La copa se va a Santa Fe

domingo 12 de agosto de 2018 | 6:00hs.
Ojeda tuvo un gran recorrido, pero no alcanzó para acceder al desempate.
Ojeda tuvo un gran recorrido, pero no alcanzó para acceder al desempate.
Cristian Avellaneda

Por Cristian Avellaneda deportes@elterritorio.com.ar

El reinado del tucumano César Costilla ya tambaleaba después del viernes. Parecía que la copa se quedaría en casa, con la estupenda actuación del posadeño Tomás Beitia. Pero finalmente el santafesino Leandro Marelli mostró la regularidad que buscaba y se consagró campeón del Abierto de Misiones de golf.
Una victoria trabajada de principio a fin y la constancia como estandarte del recorrido final. Es que al Facha le bastó con mejorar el juego corto dentro del green para escribir su nombre en el palmarés de un certamen que cumplió con su 11ª edición.
Profesional desde el 2010, el ya experimentado hombre de 27 años marcó par de cancha en la primera rueda y nada hacía pensar que podía revertir la historia. Hasta había confesado que el objetivo pasaba por “mejorar la cabeza bajo presión”.
Finalmente el destino le dio el guiño que esperaba con la baja efectividad de los de arriba, principalmente del local Beitia, quien empezó el sábado como único puntero: el posadeño fue rehén de los nervios, traducido en errores poco comunes en las salidas y la baja efectividad en la zona del pasto corto, lo que provocó una caída abrupta en el clasificador.
Con este panorama, Marelli se apoyó en el conocimiento de campo (es un habitual participante del Abierto de Misiones) y su drive potente para autoconvencerse.
Los birdies en los hoyos 4, 6, 7 y 8 marcaron el rumbo. Sólo bastó con bajar el par en el 13 y mantener el ritmo. El bogey del hoyo 15 provocó la espera, aunque el tiempo le dio la razón a Marelli, flamante vencedor del Abierto de Misiones.
“Jugué muy bien los dos días. Ayer (por el viernes) las cosas no salieron dentro del green, pero estuve igual de tranquilo y pensando positivo en la segunda vuelta. Estoy contento porque estoy trabajando en eso, así que esto de ganar el torneo es algo extra”, confesó el fanático de River en diálogo con El Territorio.
“Siempre es importante ganar un campeonato de Argentina. Es lindo venir a competir al Tacurú porque la gente se porta diez puntos, es una linda sensación levantar esta copa”, agregó.
“Tengo un juego completo, pero mi cualidad es pegar largo y derecho el drive y los hierros. La cancha mejoró mucho en comparación al año pasado, los fairways estaban muy buenos. Sólo faltaría mejorar un poco los greens. Pero hay que ponerse en contexto, está difícil la economía en el país y más para los clubes, y el Tacurú siempre presenta la cancha de la mejor manera”, cerró.

El Gaita estuvo cerca
Quien estuvo cerca de la gloria fue el local Francisco Ojeda. El Gaita entregó ayer la misma tarjeta de Marelli (-4), pero el golpe  de más en la primera rueda sentenció su suerte. Así, el jugador del club cerró en la segunda posición con 141 (-3) y no logró acceder al desempate.
Además, Daniel Vancsik mejoró la tarjeta final y fue sexto con 142 (-2). Tomy Beitia, en tanto, quedó 14° y Juan Osaki 39°.
Los cuatro tendrán revancha la próxima semana cuando el Tour de Profesionales de Argentina cruce el charco para jugar un nuevo torneo en el club encarnaceno de AguaVista.


Millo de cuna

El campeón es hincha confeso de River, de hecho comparte sus sentimientos en las redes sociales. “Estamos para campeones. Boca compró mucho, pero nosotros estamos bien”, auguró Marelli.

Sin lamentos

El tucumano César Costilla se quedó con las ganas de abrochar su cuarto Abierto de Misiones y el tercero de manera consecutiva. Igualmente no hubo tiempo para caras largas y César compartió anécdotas con sus compañeros antes de la premiación...el ‘Súper Sapo’, como le dicen, ya se hizo querer.

En lo alto

En paralelo al torneo se disputó el Four Ball y la victoria fue para la dupla Francisco Ojeda-Rodolfo Antueno con un total de 125 golpes. Además, el mejor de los Aficionados fue Mauro Báez con 142 (-2).

Perita de oro

Marelli tuvo un acompañante de lujo: el caddie Claudio Pera. Un viejo sabio como ‘Perita’ se cargó el equipo al hombro en momentos clave del recorrido y fue el ‘auxilio’ de lujo que tuvo el santafesino.
Con 30 años y llevando los palos de golfistas importantes, Perita se ganó un lugar en la consideración de los mejores. “Estaremos con Lea en AguaVista”, anticipó. Un respaldo de lujo asegurado.