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“La música es vocación y respeto por los ancestros”

jueves 20 de septiembre de 2018 | 0:30hs.
“La música es  vocación y respeto  por los ancestros”
Los Encina tocan el sábado en la peña capitalina; resaltaron la importancia de este espacio.
Los Encina tocan el sábado en la peña capitalina; resaltaron la importancia de este espacio.
Los Encina, Nito y Nico, subirán por primera vez al escenario de la Peña Misionero y Guaraní calle Buenos Aires 1546- este sábado a partir de las 22.
El dúo estrenará canciones de su autoría, las cuales componen un nuevo disco -el cuarto de padre e hijo- y que será presentado oficialmente en noviembre.
Antes del concierto en la popular peña organizada por Joselo Schuap, Julio Encina -más conocido como ‘Nito’- y su hijo Nicolás  ofrecieron una entrevista a El Territorio.
En la charla, los músicos destacaron la importancia de contar con un espacio abierto a los artistas de todos los géneros y especialmente para quienes se dedican al cancionero regional.
“Tiene muy buen sonido, el lugar está pensado para tener buena acústica, y la expectativa es grande porque las peñas ya las he visto y se crea un ambiente cálido y festivo”.  
Además resaltó, “promueve la música nuestra, los músicos de acá y eso tiene un grandísimo valor y es el espíritu de la peña”. 
El hombre nacido en Chaco y criado en la zona de El Brete es un artista comprometido con el fomento de la cultura.
“Creo que esta peña genera un espacio que hacía falta en Posadas, donde además de la diversión, los buenos momentos, la comida típica está en el centro el talento y el compromiso del artista”. 
Por su parte, Nico señala que la peña “es un lugar de verdadera  interacción entre el público y los artistas, donde cualquiera puede ponerse a cantar o tocar un instrumento y a vivir el arte libremente, que es la expresión popular más genuina”. Los músicos cuentan sobre la entrañable relación que los une: sangre y talento, “compartimos un sentimiento de pasión por lo que hacemos, de verdadero esfuerzo y dedicación para hacer música y perfeccionarnos”.
En este sentido, Nico completa: “Un objetivo es que la música que uno hace despierte en quien escucha una emoción, que toque una fibra; que la música sin sentimiento no es nada, si no provoca algo en el interior de quien canta, toca o escucha o baila, la música y el artista se vuelven robots”.  
Con su extensa trayectoria, Nito apoya: “Si hacés música con el corazón vas a llegar, te va a tomar tiempo pero lo vas a lograr, pero  si lo hacés sin sentimiento no te sirve”; y expresó, “siendo profesor hay que enseñar esto al estudiante”.
En la misma línea, Nicolás describe: la música tiene dos partes, una espiritual “que te incentiva a seguir”, y otra técnica “que es la herramienta que posibilita la ejecución”. Entonces, su padre recuerda que Nico en lugar de soñar con un auto o cosas de los jóvenes,  “él quería un bandoneón”.
Nicolás siguió la huella de su padre desde niño, aprendió a tocar guitarra viéndolo y luego fue por el acordeón. Gracias a su padre y a su célebre tío Moni Encina, reconoció, “siempre en mi familia me dieron el espacio para experimentar y aprender con la música, con los  instrumentos, el bandoneón es muy difícil y por eso me gusta, es un desafío”.
Por último, dieron  una clave para los jóvenes músicos, “la dedicación es importante, pero no sirve de nada si no está fundamentada en el querer, en una vocación y un profundo respeto por nuestos ancestros”.
“Porque la música es memoria y a la vez, presente”, consideraron, y para su su caso es ADN.
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