Llevó a su nieto de 13 años a la Policía para que relate un brutal asesinato

martes 10 de marzo de 2020 | 23:25hs.
En el lugar donde cayó agonizante el vendedor ambulante aún había un manchón de sangre.
En el lugar donde cayó agonizante el vendedor ambulante aún había un manchón de sangre.
Un hombre que se ganaba la vida vendiendo chipas fue asesinado con un arma blanca en los primero minutos de la víspera y por el homicidio detuvieron a tres jóvenes de entre 18 y 20 años de edad.

El hecho ocurrió en los primeros minutos de la víspera en el barrio Parque Adam de Posadas y al cierre de esta edición los investigadores no habían identificado a la víctima, aunque los vecinos del barrio dijeron que podría llamarse Víctor, que tenía entre 50 y 60 años y se apodaba Paraguayo debido a su nacionalidad.
Los detenidos fueron identificados por la Policía de Misiones como Augusto G. (20), Kevin F. (18) y Maximiliano F. (23), aunque los dos primeros aparecen como los más comprometidos. Todo habría ocurrido, según se estableció, en medio de un intento de asalto.

Más allá de las investigaciones de los efectivos abocados al caso, la declaración de un menor de edad de 13 años en horas de la tarde de ayer encaminó la pesquisa. El adolescente se presentó espontáneamente en la Comisaría Tercera junto a su abuela (65) y admitió haber visto la secuencia que terminó en una sangrienta muerte.
Ante los uniformados dijo que Augusto “Monito” G. (20) y Kevin “Dengue” F. (18) habían matado al vendedor ambulante al intentar robarle sus pertenencias. Detalló que el menor de ellos lo atacó primero con un arma blanca y luego Augusto lo remató con un cuchillo que portaba la víctima. Después, ambos huyeron.
Una vez notificado del hecho, el juez Ricardo Balor, titular del Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, ordenó que se le tome la declaración frente a su abuela. Hasta ayer no había detalles sobre la situación del menor, pero todo indica que no podrá ser investigado por la Justicia ordinaria debido a su edad.

Por otro lado, efectivos de la Comisaría Tercera y de la Dirección de Homicidios detuvieron después a los señalados por el adolescente, quienes se unieron a Maximiliano F. (23), joven que ya había sido aprehendido horas antes.

El crimen

El homicidio que se investiga ocurrió en la calle 33 del Parque Adam, a unos pocos metros de la intersección con la avenida Tierra del Fuego. Se trata de un lugar muy transitado, a unas pocas cuadras de la Costanera de la capital provincial, pero que según los vecinos no presenta correcta iluminación por las noches.
Según reconstruyó El Territorio en base a fuentes policiales y habitantes de la zona, la víctima cayó malherida poco después de la medianoche en la vereda de la mencionada avenida, luego de caminar varios metros con un cuchillo clavado en la espalda. Un vecino del lugar, que estaba frente a su casa, escuchó sus gritos y fue el primero en asistirlo.

Desconfiado de lo que estaba sucediendo, primero le gritó desde su vivienda para saber cómo se encontraba y si le habían robado, pero no tuvo respuestas y se acercó a asistirlo. Otros personas que advirtieron la situación llamaron de inmediato a la ambulancia e incluso un enfermero que pasaba por el lugar se detuvo y le practicó RCP hasta la llegada del móvil, que respondió muy rápido, según los testigos.

Se dijo que el hombre atacado no llegó a expresar qué le sucedió, sino que simplemente señaló a su presunto agresor diciendo “por qué me hiciste esto”. El apellido que vociferó, según pudo saber este medio, coincide con el de dos de los detenidos, que serían hermanos.

Muy malherido

Desde un primer momento quienes intervinieron en la escena advirtieron que la situación era prácticamente irreversible: además de un cuchillo clavado en la espalda, la víctima tenía un corte muy grande debajo de la zona costal, con las vísceras expuestas. De todas formas pudo ser asistido y llegó al Hospital Madariaga, donde lo internaron a las 00.50.

“El paciente está muy inestable, los vasos sanguíneos se encontraban perforados y se le realizó una reconstrucción intestinal. Está entubado, en coma”, fue el primer informe médico que recibieron las autoridades. Doce horas después, a las 12.50, se informó desde el nosocomio el deceso y el cadáver fue remitido a autopsia tras la solicitud del médico policial.

El desconocido, que vestía una camisa blanca y jeans, solía vender chipas a pie y al parecer vivía en una humilde vivienda cerca del lugar. Incluso a unos 50 metros de donde cayó, sobre la calle 33, se hallaron una manta, un canasto y bolsas chicas varias tiradas sobre el empedrado.

La escena fue preservada y en horas de la mañana se hicieron varias labores periciales de rigor, como la detección de cámaras de seguridad. También se dio intervención a la Dirección de Homicidios, que hizo las averiguaciones y en principio señaló al mayor de los apresados, quien también tendría el apodo de Dengue.
Cerca de las 15, con la presencia del titular del Juzgado de Instrucción Seis, Ricardo Balor, se procedió a un allanamiento en la casa 154 del mencionado barrio. Al lugar ingresaron varias comisiones policiales y detuvieron a Maximiliano. También se incautó un cuchillo tipo cocinero con mango de plástico blanco.

Sangre y voces

El Territorio estuvo ayer en el lugar donde ocurrió la secuencia y aún hay manchas de sangre donde pereció el trabajador ambulante. Entre los testimonios de los vecinos recolectados se resalta el de Francisca (65), una de las personas que asistió a la víctima mortal. “Mi hijo escuchó los gritos del otro lado. El hombre venía caminando, se cayó, se levantó y volvió a caerse ahí”, empezó relatando la mujer.

“Se fue (su hijo) para ayudarle y se dio cuenta de que tenía un cuchillo clavado en la espalda y las vísceras todo afuera. Una chica que llegaba llamó a la ambulancia; también llamó mi hija porque es una situación que te desespera ver una persona que está desangrándose. Enseguida vino la ambulancia”, agregó.

Resaltó el trabajo del enfermero que pasaba por el lugar y se detuvo a ayudar antes de la llegada del móvil sanitario e insistió: “Entre todos ayudamos, yo también, para parcharle las heridas. Tenía un cuchillo clavado en la espalda y tenía un tajo grande en la zona costal”. Agregó que allí cerca había otra arma blanca.
“Si nosotros no le ayudábamos capaz el hombre amanecía muerto ahí porque a esa hora ya no había nadie, ya estaba en silencio en barrio”, especuló con pesar la entrevistada, quien destacó la constante presencia de los efectivos policiales en el barrio.

Asimismo, vecinos de la cuadra expresaron que se repiten los robos en el lugar, aunque no quisieron dar mayores declaraciones por temor a represalias. Una familia, incluso, atendió al equipo periodístico de este medio detrás de un portón que estaba asegurado con una gran cadena y un importante candado. “Tres veces ya nos robaron”, fueron las palabras.

También se señaló a los detenidos y sus familiares como los responsables de varios delitos de este tipo en la zona.
Los implicados tendrán la posibilidad de dar su versión de los hechos en audiencia indagatoria una vez que el sumario policial sea girado a las autoridades judiciales.


En cifras

12

Según el informe policial, el chipero agonizó 12 horas. Ingresó a las 00.50 al Hospital Ramón Madariaga y falleció a las 12.50.