“La experiencia de administrar tiempos difíciles me ayuda hoy”

En un año complicado y comandando uno de los municipios más grandes de la provincia, el intendente de Eldorado, Norberto Aguirre, se refirió a la difícil situación que se atraviesa hoy.
Remarcó que la clave está en no tomar deudas, premisa que se puso como meta en los años de gestión al frente de la localidad (desde 1999).
En entrevista con El Territorio, habló además de la relación que mantiene con la cooperativa local, de labor conjunta, y de una nueva candidatura a la intendencia para el año entrante, basada en “el trabajo y la presencia”. 

¿Cómo va terminando el año en el municipio?

Fue un año que terminamos preocupados pero con el municipio ordenado, sin grandes problemas, pero con muchas preocupación para el año que viene.
¿Cómo se arranca, teniendo en cuenta que las comunas hacen estimación de gastos y recursos, cómo ha sido la evolución?
Más que presupuesto habría que hacer un pos-supuesto. Para que te des idea, estuve reunido con el secretario de Hacienda y el sector de contabilidad, y desde que presentamos el presupuesto el año pasado, subió más del 100 por ciento el gasoil, una cubierta para motoniveladora, más o menos nueva, está alrededor de 60.000 pesos.
Todo lo que habíamos previsto el año pasado se disparó y a los municipios nos recontra complica, ni hablar de un montón de cuestiones. Pasa en las economías hogareñas, el gran protagonista de estos tiempos es la inflación. Es imposible acercarse a la inflación en base a nuestras posibilidades económicas. 

Teniendo en cuenta esto, ¿qué pudieron hacer en obras, cómo encararon?
Muy poco, continuamos con la culminación de veredas, haciendo trabajo más social, con las comisiones barriales, con el programa espacio verde, donde sorteamos juegos para los chicos, hacemos canchas de fútbol, que tienen más llegada social. El gran problema que tuvimos este año fue el Fondo de la Soja, que teníamos planificado dentro de nuestro presupuesto hasta fin de año, pero cuando se firmó el nuevo pacto fiscal nos lo quitaron. Ahora hay compensación hasta diciembre, pero nos mata, más allá de lo planificado es la cuestión del recorte con la posibilidad económica y la inflación. 

¿Se pudieron hacer obras con fondos nacionales?
Este año no, se aprobó un ambicioso proyecto de transformar barrios, con el Promeba, son barrios históricos de Eldorado. Hace menos de un mes la Subsecretaría de Obras Públicas de la Nación nos dio el certificado de finalización del proyecto. Pero a la hora de preguntar la parte presupuestaria no hay nada. Habrá que esperar. Pudimos inaugurar el Sedronar, que se trabaja mucho e iniciamos en la gestión anterior y todavía falta depositar un ajuste de obra que está presupuestado pero no llegó. 

Con diciembre, que suele ser un mes bisagra, ¿cómo está la sensación social?
Con mucha preocupación. Ahora hay algunas acciones que son un paliativo,  como el bono, pero la situación social se profundiza. Tenemos un programa municipal de huertas comunitarias,  tratamos de estar cerca con cosas, pero se nota la merma de trabajo en muchos sectores.
Muchas  familias se quedaron sin trabajo, no sé hasta cuándo se va a aguantar porque estar sin trabajo es difícil, si es complicado llegar a fin de mes para alguien con trabajo, imaginate el desocupado.

Volvieron también los trueques, comedores, ¿cómo está eso acá?
Hay muchos merenderos y el trueque ya volvió y crece. Genera tristeza, porque asumí en el 99 y había ollas comunitarias, cocinas centralizadas y fuimos tratando de superar todo eso, pero desde las organizaciones barriales nos piden más ayuda. Arrancaron con merenderos y hay más pedidos para comedores. Y el trueque es síntoma de mal momento en el país.
Ya oficializó la candidatura por una reelección, ¿cómo mantiene la popularidad y aceptación de los vecinos?
Con trabajo y presencia. Este momento difícil que afrontamos hace meses me da la tranquilidad y fortaleza, ganas de capitanear el torbellino. La provincia conoce que vivimos uno de los momentos más duros de Argentina en el 2000. En esa época tocamos fondo y ahora no sabemos qué va a pasar. Pero llegaremos a fin de año con un municipio equilibrado con pequeño superávit.
Los bonos, aguinaldos  vamos a cumplir, lo que permite administrar un municipio grande en base a la experiencia en el 2000. Cuando hubo mejoría, entonces pagamos todos los juicios, deudas y no tomamos más deudas, hace años tomé como doctrina no tomar deudas. Muchos intendentes tomaron créditos, incluso en dólares, y esa experiencia de administrar tiempos difíciles me dan ganas de ser útil a la comunidad. Pero llegado el momento la gente va a tener opciones y podrá elegir en las urnas. 

¿Cómo es ese acuerdo de la Cooperativa de Electricidad (Ceel) y la Municipalidad de trabajar juntos?
Hay tres puntos básicos que nos llevan a trabajar juntos: pelear por la ampliación de cloacas, en mi gestión después de décadas de promesas se empezó y culminó la primera etapa de cloacas.
Otro es la construcción de la nueva toma de agua sobre el Paraná, un viejo anhelo, porque siempre se pretendió que la toma para abastecimiento sea sobre el Paraná y se está logrando.
Se logró también destrabar recursos para poner en marcha en tres meses la vieja planta potabilizadora de la vieja citrícola, que va a asegurar a barrios cercanos llevar el vital elemento hasta que esté la toma de agua.