Locro patrio: el coronavirus impuso cambios pero no impidió un clásico

jueves 09 de julio de 2020 | 13:30hs.
Locro patrio: el coronavirus impuso cambios pero no impidió un clásico
Locro patrio: el coronavirus impuso cambios pero no impidió un clásico
Dennis Prieto

Por Dennis Prieto redaccion@territoriodigital.com

En este 9 de julio atípico, debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio los encuentros multitudinarios tradicionales con los que se celebra en todo el país el Día de la Independencia fueron reemplazados por eventos online. Sin embargo, no falta el popular locro, ese plato que atraviesa todas las clases sociales y forma parte de las tradiciones argentinas.

El coronavirus no cambió la receta pero sí la modalidad de su entrega, manteniendo la distancia social para cuidar a quienes elaboraron el locro y a quienes concurren a retirarlo.

Una de las locreadas se realizó en avenida Santa Catalina esquina Formosa, a una cuadra de Chacabuco. Hasta allí, en el soleado y frío mediodía de este jueves feriado se congregó una gran cantidad de personas, con los recaudos necesarios, para retirar las 200 porciones que elaboró José "Polaco".

“Hicimos dos ollas repletas, la mayoría de los pedidos fueron con anticipación. El ingrediente secreto es la paciencia, estar al lado de la olla, y el tiempo de cocción para que no se pegue”, sostuvo en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva.

“En mi caso particular al locro lo elaboro con maíz pisado amarillo, con abundante puchero, mondongo, chorizo, verdura no le mezquino porque es lo que le da sabor y espesa al locro, una importante cantidad de mandioca y sobre todo para los clientes la porción abundante”, explicó.

Con mate de por medio, comenzó a cocinar alrededor de las 4.30 y cerca del mediodía ya estaba listo. “Voy citando a los comensales cada 15 minutos para evitar aglomeraciones. Me tomé la delicadeza de marcar la vereda con la distancia social. Por mensaje les voy avisando. Son clientes de años”, comentó. Fueron cuatro las personas que se ocupan de la entrega de las porciones. 

José también suma su cuota de solidaridad. “Cada vez que elaboramos locro destinamos unas 25 porciones para repartir con las familias más necesitadas del barrio”.

Los precios de la porción de locro en la capital provincial costaban desde 100 pesos, y 300 la docena de empanadas.