escenarios  para la economía nacional, porque la crisis cambiaria tampoco beneficia a mejorar la actual perspectiva. Es que eso aceleró las remarcaciones de precios, tras la corrida cambiaria, y el desplome de la actividad. Varios economistas del país, estiman que concluirá el 2018 con una inflación de entre el 42% y el 45% por ciento, al afirmarse que se vienen cuatro meses de muchísima inflación. En los primeros ocho meses de este año lleva acumulado un 24,3%, según datos oficiales del Indec. A su vez, estudios privados estimaron que la inflación de septiembre se ubicaría en torno a un 6%o. Esto a su vez aleja de aquella meta del 32% para todo el año pautada con el FMI en el primer acuerdo alcanzado en junio.

Esta semana se conoció que la inflación de agosto fue la más alta del año, al llegar a 3,9% según el Indec. Y si agosto fue malo, se prevé que septiembre será peor. Consultoras privadas como Ecolatina esperan para este mes un piso de inflación de 6%. Por lo tanto, la inflación de 2018 se encamina a ser la más alta de los últimos quince años y se calcula que hasta podría superar el registro de la crisis de 2001. Debe añadirse la continua  depreciación del peso -que en lo que va del año promedia el 50%-, un Producto Bruto Interno (PBI) por debajo de la línea del cero y el creciente malestar social.

Desde la gestión de Mauricio Macri dan por perdida este año la batalla contra la inflación. De esta manera, los argentinos atravesaron varias tormentas durante los dos años y medio del gobierno de Cambiemos, que al asumir sembró optimismo en un mejor futuro, que ahora transformó en temor de lo que vendrá. El presidente Macri está pagando el precio de sus errores, pero también de sus promesas incumplidas. Porque no sólo la prometida lluvia de inversiones nunca llegó, sino que lo peor de todo es que la inflación no bajó sino que la economía del  país ingresa en la ya citada etapa de estanflación. El tema es seguido de cerca en el orden local y con preocupación incluso fuera del país, a tal punto que por la falta de solución al problema inflacionario se llegó a pensar en la posibilidad del retorno de la convertibilidad en el país. Se admitió formalmente que desde el Tesoro de los Estados Unidos se introdujo tal posibilidad para frenar la incontrolable inflación y que ello fue planteado en contacto con la Casa Rosada.

A su vez, Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, afirmó en una entrevista a Fox News que tal vez la solución para el dilema de los argentinos es volver a atar el peso al dólar, como en los años 90, y no emitir un solo peso más sin un dólar de respaldo. Y aseguró que el Tesoro de Estados Unidos sabe que esa es la solución y está trabajando en eso. El tema en forma posterior fue rechazado en la Argentina, al concluirse que nunca podría ser aprobado por el Congreso. 

En medio de la tormenta
A Cambiemos todavía algunos actores del pasado le reditúan a favor, como el caso de esta semana, que en medio de la empantanada renegociación con el Fondo Monetario Internacional apareció en escena Guillermo Moreno firmando un pedido. Desde el Partido Justicialista se envió una carta a Christine Lagarde para que frenara los desembolsos extra solicitado por el gobierno argentino. No es el pedido en sí, sino quién reclamó tal medida. Se sabe que Moreno podría ser el enemigo perfecto para Cambiemos, por el fuerte rechazo en la sociedad que siempre generó la figura del ex secretario de Comercio kirchnerista.

Lo cierto es que Moreno, en su carácter de presidente de la Comisión de Economía del Partido Justicialista, expresó preocupación a la titular del organismo de que se liberen más fondos a la Argentina. Puntualmente, rechazó la posibilidad de que los desembolsos del acuerdo stand-by  correspondientes a los años 2020 y 2021 se adelanten a 2019. Lo que generó ruido político no fue el principal firmante, sino la inclusión del conocido y respetado economista Guillermo Nielsen, a quien se propuso para tomar contacto con los miembros del FMI y reflexionar sobre los planteos realizados.  El a su vez ex candidato massista y economista respetado en los mercados internacionales aclaró que su intervención no sería para operar contra el país, sino que el acuerdo con el FMI se prolongaría más allá de la actual gestión de este gobierno.

Más allá de la explicación de Nielsen, se sabe que cualquier estornudo puede enfermar aún más el delicado estado financiero del país, por eso nada puede tomarse a la ligera. Para marcar mayor tensión en el mercado y mientras el dólar volvía a cerrar la semana cerca de 41 pesos, finalmente mañana no llegarán los 3.000 millones de dólares correspondientes a la segunda cuota del crédito del FMI. Es que organismo a cargo de Christine Lagarde frenó el desembolso de septiembre hasta que finalice la renegociación del nuevo acuerdo, que aún no tiene fecha.

El Gobierno de Macri había pedido al Fondo un desembolso adicional para este año de 12.900 millones de dólares y ampliar el crédito: en lugar de 50.000, que sea de 65.000 millones. Mientras tanto, siguen operando vencimientos. Por caso, este martes ocurrirá un nuevo vencimiento de Lebacs por 403.000 millones de pesos, que podrían potenciar la presión sobre el tipo de cambio de continuar la estrategia de desarme anunciada en agosto. De esta manera, siguen los supermartes de preocupación en la economía argentina.

Con los gobernadores
Esta semana, al menos 19 gobernadores opositores al gobierno dieron aval político para acompañar el Presupuesto nacional 2019 con déficit cero. Representó el gesto esperado por el gobierno de Cambiemos, aunque la letra fina representa un proceso de negociación que se fue extendiendo durante la semana. Es que implica varios importantes ajustes y traslados de responsabilidades a las provincias. Había comenzado con la quita del Fondo de la Soja, que todavía algunos distritos siguen reclamando, y se sumaron la transferencia de subsidios al transporte y la quita de cobertura a la energía subsidiada a los sectores de menores recursos.  Cada provincia deberá resolver cómo hacer frente a estos compromisos.

Se espera que en la ley de Presupuesto que ingresaría mañana, desde Nación se contemple eximir a las provincias de cumplir el consenso fiscal y se podría habilitar subir Ingresos Brutos y Sellos. Sería la manera de compensar a las provincias por estas transferencias de responsabilidades, como hacerse cargo del transporte público, los fondos de la soja y el subsidio en energía; además, las provincias sostendrían el impuesto al cheque. Todo esto se sabrá si queda firme una vez ingresado el proyecto de Cálculo de Recursos y Gastos para el próximo año. 

La posición de Misiones
Como terminaron haciendo luego otros distritos del país,  Misiones fue la primera provincia en definir el apoyo al Presupuesto nacional. Esto fue reconocido desde la Nación, porque con ello tiene garantizado el voto de los legisladores misioneros en un ámbito donde Cambiemos no tiene suficientes votos propios. Desde el gobierno conducido por Hugo Passalacqua se explicó que siendo oposición se decidió acompañar ante la delicada situación que atraviesa el país y a fin de amortiguar el efecto de la actual crisis. Por esta razón, también desde la gestión se mantienen algunos planes, como el Ahora Pan, el Ahora Gas y el Ahora Góndolas, para aliviar un poco los bolsillos de los misioneros.

Timbreo inoportuno
El medio de la tormenta económica y política, Cambiemos lanzó un nuevo timbreo en el país, como se hizo también en Posadas. La excusa fue conocer qué piensan y sienten sobre el país,  pero la verdadera razón es que de nuevo se puso en marcha la maquinaria electoral de Cambiemos. Al frente se encuentra Marcos Peña, que al ser desplazado de algunas decisiones económicas del gobierno ahora realiza la actividad que mejor sabe hacer: encabezar una campaña. Queda por preguntarse si es oportuno el sonido del timbre cuando en el país están encendidas todas las alarmas. Muestra de ello fue la gran protesta desarrollada en todo el país por parte de sindicatos y organizaciones sociales, que se manifestaron en un contexto de creciente descontento social por la crisis económica y el recorte del gasto al que el gobierno argentino se comprometió con el FMI. Según las últimas cifras oficiales, cerca de 30% de la población argentina es pobre, pero analistas estiman que la cifra aumentará a fin de año cuando se traslade a los precios el nuevo valor del dólar y aumente la recesión. 

Un poco de claridad
A fin de echar un poco de luz a la compleja situación económica y política en el país, la Confederación Económica de Misiones y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, invitaron a disertar esta semana en Posadas al ex presidente del Banco Nación Carlos Melconian y al consultor Eduardo Fidanza. Este último recordó que Macri pasó de una reelección casi asegurada a una crisis cambiaria y a una situación de difícil gobernabilidad. Por ello, requirió una política más responsable al gobierno y definir si seguirá sólo hablándole al mercado o si incluye también a la gente, al mostrar un elevado nivel de desilusión donde por lejos el problema económico está en primer lugar. Una muestra más de ello fue la concurrencia masiva para escuchar a estos disertantes.

La preocupación económica es un tema recurrente en los últimos meses y se mantiene en primer lugar, según también da cuenta el último sondeo de Gustavo Córdoba y Asociados. 

Según Fidanza, se produce un creciente rechazo a los aumentos tarifarios, cuando en los primeros meses de gestión de Macri se acompañaban y soportaban en silencio estas subas, pensando que pronto cambiaría, cosa que no sucedió hasta ahora.

Melconian se ocupó de detallar cómo está el país. Al hablar sobre el acuerdo con el FMI, recordó que no se cumplieron las metas desde aquel primer acuerdo firmado, y en el medio, la Argentina volvió por más fondos. Melconian afirma ser amigo de Macri, pero como técnico no deja de marcarle con dureza los errores. Afirmó que con esta presión fiscal y gasto actual, la economía se terminó llevando puesta a la política. Añadió que lo que debió hacer desde el primer minuto Cambiemos, lo está intentando hacer ahora tras haber intervenido con millones de pesos –que es lo mismo que haber dilapidado recursos- para intentar frenar el dólar sin éxito. Ahora, según el economista, se vive un panorama de recesión y, la única salida posible es las buenas ventas que pueda realizar el campo.

Macri y Cristina, igualados en la encuesta
Fidanza a su vez planteó que en el actual escenario económico la imagen de Macri tuvo tanta caída que en la actualidad se asemeja a la que tiene la ex presidenta Cristina Kirchner. Aclaró que una recuperación económica podría favorecer a Macri, aunque debería salir a reconquistar a los desilusionados. En el caso de Cristina, se encuentra en una situación de fragilidad por los escándalos de corrupción denunciados en los últimos tiempos. Por ello, consideró que lo más probable es que el peronismo busque otro postulante que intente llegar a la Casa Rosada el próximo año.  

Similares conclusiones se observaron en la maratón de comunicación política llevada a cabo el jueves y viernes pasado en la ciudad de Córdoba. A las presentaciones técnicas de los consultores de punta le siguieron las conclusiones políticas, y hubo abrumadora coincidencia en resaltar que el núcleo duro del macrismo se ha reducido, al igual que el del kirchnerismo. Como se sabe, en segundas vueltas se necesitan mayorías prestadas para triunfar. La foto de hoy muestra un gran descontento en busca de una oferta electoral esperanzadora que todavía no se hace presente.