Homenaje a la tarea docente en un mural en el cementerio
domingo 26 de mayo de 2019 | 1:00hs.
Homenaje a la tarea docente en un mural en el cementerio
Avanza el montaje del mural homenaje a los docentes en el
cementerio La Piedad de la capital misionera. Es una obra de la artista
plástica Sandra Gularte que quedará finalizada hoy, ubicada a un costado
del portal de ingreso, justo en el sector donde descansan los restos de
los educadores.
La escultora comenzó ayer el ensamble de las piezas de cerámica
esmaltada que fueron preelaboradas en su taller. En el lugar cuenta con
la ayuda del estudiante de Comunicación Social Ezequiel D’Amoriza.
Acerca de este nuevo proyecto, la autora dialogó con El Territorio:
“Esta mañana (por ayer) comenzamos el montaje del mural y tenemos
pensado finalizarlo al mediodía del domingo (por hoy). Las piezas ya
están armadas por separado y en el lugar lo que hacemos es pegar para
dar forma a la figura y también voy a pintar para dar una unidad al
trabajo”.
El arte, que ocupa una superficie de 2 por 2 metros, muestra a una
docente con su guardapolvo y un libro en la mano, va sobre una canoa y
sus palabras son representadas por mariposas.
La propuesta de plasmar arte en La Piedad partió de la
Municipalidad y Gularte destacó que “es una buena oportunidad para
revalorizar el rol y la tarea docente, en un espacio que en muchos
países está más abierto al arte y por eso es bueno que también acá
suceda”.
Refirió que utilizó tonos pasteles para generar una atmósfera
serena, “hay todo un simbolismo que tiene que ver con que la docente va
en una canoa de memoria y que las mariposas son como los relatos que
ella cuenta a sus estudiantes, que son también versos de grandes
autores; pero también se puede interpretar como que las mariposas son
parte de esa persona que no está pero que algo de ella queda, es una
lectura subjetiva de cada mirada”.
La figura femenina se encuentra de pie sobre una canoa, donde hay
textos de Julio Cortázar, María Elena Walsh, Sara Gallardo y Horacio
Quiroga, “permitiendo que el niño y la niña intuyan la belleza y no
excluye la necesidad de hacerle saber lo no bello”, precisó.
Y añadió: “La gente que vino con una flor para visitar a un ser
querido y nos vio trabajando, se acercó y preguntó, comentó que le
gustó. A la gente le gustó la obra y eso es algo que me pone contenta,
porque el mural, además de ser una obra de arte, es parte de la
comunidad. En este trabajo quise transmitir sobriedad y serenidad y al
mismo tiempo un mensaje de alegría”.