La película de Yvonne Pierron tendrá su estreno mundial en Cuba

La vida de la hermana Yvonne Pierron puede ser material para innumerables libros, filmes o ensayos. Porque la monja francesa que vivió la mayor parte de su vida en Misiones dedicó su vida al servicio de los demás y a las luchas sociales.
En ese contexto, Yvonne es el nombre del último largometraje, dirigido en esta oportunidad por Marina Rubino, que rescata parte de sus experiencias. La posproducción finalizó el último mes: se ajustaron los motores porque el equipo recibió la noticia de que Yvonne quedó seleccionada para formar parte de la 40ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana que tendrá lugar del 6 al 16 de diciembre próximo, en Cuba.
El filme será el representante argentino en la sección Memoria dentro del apartado Latinoamérica en Perspectiva.
La vida de la monja francesa que llegó a Argentina es una historia paticular porque sobrevivió nada más y nada menos que a la Segunda Guerra Mundial y a la última dictadura militar argentina. Sin embargo, los peligros que afrontó no le generaron temor ni deseos de dar el brazo a torcer.

Estreno mundial
La presentación será el estreno mundial del filme que se rodó en Misiones y en Corrientes desde el 2014 hasta el 2016 y Rubino estima que para mayo del año que viene se haría la proyección en Pueblo Illia, lugar que la adoptó como una de los suyos y donde Ivonne dejó su huella: fundó un albergue que lleva su nombre y eligió ese sitio para que descansaran sus restos.
“Es muy importante, muy simbólico para nosotros que se estrene en ese lugar que es el de la Revolución. Yo estoy segura de que a Yvonne le hubiese encantado ir a la presentación”, reconoció a El Territorio la realizadora audiovisual.
La relación de Rubino con Yvonne comenzó a principios del 2000 cuando la realizadora llegó a Posadas para una reunión del Consejo Nacional de la Mujer Indígena. En 2013 le propuso hacer la película y de 2014 a 2016, tuvo lugar el rodaje.
“Nos contactamos con algunos de sus amigos y pudimos reconstruir una serie de mapa. Ella vivió muchas vidas en una vida, pero sobre todo nos interesaba ella como testigo de todas aquellas luchas”, contó Rubino.
En la película se escucha a la propia Yvonne en voz en off contando su historia en su idioma natal, el francés. Se la ve a ella en su cotidianidad, recorriendo los lugares en los que dejó su huella indeleble. También hay un rico archivo como material audiovisual de su declaración en la Megacausa Esma, sus días en Nicaragua apoyando la lucha campesina y fotos que aportaron sus amigos y familiares.
“Tratamos de no invadirla tanto. Jugamos a hacer la película, ella tenía un humor tremendo, se reía de nosotros. Y decidimos que todas las charlas con ella fueran en francés porque ella pensaba en ese idioma y los recuerdos estaban más frescos. Había cosas de las que no se acordaba, pero muchas otras sí, que no es poco, tenía recuerdos muy fuertes”, destacó Rubino sobre aquella etapa de rodaje.
En esa misma línea, continuó: “Ella nunca olvidó. Tenía culpa y dolor por sus hermanas (Léonie Duquet y Alice Domon), estaba indignada de que se tirase a personas al mar. Ella enseñaba con el ejemplo, recuerdo una vez en el rodaje que le dieron una porción de sopa paraguaya y ella repartió a todos un pedazo de su porción”.