“La verdad que no tengo palabras, estoy indignado y con mucha bronca”

martes 04 de agosto de 2020 | 3:00hs.
“La verdad que no tengo palabras, estoy indignado y con mucha bronca”
“La verdad que no tengo palabras, estoy indignado y con mucha bronca”
El debate oral que estaba previsto que iniciara hoy en la capital provincial por el femicidio de Gisel Rodríguez Da Silva (26), ocurrido en marzo de 2016 en la chacra 32 - 33 y que debía ventilarse en el Tribunal Penal Dos, finalmente se suspendió y deberá reprogramarse, según indicaron a El Territorio fuentes judiciales ligadas al proceso.

Por el crimen está detenido la ex pareja de la víctima, Carlos Martín Ruiz Díaz (31), quien ahora deberá esperar que se establezca una nueva fecha de inicio de las audiencias.

De acuerdo a lo que pudo averiguar este matutino, no trascendieron los motivos que motivaron la suspención y ahora el Tribunal deberá análizar posibles fechas disponibles, con la dificultad de que tiene la agenda de debates cargada.

Por otro lado, la noticia no cayó para nada bien en el entorno más cercano de la víctima, ya que hasta ayer por la tarde no habían sido notificados formalmente de la novedad. Y sí se enteraron a partir de la consulta de distintos medios.

En diálogo con este medio, Waldemar Rodríguez Da Silva no ocultó su enorme desilusión en torno a la suspensión del juicio de su hija. Y al respecto, manifestó: “Hasta acá no puedo creer por qué motivo no fuimos notificados. Nosotros como damnificados, yo como papá de Gisel que somos los más perjudicados, por lo menos nos merecemos una notificación. Por lo menos saber el porqué. Yo entiendo que esté la pandemia pero no hay motivo para no avisarnos, no hay justificación para que se prolongue tanto tiempo el juicio”.

A la hora de describir sus sensaciones al enterarse de la novedad comentó: “La verdad que no tengo palabras, estoy indignado y con mucha bronca pero me tengo que aguantar porque soy el sostén de mi familia. Acá lloran mi señora, lloran mis hijas cuando nos juntamos y yo soy el que le levanto el ánimo. Les dijo siempre que la Justicia va a llegar”.

Además añadió: “Yo creo que nosotros no merecemos esto porque esperamos cinco años. Queremos estar en el juicio y queremos ver a la Justicia actuar. Por más que esté la pandemia vamos a estar con todo lo necesario, vamos a respetar todo lo que son los protocolos, pero nosotros necesitamos que salga el juicio como siempre lo pedimos. Esto fue todo planificado, acá la Justicia no tiene vuelta que dar, estuvo la policía científica, médicos forenses, criminalistica, tuvieron todas las pruebas y encima el tipo se fugó al Paraguay. Que más tienen que esperar”.

Por otro lado comentó que la noticia se sintió mucho en su casa, en barrio Hermoso de la capital provincial, ya que contó que durante cuatro años esperaron el inicio del juicio.

Mucho más aún desde el año pasado cuando se oficializaron las fechas de realización. “Se esperó mucho tiempo, en dos años y medio un delito de estas características tiene que ser esclacerido, no cinco años como en nuestro caso”, agregó enojado el hombre.  

Por último, sostuvo que hoy por la mañana tanto él como su familia, se presentarán en el Tribunal en busca de respuestas ante la suspención. Y pidió que se tenga en cuenta todo el dolor que desde hace cinco años atraviesa la familia tras el femicidio.

Intento frustrado de abreviado
Según pudo indagar este medio, había intenciones por parte de la defensa de Ruíz Díaz de llegar a un juicio abreviado, en el cual debería admitir su culpabilidad para evitar sentarse en el banquillo de los acusados. Sin embargo, el acuerdo no llegó - al menos por ahora - y se deberá determinar ahora una nueva fecha de juicio.

Ruiz Díaz está imputado por el delito de homicidio calificado por el vínculo, figura que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser hallado responsable al final del proceso judicial.

Según estaba estipulado, la primera de las cuatro audiencias estaba programada para hoy a las 8 y el tribunal encargado de llevar el juicio estaba compuesto por los magistrados César Yaya, Gregorio Busse y Carlos Giménez, en tanto que el Ministerio Público Fiscal iba a estar Martín Rau.

El hecho se registró el 20 de marzo de 2016, en una vivienda ubicada en el barrio Residencial Sur, detrás de la chacra 32-33 de Posadas, donde la víctima convivía junto al acusado  y a una pequeña hija de ambos, de cuatro años en ese entonces.

De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, el crimen fue perpetrado entre las 8 y las 10 de la mañana de ese día después de una discusión protagonizada por la pareja. Los estudios forenses determinaron que la víctima fue golpeada y luego estrangulada, en forma mecánica primero y con un cordón después.

Además, las pericias practicadas dentro del inmueble permitieron reconstruir que el crimen fue perpetrado dentro de una habitación y que el cuerpo luego fue trasladado hasta el sofá del living. Incluso, se estima que el acusado limpió el cadáver de la víctima en el baño.

Después de todo esto, se cree que Ruiz Díaz tomó a su hija y la llevó hasta la casa de los padres de Gisel, ante quienes esgrimió un argumento poco sólido sobre la situación.Lo sucedido despertó sospechas en los padres de la muchacha, quienes decidieron ir hasta la casa de Gisel y allí descubrieron lo que realmente había ocurrido.

Tras descubrir la dura escena, los padres de la joven dieron aviso del hecho a la Policía y allí comenzó la investigación del caso, aunque para ese entonces Ruiz Díaz ya había dejado el país a bordo de su automóvil Peugeot 405 negro.

Su salida del país quedó registrada en las planillas migratorias del puente internacional San Roque González de Santa Cruz, por lo cual la Justicia solicitó colaboración urgente a la Policía paraguaya, que un día después terminó localizando al sujeto en la terminal de ómnibus de Encarnación.

Allí, Ruiz Díaz fue detenido y trasladado a una comisaría local, instancia en la cual fue entrevistado por un equipo periodístico de la vecina localidad.“Sí”, respondió el acusado cuando una periodista paraguaya le preguntó si él había sido el autor del crimen y luego argumentó que fue “por problemas personales”, aunque toda esta declaración carece de valor judicial.

Después de eso, el hombre fue trasladado nuevamente a la Argentina, donde quedó detenido y a su tiempo fue procesado con la prisión preventiva, aunque al momento de comparecer ante la Justicia prefirió no declarar.

En la investigación del hecho participó la Dirección Homicidios e intervino el Juzgado de Instrucción Uno, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo.