La despenalización del aborto, en la reforma del Código Penal

viernes 10 de agosto de 2018 | 5:00hs.
La legalización del aborto seguirá en la agenda política de Argentina en los próximos días mediante un proyecto de reforma del Código Penal que evite la cárcel para las mujeres abortistas y con el que el gobierno de Mauricio Macri buscará intentar apaciguar al movimiento feminista.
Luego de que un proyecto de legalización del aborto hasta las 14 semanas de embarazo fracasara ayer en horas de la madrugada en el Senado, el Poder Ejecutivo enviará el 21 del presente mes a la Cámara Alta un proyecto de reforma del contenido del Código Penal con la finalidad de despenalizar la práctica como una vía intermedia entre las dos posturas a favor y en contra que han dividido profundamente al país.  
Esa iniciativa de reforma elaborada por un panel de expertos a pedido de las autoridades nacionales propondrá que un juez pueda eximir de pena a la mujer que realice un aborto, que según el vigente Código Penal puede llegar a ser de cuatro años de prisión.
“Buscamos un código que tenga en cuenta todos los intereses de la sociedad argentina”, expresó  Mariano Borinsky, juez que preside una comisión de magistrados y fiscales a cargo de redactar el contenido del proyecto de reforma que también busca actualizar la legislación existente en distintas áreas.
 El magistrado indicó que el presidente Mauricio Macri va a presentar este proyecto al Senado el 21 de agosto y luego irá a trámite parlamentario. Por un lado, explicó Borinsky, en casos de interrupción voluntaria del embarazo “a la mujer no se le va a aplicar una sanción, circunstancia que va a ser analizada por el juez en cada caso particular”.
La iniciativa contempla además la posibilidad de abortar en el caso de riesgo para la salud mental y cuando el embarazo haya sido producto de una violación. Aunque en la actualidad se permite el aborto en los casos de violación y cuando hay riesgo para la vida o salud de la madre, el primero de los supuestos no se cumple en provincias conservadoras y por otro lado no están precisados cuáles son los casos de riesgo para la salud. El nuevo código busca llenar esos vacíos.
En sintonía con esta iniciativa, Macri dijo que el aborto legal y otros temas como la educación sexual son debates “que se van a seguir sucediendo porque los argentinos estamos entendiendo qué significa vivir en democracia, donde tenemos que aprender a escuchar al otro”.
Según analistas, una buena parte del Senado y la Cámara de Diputados estarían de acuerdo con estas reformas. Sin embargo, integrantes del movimiento feminista insisten que Argentina debe legislar el aborto libre y gratuito para todos los casos.
La bióloga Andrea Zamparini, miembro de la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, manifestó ante su enojo porque “el Senado terminó siendo mucho más conservador de lo que pensábamos”.
Mientras que los senadores rechazaron el aborto por 38 votos contra 31 a favor, los diputados habían apoyado su legalización en una votación ajustada el 14 de junio. Macri había anunciado su disposición a promulgar la ley en el caso de que fuera aprobada pese a los pedidos de la Iglesia católica y grupos médicos conservadores de que la vetara. “Nosotras vamos a volver a presentar esto en marzo del 2020, vamos a poner presión social”, dijo Zamparini. Ese año se espera una renovación de los miembros del Congreso.
La legalización del aborto en Argentina podría tener resonancia en toda Latinoamérica, región en la que la Iglesia Católica perdió influencia en los últimos años aquejada por escándalos como el de los abusos sexuales de curas a menores. Activistas estiman que desde 1983 más de 3.000 mujeres murieron en Argentina por abortos clandestinos realizados con métodos rudimentarios.

El voto de las mujeres en la Cámara Alta

En mitades idénticas quedaron divididas las senadoras nacionales a la hora de votar el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo: 14 lo hicieron en contra y 14 a favor, según un conteo detallado realizado por el portal parlamentario.com. De esta manera se repitió en la Cámara Alta el escenario registrado en Diputados cuando se aprobó la media sanción y las mujeres también figuraron igualadas. De los votos negativos que cosechó la iniciativa entre las legisladoras, seis provinieron del interbloque Cambiemos, que fue el que más rechazo sumó a la norma. Se trata de la macrista Marta Varela, las radicales Silvia Elías de Pérez, Inés Brizuela y Doria, Silvia Giacoppo y María Belén Tapia, además de la fueguina Miriam Boyadjián.