La oscura historia del narco detenido junto a dos sargentos de la Policía

domingo 24 de marzo de 2019 | 13:14hs.
La oscura historia del narco detenido junto a dos sargentos de la Policía
La oscura historia del narco detenido junto a dos sargentos de la Policía
Por Carlos Manuel Cardozo
fojacero@elterritorio.com.ar

Una organización narco que manejaba, además de la droga, armas incautadas, dinero apócrifo y autos robados. Incluso los últimos detalles recabados indican que también cometía asaltos. Un combo delictivo completo e impulsado por dos sargentos de la Policía de Misiones y un sujeto siempre ligado al mundo del hampa, quien además estuvo preso la muerte de su mujer. Una banda tan profesional como peligrosa. 

En la jornada del viernes, los uniformados de la fuerza provincial Diosnel Sebastián V. -sargento ayudante- y Marcelino Segundo S. -sargento- y Oscar Alberto ‘Beito’ Ríos fueron detenidos en Eldorado junto a la mujer de este último por Gendarmería Nacional. Su captura fue ordenada por el titular del Juzgado Federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, quien los investigaba desde noviembre de 2018.

Como informó ayer este medio, además de las detenciones, se concretaron nueve allanamientos en diferentes puntos de Eldorado y Puerto Piray, incluyendo los depósitos judiciales de los Juzgados  de Instrucción Uno y Dos y el Tribunal Penal Uno local. Allí, buscaban precisamente armas que los policías debían cuidar, pero en verdad habrían robado para concretar sus turbios negocios. 

Los procedimientos sobre las sedes judiciales culminaron recién ayer, ya que se trabajó sobre seis depósitos con cerca de 3.000 armas. Respecto a eso, se supo que el juez Miguel Ángel Guerrero decretó el secreto de sumario por diez días, aunque de forma extraoficial trascendió que ya se había detectado faltantes en los dos juzgados. 

Cómo operaban
Más allá de eso, fuentes confiables ligadas a los procedimientos revelaron a El Territorio resultados de los otros allanamientos, lo que da una cuenta del poder de fuego que manejaba la organización. Se secuestraron catorce armas y 200 municiones, además de tres vehículos, cuatro motos, diez teléfonos celulares, computadoras y pendrives. En cuanto al dinero, el saldo final arrojó 122.000 pesos en diferentes divisas. 

La investigación sobre la organización estuvo a cargo de la Unidad de Procesos Judiciales de GNA y Agencia Nacional de Inteligencia (AFI), quienes en enero descubrieron los vínculos de la banda narco investigada con los policías, además de sus otros negocios. En los procedimientos del viernes, en tanto, colaboraron la Unidad de Operaciones en Monte de la misma fuerza y personal del Escuadrón 50 de Posadas. 

Según trascendió, además de los ilícitos antes mencionados, a los policías y Beito Ríos se les endilgaría varios asaltos. Operaban en varios puntos del Norte provincial, pero su actividad se concentra en la frontera seca, más precisamente en Bernardo de Irigoyen, de donde es oriundo el civil involucrado. 

Al parecer la asociación ilícita -caratula de la causa- que conformaban se encargaba de llevar las armas “judicializadas” a la frontera para poder venderlas, pero también concretaban asaltos para hacerse de camionetas y vehículos con fines de comercializarlos y transportar los estupefacientes a las grandes centros de consumo. Por eso fueron definidos como “polirrubro”. 
Un detalle no menor respecto a esto es que el robo automóviles en esa zona es muy común y muchos de ellos son traídos desde Brasil gracias a las facilidades que presenta su geografía. 

Femicida en libertad
Sobre los integrantes de la banda, quien siempre estuvo ligado al mundo del delito fue Oscar ‘Beito’ Ríos. Natural de la frontera seca, quienes lo conocen o lo conocieron a lo largo de su vida lo definen como una persona muy peligrosa, temida, que siempre estaba armado y ligado a “la pesada”, dijeron. Nadie supo nunca su verdadero oficio, aunque en las últimas horas parece haber quedado claro. Un investigador lo definió como “delincuente y asesino” y se supo que cuando allanaron en su casa buscó escaparse por el patio trasero. 

Sus antecedentes en las páginas de policiales datan del año 1998 -hace 21 años- cuando disparó y mató a su por entonces pareja, la docente correntina Nélida Galvaliz (31), con quien tenía tres hijos y convivía en el barrio de suboficiales de Gendarmería Nacional. Ocurrió el 25 de octubre a la madrugada y se trata de un caso marcado por las suspicacias que hasta hoy generan una sensación de injusticia y miedo, ya en un juicio todo quedó como un mortal accidente. 

Según Ríos, en medio de una discusión de pareja, él había sacado su revólver calibre 38 para amedrentar a su compañera y en ese momento se le escapó un tiro que le impactó en el abdomen. El hombre fue quien llevó a su concubina hasta el hospital local, pero expresó que se quedó sin combustible en el camino, por lo que la mujer terminó falleciendo a causa de la pérdida de sangre, antes de ingresar al quirófano. Beito, quien al parecer estaba ebrio, quedó detenido . 

La versión del señalado homicida rápidamente fue puesta en duda. Sobre todo porque salieron a la luz varios episodios de violencia de género y se halló una carta donde la víctima relataba que tenía miedo que su marido la mate y que era sometida constantemente a golpizas. La misiva fue publicada por este medio en su edición del 5 de noviembre del 1998 (ver Carta de una madre).

En la misiva, que estaba dirigida a sus hijos, Galvaliz dijo: “Con el dolor en lo más profundo debo contarles algo muy triste. Su papá volvió a decirme que va a terminar matándome, siempre lo ha dicho y si sucede, les pido aquellas personas que se hagan cargo de ustedes, que las respeten siempre”. El relato estremece y, por si eso fuera poco, Galvaliz también dejó una foto donde se apreciaba un ojo con hematomas. 

Los familiares de la mujer le habían dicho en innumerables ocasiones que se alejara de él e incluso planearon que se ocultara en Buenos Aires por un tiempo para que no la encuentre. Sabían que la maltrataba -sobre todo cuando cobraba su sueldo de maestra-, quisieron ocuparse, pero no lo lograron.  
Las dudas y suspicacias se siguieron sumando. Al menos dos testigos vieron al hombre durante la madrugada a las 3.00 y 3.20 con su mujer herida en el vehículo e incluso uno de ellos dijo que el Ríos paró a tomar algo en un bar. “Se paseo con su mujer muerta por todo el pueblo”,  es lo quedó en el imaginario social. 

También se relató - siempre en base a las publicaciones periodísticas de esa época - que la madre del detenido era enfermera y trabajaba en el hospital local, por lo pudo haber limpiado el cuerpo de la mujer, que también presentaba lesiones internas,  para aliviar la situación de su hijo. Sus familia declaró en ese sentido expresando que en el velorio detectaron marcas en su cuello. 

“Fue un femicidio directo, la mató frente a los hijos, no es poca cosa lo que pasó. Nadie entiende cómo puede estar libre un hombre que mató a una persona”, dijo en diálogo con El Territorio un familiar directo de la víctima, que actualmente vive fuera de la provincia. El temor de expresarse sobre el tema persiste hasta hoy, ya que como hace 21 años, creen que hubo muchas irregularidades en la investigación. 

Sobre el juicio, los protagonistas no recuerdan cuándo ocurrió por lo que se hizo imposible consultar con los archivos de este medio. Sí coinciden que la pena fue menor. “Fue condenado a una pena de homicidio culposo, pero bien no me acuerdo”, relató una persona que participó del debate oral. “Si estuvo dos años es mucho” agregó el familiar de Galvaliz consultado.  Así estuvo libre, hasta que la Justi cia fue nuevamente por él.

Carta de una madre
Nélida Galvaliz a sus hijos
La que escribe es mamá, la que siempre está con ustedes, la que trabaja y piensa todo el día en ustedes y sepan que desde que nacieron mamá siempre piensa en el bienestar de ustedes, deseo que sean siempre los mejores, no en fuerza sino en conducta, en ejemplo de personas de bien, que sean solidarios, que sean buenos con todas las personas, desde el más chico hasta el más grande, respetuosos y que tengan siempre vergüenza de las cosas que no deben hacer y que no las hagan. Les pido que se queden siempre entre ustedes, que se cuiden uno a otro, cuiden a su hermanita. Con el dolor en lo más profundo debo contarles algo muy triste. Su papá volvió a decirme que va a terminar matándome, siempre lo ha dicho y, si sucede, les pido aquellas personas que se hagan cargo de ustedes, que las respeten siempre. Pero si les digo que no dejen que nadie los basuree, por eso ustedes tienen que ser buenos ejemplos; mamá sabe lo que es no tener mamá y es muy triste, siempre van a ser bien recibidos porque mamá siempre fue una buena mujer. Hijos, amense, mesquinense, estudien, trabajen, sean honestos, siempre con la verdad, los quiero mucho y si mamá llega a morir y si es cierto que después de muerta puedo estar con ustedes, sepan que velaré por ustedes las 24 horas de suis vidas; los quiero mucho, firma Mamá.