Ideario permanente

martes 09 de julio de 2019 | 0:05hs.
El historiador Pablo Camogli rescata los valores expresados en el acta fundante de la emancipación. “La independencia  la tenemos que conquistar todos los días”, dice
El historiador Pablo Camogli rescata los valores expresados en el acta fundante de la emancipación. “La independencia la tenemos que conquistar todos los días”, dice
El acta de la Independencia fue firmada por los diputados reunidos en el Congreso de las Provincias Unidas en Sudamérica el 9 de julio de 1816 en San Miguel de Tucumán. Han pasado 203 años de aquella proclama que sentaba las bases para una nueva nación.

Los congresales se debatían entre varios proyectos de organización política, económica y social pero acordaron que el paso primero y fundamental era “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” y “de toda otra dominación extranjera”; este enunciado se agregaría días después.

De esta manera, los constituyentes explicitaban la voluntad de emancipación y autodeterminación, caracteres que son sentido y legado de los hijos del tiempo de la revolución. Elementos que no perdieron vigencia sino que hoy pueden ser el espaldarazo en el ejercicio de pensarnos como argentinos con perspectiva histórica. Señala el historiador Pablo Camogli en una entrevista con El Territorio: “La independencia no es algo ya conquistado para siempre, sino que es algo que tenemos que conquistar permanentemente, todos los días, es una lucha que se debe dar en toda la vida institucional de nuestro país para garantizarla y evitar que cualquier otra dominación pretenda volver a someternos”.

El investigador desentrama los acontecimientos que posibilitaron que hoy celebremos la Independencia para recuperar esos valores perdurables.
Explica: “El 9 de julio es la continuidad de lo que se había iniciado el 25 de mayo de 1810 y en cierta medida completa ese proceso que es el estallido revolucionario, las ansias de transformación social de amplios y diversos sectores de la sociedad desde los criollos, esclavos, indígenas”. En 1810 no estaba todavía la idea de la independencia muy generalizada, se pretendía modificar el orden vigente pero sin romper relación con España.

Un desencadenante
“En 1814 cuando el rey Fernando VII recupera el poder empieza a perseguir a los revolucionarios americanos y reinstaura el orden conservador colonial monárquico, entonces queda claro que no se va a poder lograr ese nuevo orden y es allí que las ideas independentistas, que algunos patriotas ya tenían previamente, se empiezan a generalizar y se adoptan como la única alternativa para poder avanzar en la gestación de esta nueva sociedad. La independencia se transforma en una necesidad política para poder avanzar en la causa de la revolución y es por eso que hay seis años de diferencia entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816”.

Era motor de la época la necesidad de gestar este nuevo orden. Sin embargo, no había un proyecto unívoco. Refiere Camogli que “tanto el Congreso de Tucumán como cuando uno analiza a los distintos protagonistas, no tenían un proyecto unívoco sino que había varios proyectos de revolución y de independencia”.

La mayor divergencia se dio entre “la idea centralista y el proyecto federal, pero también hacia el interior del Congreso había distintos matices, estaban las expresiones de un gobierno centralista con preeminencia de Buenos Aires y también aparece otra idea que es la que expresan algunos dirigentes que forman parte de la élite de Buenos Aires pero que tienen una mirada más amplia y cuyo proyecto es ampliar la base de la revolución e impulsar un proyecto revolucionario que realmente modifique la estructura social vigente, entre ellos encontramos a Belgrano, San Martín, Martín Miguel de Güemes que fueron actores fundamentales en el Congreso de Tucumán”.

Aportan estos hombres las idea de libertad e igualdad con el fin de la esclavitud y la liberación de los pueblos indígenas de las estructuras de sometimiento. “Todos estos proyectos diferentes son los que van a debatir en el Congreso de Tucumán sin que se logre en una primera etapa una respuesta definitiva, luego el Congreso se muda a Buenos Aires y ahí va a terminar de ser cooptado por la élite dirigente de la capital”.

Consideró empero que “el acta de la independencia tiene algunas ideas que perduran en el tiempo, fundamentalmente la que se agrega unos días después a propuesta del diputado bonaerense Pedro Medrano, que es dejar sentado que la independencia se declara no sólo de la metrópoli española sino de cualquier otra dominación extranjera... Es importante porque nos impele a todos los argentinos a estar muy atentos de cualquier tipo de dominación que pudiera surgir con el tiempo y que sabemos que han surgido en el tiempo”.

Por último, el historiador puntualiza sobre la ausencia de Misiones en la declaración de independencia y ponderó la importancia de revalorizar los procesos históricos locales, por años invisilizados.

“Los misioneros tenemos que saber que Misiones no participó de la declaración de la independencia y debemos tener claro el porqué. Misiones no declaró su independencia el 9 de julio de 1816 sino que lo hizo un año antes, el 29 de junio de 1815 en el Congreso de Oriente. A partir de esa fecha las provincias que integran Los Pueblos Libres se sienten libres de España y también de Buenos Aires”.


Acto central en Garupá

El acto central en Conmemoración del 203° aniversario de la Independencia tendrá lugar hoy desde las 16 en la costanera de Garupá. La ceremonia será presidida por el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua y el vicegobernador, Oscar Herrera con el acompañamiento de otros funcionarios. Luego del mensaje oficial habrá desfile militar y presentación de cuadros folclóricos.

En tanto, en la iglesia catedral de Posadas a las 20 se celebrará la solemne misa con Te Deum presidida por monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la diócesis. También será el festejo patronal de la Virgen de Itatí.