Historias que se construyen EN VOZ ALTA
Por Silvia Godoy sociedad@elterritorio.com.ar
Y como suele suceder con los relatos de la tradición oral y la sabiduría regional, cada vez que se comparten hay alguien que puede adicionar un dato más, que en lo recóndito de la memoria tiene información clave para comprender estos saberes signados de simbolismos y creencias antiguas.
El legado de mis mayores es un libro que recoge entrevistas a ancianos acerca de tradiciones como el origen de las aves de la selva misionera, el uso medicinal de algunas plantas de monte, el significado de las fiestas, entre otras. Y es fruto de un trabajo que llevó a la escritora más de 20 años de entrevistas con adultos mayores institucionalizados y vecinos de los barrios.
Catalano es, además, gerontóloga y trabajadora social y este perfil profesional suele evidenciarse en su escritura.
“Tenía más de 500 páginas escritas con relatos de nuestros mayores, que son el resultado de años de escuchar y anotar. Para el libro elegí algunos relatos que a veces toman la forma de un cuento, de una narración breve o también poesía”, contó en una entrevista con El Territorio.
Y expresó que para completar y revisitar estas historias, indagó mucho en los conocimientos y las costumbres de su propia familia y de sus conocidos.
“En Misiones, somos muy apegados a estos relatos que tienen por ahí un origen guaraní y de los inmigrantes y criollos. Son tradiciones que pasan de generación en generación y esa es una de sus riquezas, porque cada familia tiene una manera de contar, aunque el relato en sí mantiene su esencia, hay variaciones. Y es riquísimo poder recuperar todo ese abanico de saberes e imaginario popular”.
Asimismo, cada historia breve deja una moraleja. Esta lección al final de los escritos fue uno de los motores que impulsó a la autora a hacer realidad el libro.
La memoria se ejerce
“Gran parte de mi vida profesional la dediqué a los adultos mayores, tengo muchos textos sobre su cuidado y contención para profesionales; pero esta vez quería aportar una obra dirigida a ellos, mi sueño es que se pueda leer en los clubes de abuelos, en las casas, en las escuelas”.
Y dicho eso, amplió: “Se sabe que los mitos y leyendas al igual que la poesía son una poderosa herramienta para trabajar la memoria, algo que a los niños y a los ancianos les viene de maravilla”. Entonces, con su publicación se ha propuesto acercar a las generaciones y posibilitar, con unas primeras palabras, un saber nuevo y colectivo.
“El relato es sólo un disparador, la idea es que las historias se compartan en voz alta y que cada uno desde su experiencia de vida, desde su lugar, pueda aportar lo que sabe de niño, lo que le contaron en su familia”.
Así, para Catalano abrir las páginas de las leyendas populares es también liberar recuerdos de entramados familiares, de una casa que quizás quedó lejana, una ronda de mate añeja. Pero la identidad -considera- está viva y se hace fuerte si se le presta atención.
“Creo que la obra puede ser muy interesante para los docentes y para quienes proponen actividades en los geriátricos, en los clubes de abuelos, en los hospitales, también para el público en general, porque contiene respuestas a infinidad de preguntas que forman parte de nuestra vida cotidiana. Y muchas de estas leyendas puede ser que tengan un componente de fe y creencia popular, pero tienen muchísimo de conocimiento empírico, del modo de hacer y ver la vida de nuestros mayores”.
Un apartado está dedicado a la leyenda sobre el origen de la planta y fruto del mamón, también papaya -en otros lugares- y árbol de las lágrimas de oro. Se cuenta que en tiempos en que las tierras de Sudamérica estaban bajo el yugo de la corona española, una muchacha indígena se enamoró de un prisionero del ejército español. “Un día la pareja estaba paseando y apareció un indio celoso y mató al capitán con una flecha. La india lloró mientras abrazaba a su amado hasta también morir ella. En el lugar nació una planta que dio un fruto en forma de lágrima y que al madurar tiene el color del oro. El fruto se multiplicó como el amor de la pareja”. Y relata que las hojas, flores y frutos del mamón tienen propiedades curativas, es muy rico en nutrientes. Sus propiedades en el tratamiento del dengue fueron recientemente descubiertos y están en estudio.