Maestro del tenis

martes 26 de mayo de 2020 | 2:00hs.
Hace seis años Hugo regresó a Posadas con ganas de seguir enseñando.
Hace seis años Hugo regresó a Posadas con ganas de seguir enseñando.
Roxana Ramírez

Por Roxana Ramírezdeportes@elterritorio.com.ar

Podría decirse que Hugo Valenzuela (65) es un nómade del tenis, siempre llevando sus conocimiento y su pasión por donde vaya. Hace cuatro años la vida lo puso a prueba y un accidente cerebro vascular también le enseñó a tomarse la vida de otra manera, enfocado en lo importante, claro, con la raqueta incluida en esa lista de prioridades.
Tras ese partido tan importante que ganó, el actual entrenador del club Centro de Cazadores hizo un balance y tras 44 años de enseñanza en el tenis, hoy los frutos son “ver a esas personas que eran niños jugando y hoy son adultos buenos, con valores y muchísimos siguen en el tenis como profesores”, dijo.
La formación de este maestro de la red, nacido en Posadas, se inició en Corrientes en la época en la que Guillermo Vilas popularizaba el tenis “y todos los chicos queríamos jugar como él. Vivía cerca del club San Martín de Corrientes y jugaba todos los días y lo hacía bien, tomando clases y nunca más dejé, después ya comencé a entrenar a jugadores”, explicó.
Fue ahí que este misionero inició una carrera que lo llevó a vivir 15 años en Brasil, en Uruguayana y en Porto Alegre, con escalas en Argentina, luego años en Paraguay, vuelta a Corrientes y hace seis años ya establecido en Posadas con domicilio podría decirse es en el club Centro de Cazadores, ya que la mayoría de las horas está allí, con una camada de tenistas que lo entusiasman una vez más en su búsqueda de encontrar perlas y hacerlas lucir en el circuito internacional, algo que sabe hacer muy bien.
Es que Hugo, allá por el 91 logró sacar lo mejor del correntino Juan Ignacio Garat y lo llevó a ser campeón del mundo en preinfantiles, en Caracas, Venezuela, y a su regreso, el instructor partió a Brasil donde pulió a Franco Ferreiro -entre muchos otros- jugador de Copa Davis, compañero de Guga Kuerten. Eso también incluyó viajes a otros países que influyeron en su conocimiento.
“De Uruguayana fui a Porto Alegre, había muchos jugadores buenos y los clubes apoyan muchísimo las actividades deportivas, allí trabajé varios años. Después tuve muchas paradas; me fui a Paraguay, después volví a Corrientes y ahora en Posadas hace seis años”, explicó.

¿Qué balance hacés después de tantos años formando jugadores?
Hoy en día hablo con gente que está viviendo en todo Brasil e inclusive Eduardo Frick, un chico que era mi alumno y hoy es el director general del tenis brasilero de menores. ¡Mirá dónde fue a parar y muy bien le va también ahí!

Son las recompensas de tanto trabajo...
Sin dudas, y muchísimos de los chicos que formé se dedican a la enseñanza, pero lo que me hace feliz es que son todas personas con mentes sanas, no me salió gente mala.

¿Cómo ves a este naciente e interesante grupo de menores que tiene Misiones?
Hay una linda camada de tenistas, se está trabajando bien y no es una cosa muy fácil... porque sacar buenos jugadores es muy difícil, lleva mucho tiempo y es un período largo de trabajo y más hoy en día en que la parte económica está muy complicada. Para seguir creciendo, un chico a determinada edad de su adolescencia tiene que viajar y el costo para los padres es altísimo.
En el club estoy trabajando fuerte con Valentina Amigo, de 12 años, que justo tenía que ir al Nacional de Mendoza que se suspendió y con Jana, mi nieta, de 10 años. Pero en total son entre 30 y 40 los chicos que formamos con mi hijo Emanuel en la escuelita.
Pero tengo también que decir que la escuelita fue creciendo y ahora mermando en cantidad . Hay que trabajar fuerte en este contexto, es necesario que los clubes vuelvan a atraer gente, que se involucre en todos los departamentos deportivos y más aún después de esta pandemia de la que ojalá podamos salir bien.
La verdad es que no queremos que el tenis mejore solamente en el centro de la ciudad. El Itapúa hay que reconocer está hace años trabajando muy bien en tenis, pero hay que sacar buenos jugadores también en los clubes más alejados.
A nivel provincial siempre hay buenos jugadores, en estos momentos tenemos ranqueado número uno de su categoría como Ezequiel Monferrer y tuvimos un Chucho Acasuso, que hoy también está haciendo ruido en la ATP (Asociación Argentina de Tenis) y me supongo que va a empujar para que le vaya bien a Monferrer.

Es que el tenis es muy sufrido y desde chicos se necesita de apoyo económico para viajar o se truncan las aspiraciones...
Los chicos con buen tenis, que ya ves que tienen pasta, a los 14 años ya tienen que estar entrenando en los centros más importantes de entrenamiento, porque sino ya no llegás más al circuito profesional, ni digo profesional, semiprofesional.
En Argentina tenemos gente pero falta estructura, en Europa o Estados Unidos, a la edad de nuestros chicos adolescentes ya están a otro nivel y en el caso de las chicas, es más triste porque hoy no tenemos alguno pisando fuerte en el ranking mundial y eso quiere decir que algo está pasando en Argentina.
Por el lado de los entrenadores también hace falta formación, hoy en día está todo más accesible y hay que hacer cursos, estar preparados como profesionales es clave, hay que tener metodología y saber cómo llevarla adelante, a mí eso me abrió siempre las puertas para trabajar.

Esta pasión por el tenis también ayudó a sobrellevar el AVC?
El tenis me da vida, cuando me pasó lo del ACV me di cuenta de que la vida no terminaba ahí, que el cielo puede esperar y me dio más tranquilidad, antes era más acelerado, pero no es fácil… aunque ahora todo me lo tomo con más calma, me enfoco en lo importante y siempre quería ser un adulto que dejara algo y mientras tenga fuerza lo seguiré haciendo.

Seguro no ves la hora de volver a la cancha
Sí, parece que ya se acerca el día y los chicos ya venían trabajando vía Zoom, moviéndose en sus casas. Además, en estos meses ya entendimos cómo cuidarnos y ahora hay que ir a la cancha y demostrar que podemos hacerlo.