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Liberaron a la pareja de la mujer encontrada muerta en su casa de Villa Urquiza

miércoles 13 de febrero de 2019 | 16:50hs.
La casa de Villa Urquiza donde fue encontrada muerta la mujer
En la jornada de este miércoles, la Justicia decidió liberar, pero manteniendo supeditado a la causa, a Juan Carlos M., de 43 años, quien en la noche del martes encontró muerta a Fernanda Gabriela Silva (54), en su casa del barrio posadeño de Villa Urquiza. El hombre había sido quien encontró a la mujer, colgada de una soga en el baño, y dio aviso a la Policía. Las primeras pesquisas pusieron en duda el relato Juan Carlos, ya que la mujer evidenciaba, además de las heridas del ahorcamiento, una herida de bala.

Pero con el correr de las horas la Justicia decidió liberarlo, ya que las pruebas de parafina que se le realizaron dieron negativo, lo que demostró que no había disparado un arma en las últimas horas, y además se contempló que en ningún momento intentó obstruir la investigación.

De acuerdo a las fuentes, dichos exámenes habrían dado resultado positivo en la mujer y negativo en el hombre, lo que indicaría que ella fue quien manipuló el arma de fuego. En este contexto cabe aclarar que de este examen se obtienen resultados que son carácter orientativos, mientras que los definitivos son las pruebas de absorción atómica que también fueron efectuados, pero que cuyos informes finales demoran más tiempo en conocerse.

Un caso complejo

Desde un principio el caso fue calificado como complejo y con una trama difícil de reconstruir  por los investigadores producto de la cantidad de aristas que confluían en el hecho.

Es que el fallecimiento de la mujer se conoció el lunes a la tarde-noche, cuando un hombre llamó al 911 para alertar que había encontrado a su esposa colgando de una soga en el baño, pero todo cambió ayer a la mañana cuando los forenses encontraron un proyectil en la cabeza de la víctima y obligó a los pesquisas a no cerrar el caso.

Según pudo reconstruir este matutino, ese lunes a las 19.30 el 911 recibió el llamado del sujeto identificado como Juan Carlos M. (43), quien pidió la presencia policial en su vivienda ubicada en Estado de Israel 4041 del barrio Villa Urquiza ante el suicidio de su esposa.

De inmediato, una comisión de la Comisaría Tercera acudió al lugar y al llegar se encontraron con el hombre, quien relató que 20 minutos antes había llegado a su casa y al avanzar hasta un baño ubicado en la planta alta de su inmueble encontró a la mujer colgando de una soga atada al techo.

En la continuidad de su relato el sujeto aseguró que lo primero que atinó a hacer fue buscar un cuchillo y cortar la soga para bajar a la mujer. Y, justamente, ese fue el escenario con el cual se encontraron los uniformados que acudieron al llamado.

En este contexto, los efectivos intervinientes decidieron preservar la escena y dar aviso a las autoridades judiciales en turno, quienes ordenaron efectuar las correspondientes pericias en la escena como así también el secuestro de los elementos presuntamente utilizados para el hecho.

Tal como marca el protocolo, el cuerpo fue examinado por un médico policial quien dictaminó que la víctima, de contextura física robusta, presentaba un signos compatibles con un ahorcamiento, aunque de igual forma se solicitó el examen de autopsia.
Una vez que el cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial, su concubino fue llevado a sede policial donde brindó declaración testimonial y aportó el mismo relato vertido inicialmente.

En ese marco había quedado el caso, pero todo se vio revolucionado ayer a la mañana cuando los forenses culminaron el examen de autopsia e informaron que en la cabeza de Silva habían encontrado un proyectil calibre 22 milímetros.

Esta situación obligó a las autoridades a profundizar la pesquisa del hecho y los investigadores regresaron a la vivienda de Villa Urquiza, donde terminaron incautando un revólver calibre 22 largo.

Pericias al detalle
El proyectil detectado en la autopsia sumado al hallazgo del  arma de fuego en la vivienda dejó entrever la posibilidad de que el caso pudiera tratarse de un homicidio.

Sin embargo, con el correr de las horas los pesquisas fueron sumando otros elementos que abonan la teoría del suicidio con mayor fuerza.

Es que a pesar del hallazgo del balazo, los forenses dictaminaron que la causa de muerte de la mujer efectivamente se trató del ahorcamiento y no del disparo, lo que trazó el escenario de una trama aún más compleja para resolver en poco tiempo.

Según indicaron las fuentes, el proyectil quedó alojado entre el cuero cabelludo y el hueso de la cabeza de la mujer, es decir que no alcanzó a provocar lesión encefálica alguna.

Esto fundamentaría en cierto punto el hecho de que cuando el médico policial examinó el cuerpo dentro del baño donde se habría producido el desenlace, no encontró sangrado y tampoco pudo advertir a simple vista la herida, situación que ya sucedió en otros casos en los cuales hubo incidencia de un proyectil calibre 22 como por ejemplo en la muerte de Guido Kachuk o de Franco Emanuel Sotelo, en los que incluso después de una primera autopsia no se había advertido el balazo que presentaba.

Con esto sobre el tapete, la posibilidad de que la mujer se hubiese autodisparado con intenciones de suicidarse y al no lograrlo luego haya decidido ahorcarse fue barajada, por más increíble que esto parezca.

A partir de ahí se avanzó en analizar la trayectoria del disparo, pero lo que terminó de inclinar la balanza hacía la hipótesis del suicidio fueron los exámenes de guantelete de parafina ordenados a realizar tanto en la mujer como en su concubino.

En paralelo a todo esto, los voceros señalaron que entre las pericias ordenadas también se extrajeron muestras genéticas debajo de las uñas de la mujer y desde el mediodía los pesquisas también realizaron diversas averiguaciones tendientes a reconstruir la relación de la pareja. El resultado final del cúmulo de pericias determinará finalmente qué sucedió en la vivienda de Villa Urquiza.

Por último también se había ordenado un entrecruzamiento de datos entre juzgados de familia para establecer si existían denuncias previas por hechos de violencia o conflictos de algún tipo entre la mujer y el hombre.

Por otra parte, a todo esto incluso se suma que los voceros consultados narraron que en el interior de la vivienda hallaron varios elementos y objetos de santería de variados cultos.

En el hecho trabajaron los efectivos de la Comisaría Tercera, en conjunto con el personal de la Dirección Homicidios y de Criminalística. En tanto, en la causa toma intervención el Juzgado de Instrucción Uno, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo.
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