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La falta de lluvias genera estragos en las chacras

sábado 18 de agosto de 2018 | 7:00hs.
Las hojas verdes, entre las más perjudicadas.
Esteban Bueseck

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar

La falta de lluvias en la región y en las altas cuencas hídricas del Brasil, sumada a la baja de los caudales de ríos y arroyos en la provincia, está generando duras consecuencias en las chacras misioneras.
Esa realidad se hace notoria al charlar con productores en las diferentes ferias que funcionan tanto en Posadas como en distintas localidades del interior.
Para hacer frente a esa situación algunos comenzaron a rematar ciertos productos que llegan casi secos o lanzan ofertas para, de alguna manera, intentar paliar la situación.
“Con la cebollita armamos mazos más chicos y los vendemos tres por 10 pesos”, así podemos seguir subsistiendo, coincidieron los productos que ofrecen sus mercaderías en la feria de Santa Rita de la capital provincial.
“En mi chacra trabajo con tajamar y toda esta falta de agua nos está afectando muchísimo, tanto a las verduras que están bajo cubierta como a las que no”, señaló Roberto Rosniski, productor de Cerro Azul.
El hombre que trabaja junto a su familia contó que al complejo cuadro climático se le suman los “constantes aumentos en los insumos y en el combustible que usamos para poder traer la mercadería hasta acá”.
De su lado, Fernando Do Santos, otro de los feriantes que acude a los distintos mercados posadeños para vender la producción que saca desde sus chacras en el barrio San Isidro, pintó un panorama aún más desalentador. “Tengo una hectárea de cultivos y por día, para regar, necesito 10 mil litros de agua. Yo trabajo con pozos y hoy no tienen agua y los pronósticos no prevén buenas lluvias en las próximas semanas”, dijo el hombre.
“La situación está fea y nosotros ya estamos viendo la opción de cambiar la forma de cultivo porque hace meses estamos igual. Queremos empezar a sembrar con hidroponia (método de cultivo que en lugar de tierra utiliza únicamente soluciones acuosas con nutrientes químicos disueltos, o con sustratos estériles). Esa es la única solución que vemos por el momento, pero requiere de una gran inversión, aunque a fin de cuentas los costos y las pérdidas terminan siendo menores a la hora de la siembra”.
En sintonía, Norma Caballero, productora de Gobernador Roca, expresó que “la tierra está muy seca. En mi chacra, que es totalmente familiar y de eso vivimos, el arroyo ya no tiene más agua. A los otros vecinos de la picada les está pasando lo mismo”. “Hace un mes plantamos perejil y cebollita, que tardan 20 días en nacer, y no nació nada. Eso ya se perdió, es plata perdida, porque las semillas están carísimas, y es trabajo tirado a la basura. Hoy todas nuestras esperanzas se vinieron abajo, porque vivimos de la chacra y si no tenemos esto no tenemos qué llevar para comer”, sentenció angustiada la mujer.

Ganado y tabaco, afectados
La falta de lluvias también se siente en la zona Norte, principalmente en las pasturas para los animales, que ante la falta de agua no tienen brotes suficientes para pastar. En la zona de Montecarlo los colonos hacen un esfuerzo diario para obtener el líquido vital. Al no contar con agua suficiente en sus pozos perforados recurren a los arroyos cercanos y la trasladan en tachos tirados en carreta con bueyes o con los tractores rumbo a las producciones.
Más al norte, en la zona de Wanda, el productor Samuel Doichele contó a El Territorio que el sector tabacalero también está sintiendo los efectos de la escasez de precipitaciones. “Los que se están viendo perjudicados son los colonos que quieren comenzar a plantar tabaco, los viveros de tabaco llevan mucha agua. Hay productores que viven hace más de 20 años en el mismo lugar y están sintiendo que los pozos se están secando y las pocas lluvias no alcanzan para que el flujo de agua aumente”, relató. “Ahora la gente se da cuenta que no está cuidando el medio ambiente, hay mucho desmonte”, analizó el experimentado cultivador.
De igual modo, la prolongada ausencia de precipitaciones en la zona del municipio de Jardín América empezó a preocupar seriamente a los trabajadores rurales. Luis Lukasievik, productor y feriante, en contacto con este medio detalló que “fracasan las lechugas, el perejil y la cebolla por el tema de la falta de agua, ahora anuncian un chaparrón para el domingo, vamos a ver qué pasa…”. Así no solamente están alarmados por los cultivos sembrados hace tres o cuatro meses sino que están condicionados aquellos que quieren plantar. “Ni siquiera una rama de mandioca se puede poner, maíz tampoco sembramos todavía. Y lo que tenemos bajo cubierta, sin agua, tampoco anda”, afirmó.
La deficiencia hídrica se está manifestando de manera paulatina pero sin pausa “primero se secaron los arroyos de las chacras, después empezó a faltar agua en las vertientes y bajó mucho el nivel de agua de los pozos”, expresó.
“Por suerte, el agua potable para uso personal la tenemos de la red”, señalaron los consultados en la zona.
Ni siquiera los chaparrones anunciados para la segunda quincena de agosto por los diferentes meteorólogos les traen tranquilidad a los colonos. “Debería llover por lo menos tres días sin parar, tranquilo, sin tormenta, debería ser una lluvia calma para que se recuperen los arroyos y las vertientes”, dijeron.
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