La tecnología al servicio de la solidaridad

martes 04 de agosto de 2020 | 7:00hs.
La tecnología al servicio de la solidaridad
La tecnología al servicio de la solidaridad
Por Belén Spaciuk

Por Belén Spaciuk interior@elterritorio.com.ar

Grandes ideas, acompañadas de buenas acciones, pueden cambiar al mundo. O bien, el pequeño espacio que nos tocó habitar. Con esa meta y la firme determinación de generar conciencia social, la Red Alimendar Antidesperdicios se las ingenia, en tiempos de cuarentena obligatoria, para seguir asistiendo a los sectores más golpeados por la pandemia.

El grupo apostó a la tecnología y puso en marcha una reversión de la plataforma Cuarentena Solidaria Posadas. Se trata de una página web a la que se puede acceder para colaborar a través de la compra de viandas, kits de alimentos y packs de limpieza, a fin de aportar solidaridad de forma segura y siguiendo las indicaciones sanitarias vigentes.

“Se trata de ayudar a otros a través de un click”, afirmó Gionnas Borboy, referente de la Red.

El sitio web cuarentenasolidariaposadas.com.ar se potencia como un espacio de concentración de donaciones. Para ello, quienes desean sumarse a la causa pueden colaborar comprando packs de alimentos, que tienen un valor de 700 pesos, o de limpieza, de 295 pesos.

Los productos son distribuidos estratégicamente en los comedores que forman parte de la Red Alimendar y los donantes pueden hacer un seguimiento de sus aportes desde el mismo sitio.

Actualmente, la red colabora con unos 16 merenderos de Posadas: Bichito de Luz (Las Tacuaritas), Medalla Milagrosa (Villa Cabello), Comedor 213 (Miguel Lanús), Comedor San Isidro, Comedor y Merendero ‘Tu sonrisa me hace feliz’ (Itaembé Miní), entre otros tantos espacios de la ciudad.  

Además, Alimendar también lleva adelante, desde que comenzó la pandemia, el proyecto Simplemente Dar,  una propuesta en conjunto con el grupo de teatro comunitario de la Murga de la Estación. Con ellos, cocinan entre 280 y 320 raciones de viandas saludables y nutritivas una vez por semana. Por eso, en esta re-versión de la página incluyeron también la opción de donar viandas.

“De esa manera nos pueden ayudar a seguir llevando adelante la olla de los sábados comprando cinco (250 pesos) o diez viandas (500 pesos)”, detalló Borboy.

La propuesta surgió en plena pandemia “porque empezamos a notar que los comedores necesitaban mayor asistencia que antes. Y teniendo en cuenta que las recomendaciones eran no salir de casa, apostamos a que la gente pudiera comprar los packs para poder seguir asistiendo a quienes más ayuda necesitaban”, contó el voluntario.

“Fue un éxito rotundo, contamos con muchísimo apoyo. Por eso pensamos seguir avanzando en la faz solidaria y apostamos a relanzar la plataforma”, agregó haciendo referencia a que muchas veces las personas tienen la predisposición de ayudar, pero no el tiempo para hacerlo, y la plataforma virtual permite la colaboración espontánea, en cualquier momento y lugar.

Además, “es una manera de concentrar todas las donaciones en un mismo sitio, lo que facilita también la recolección de todos los donativos. De esa forma logramos también una correcta administración. Estamos canalizando y enfocando todo bajo una sola plataforma. De esa manera se realiza todo con transparencia y dirección y todos saben a donde van sus donaciones”, explicó al respecto.

La web cuenta con una guía específica de la cantidad de comedores que forman parte de la red como así también de la cantidad de packs que se han donado, la cantidad de kits entregados y también de los que restan por entregarse. Hasta ayer se habían repartido 182 packs de alimentos y 145 de limpieza. Todo gracias al aporte de voluntarios, porque se trata de generar conciencia social proyectando la participación colectiva.

“Es necesario que la sociedad accione de manera responsable. Es importante hacernos partícipes de estas acciones porque cuantos más somos, más podremos ayudar”, reflexionó Borboy.  

Así, la solidaridad teje una red entre todos quienes la practican. Día tras día se hace más fuerte, más grande. Al punto de que se convierte en una convicción social, una determinación empeñada en el bien común.