“Lo mataron por unos pesos, la campera y los cigarrillos”

miércoles 15 de agosto de 2018 | 5:00hs.
“Lo mataron por unos pesos, la campera y los cigarrillos”
“Lo mataron por unos pesos, la campera y los cigarrillos”
Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá


Los habitantes de la localidad de Alberdi no salen de su asombro ante la brutalidad del hecho y la saña de los asesinos hacia una persona que no molestaba a nadie, un vecino muy apreciado por todos en la colonia.
Al dolor por el homicidio de Pedro Silva (61), en los días posteriores se sumó la indignación ante la falta de responsables de tan horrendo hecho, ya que hasta el momento los investigadores policiales no hallaron a los culpables ni tienen sospechosos.
La sensación de impunidad se impone y se acrecienta el temor entre los habitantes de la zona, en su mayoría productores y trabajadores rurales.
La víctima residía solo, en una chacra ubicada en cercanías del camping del arroyo Chapá, sobre ruta provincial 5, a unos tres kilómetros del caso urbano de Alberdi.
Tenía algunos animales, plantaciones anuales para consumo propio y percibía una pensión mínima que cobró días antes. Por ello, el miércoles a la tarde fue al pueblo, a pie como hacía siempre, para pagar unas cuentas y comprar algunas mercaderías.
Varios vecinos declararon haberlo visto caminando con un par de bolsitas de regreso a su chacra, iba solo y cordial como siempre. Fue la última vez que lo vieron con vida.
El viernes al mediodía un conocido de la familia le comentó al cuñado de Silva que él hacía dos días que no lo veía. Lo que primero le llamó atención fue que no había cambiado a sus animales de lugar de pastoreo, como es de rutina en la chacra. 
Fue así que los parientes fueron hasta el lugar y hallaron el cuerpo tendido boca abajo, en el acceso a la vivienda. La víctima estaba sin vida y, a simple vista, se notaba una profunda herida en la cabeza.  

Lo remataron
Ayer, en diálogo con El Territorio, la hermana de la víctima se mostró abatida por la tragedia, comentó pormenores del caso y reclamó mayor celeridad en la investigación para dar con los autores del hecho.
“Primero se pensó que lo mataron de un balazo, pero la autopsia confirmó que le golpearon en la cabeza con un objeto contundente. Cuando lo vi no podía creer lo que le hicieron, que haya tanta maldad. Tenía la cara muy golpeada, la mandíbula rota y marcas en el cuello”, describió Rosa Silva, de profesión docente.
Al respecto, se presume que los homicidas ahorcaron a la víctima y lo remataron con un golpe en la cabeza, lo que grafica la saña demencial con que actuaron. Precisamente, por la cantidad de lesiones se presume que fue golpeado por al menos dos personas.
La vivienda estaba cerrada con llave y no faltó nada del interior, según los familiares, por lo que se presume que Silva fue abordado por los asesinos y se resistió al robo.
“Por ahí lo estaban esperando o fueron hasta la casa con él, porque tenía muchos conocidos. No se sabe cómo fue porque no hay vecinos cerca y dice que nadie lo vio con otras personas por la chacra. Pero no creo que los culpables estén muy lejos, tienen que ser de la zona, nomás”, especuló. 

“Tienen que pagar”
En tal sentido, mencionó que el o los culpables le sacaron el poco dinero que portaba la víctima, como también la campera y hasta los cigarrillos y el encendedor, elementos que siempre llevaba encima porque era gran fumador, explicó.
Recordó que “esos días hacía mucho frío y me llamó la atención que no tenía su campera. Después hablando con gente que le vio en el pueblo me contaron que el miércoles tenía campera. Eso quiere decir que los asesinos le sacaron”.
A pesar de los datos aportados por la familia, hasta el momento la Policía no dio con los autores del hecho.
“Esos tienen que ser unos rateros de acá, no más. Es terrible lo que le hicieron a mi hermano y tienen que pagar. Lo mataron por unos pesos, la campera, los cigarrillos y el encendedor. Era una buena persona, nunca le hizo mal a nadie”, subrayó acongojada. 
Ante el estancamiento de la investigación y la falta de sospechosos, algunos vecinos muy alarmados llegaron a especular con la presunta responsabilidad de la misma banda de brasileños que el lunes 30 de julio intentaron copar la cárcel de Oberá y que continúan prófugos, al menos tres de ellos.
Si bien esta versión fue desestimada por las autoridades policiales, el rumor avanza en la colonia y siembra temor. 

Un caso muy similar

Tras el homicidio del pensionado Silva, inmediatamente los habitantes de Alberdi recordaron los pormenores del asesinato de Ramón Ángel De Lima (53), ultimado a fines de noviembre del 2016 en la misma zona. La diferencia sustancial entre uno y otro caso, es que desde un primer momento la Policía dio con los sospechosos de matar a De Lima, puesto que varios testigos los vieron juntos en las horas previas al hallazgo del cadáver. Fue así que el 19 de junio pasado, Jonathan Catriel Bustamente (21) y Juan Leonardo Jatof (41) fueron sentenciados a trece años de prisión en juicio abreviado, por lo que reconocieron su responsabilidad en el hecho. El cadáver de la víctima fue hallado el 29 de noviembre del 2016 dentro de un pozo en una chacra ubicada en inmediaciones al arroyó El Chapa. Se estableció que los acusados quisieron sacarle dinero, De Lima se resistió y lo ultimaron de un hachazo en la cabeza.