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Historia de un ajuste de cuentas en Panambí que habría sido maquillado como robo

domingo 14 de julio de 2019 | 5:00hs.
Historia de un ajuste de cuentas en Panambí que habría sido maquillado como robo
Los acusados escaparon en el Vento de Alvez, en el cual supuestamente tenía 70 mil pesos y teléfonos celulares.
Los acusados escaparon en el Vento de Alvez, en el cual supuestamente tenía 70 mil pesos y teléfonos celulares.
Por Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

El 19 de enero del 2016 al mediodía, Víctor Rosendo Álvez (40) fue atacado a balazos en el acceso a su vivienda, en el paraje La Línea, sobre ruta provincial 5, localidad de Panambí.
Desde un primer momento, la víctima, su esposa y un hermano declararon que fueron tres los delincuentes que lo abordaron a cara descubierta para robarle 70 mil pesos en efectivo que tenía adentro de su coche, estacionado al frente de la casa. 
Álvez sufrió cinco disparos de arma de fuego, tres en el abdomen, uno en un brazo y otro en una pierna, estuvo al borde de la muerte y salvó su vida de milagro, según reconocieron los médicos que durante varias semanas lo asistieron en el hospital Madariaga de Posadas. 
En tanto, a partir de la descripción brindada por los testigos, los tres sospechosos fueron capturados a los pocos días. 
Se trata de Sergio Fabián Rodríguez y los hermanos Juan Cardozo y Martín Andrés Cardozo, alias “Martinsiño”, muy conocido en Oberá por sus andanzas marginales.  
Precisamente, transcurridos más de tres años y medio del hecho, el próximo 6 de agosto comenzará el juicio y los tres deberán responder ante el Tribunal Penal Uno de Oberá. 
El único que llegará al debate privado de su libertad será Juan Cardozo, sindicado como el autor material de los disparos, mientras que su hermano y Rodríguez se hallan en libertad. 
El expediente 6037/16 está caratulado como “robo en poblado y en banda agravado por el uso de arma de fuego, homicidio en grado de tentativa por uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego, y participación secundaria en el delito de robo en poblado y en banda agravado por el uso de arma de fuego”. 
En principio se fijó fecha de debate para los días 6, 7 y 8 de agosto, habida cuenta que citarán a una veintena de testigos. 

Presunto ajuste 
Si bien la víctima y su entorno argumentaron que se trató de un robo, desde un primer momento los investigadores pusieron en dudas esa versión y avalaron la hipótesis del ajuste de cuentas, considerando ciertas características del hecho y a los antecedentes de unos y otros. 
La violencia de los atacantes -uno de los cuales disparó cinco tiros a quemarropa- también atizó la idea de una represalia. 
Según fuentes del caso, en el mundo del hampa es habitual que una venganza se “maquille” como robo para distraer a los investigadores de la verdadera intencionalidad del hecho.   
Desde un principio resultó poco creíble que Álvez haya dejado tanto dinero en el interior del coche, siendo que estaba en su casa y que lo más lógico habría sido guardarlo en el interior de la propiedad, especuló una fuente del caso. 
Oportunamente, Rosana Bogado, esposa de la víctima, declaró que ese día se preparaban para almorzar cuando escucharon que alguien golpeó las manos. El dueño de casa se dirigió al frente y apenas abrió el portón lo derribaron del primer balazo. Sin mediar palabras.  
Al escuchar el estruendo, Bogado corrió desesperada y se topó con los tres sujetos armados y su marido en un charco de sangre. “Vos traé la llave del auto y no te vamos a matar”, le gritó uno de los malvivientes.
En esos momentos también se acercó un hermano de Álvez que reside en una propiedad lindera. Al verlo llegar también le dispararon, aunque volvió sobre sus pasos y resultó ileso. 
Fue quien llamó a la comisaría local para informar del hecho. 
En tanto, Bogado les entregó a los agresores las llaves del Volkswagen Vento gris, dominio GYK 342, en cuyo interior había unos 70 mil pesos en efectivo, teléfonos celulares y otras pertenencias. Los tres acusados escaparon en el vehículo. 

Todos con prontuario
Sobre los imputados que llegarán a juicio, fuentes con acceso al expediente mencionaron que los hermanos Juan y Martinsiño Cardozo estaban siendo investigados por presuntos vínculos con una organización delictiva dedicada -entre otras cosas- al contrabando y distribución de cigarrillos provenientes del Paraguay. 
Incluso, recordaron que en septiembre 2013 un tercer hermano, Juan Carlos Cardozo, protagonizó una espectacular fuga de la Seccional Primera de Oberá y desde entonces permanece prófugo. El sujeto estaba detenido por intento de homicidio en perjuicio de una anciana y su hijo en Villa Bonita. 
Con relación a Álvez, tras recuperarse de las graves lesiones que padeció en el ataque a tiros, en enero del 2018 fue implicado en una causa por narcotráfico iniciada por la Justicia Federal del partido bonaerense de Tres de Febrero.
Según la investigación, el sujeto y un familiar habrían iniciado las maniobras para enviar marihuana por vía aérea a la provincia de Chubut. 
A través de escuchas telefónicas, para la Justicia la sospecha alcanzó el grado de certeza y efectivos de Gendarmería Nacional allanaron la propiedad del acusado, en el paraje La Línea. 
No hallaron marihuana en grandes cantidades, como se suponía, pero si algunos gramos de cocaína fraccionados presuntamente para la venta, por lo que el presunto líder del clan familiar fue detenido e imputado por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. 

Narcomenudeo en el alejado paraje La Línea

A principio del año pasado, el abogado de Víctor Rosendo Álvez apeló la prisión preventiva decretada por el juez Federal de Oberá, José Luis Casals, bajo el argumento de que los pocos gramos de cocaína eran para consumo propio y eso -a su criterio- no es suficiente para imputarle tan grave delito y menos tenerlo en prisión, pero el magistrado rechazó el planteo y su decisión fue avalada por la Cámara Federal de Apelaciones. “Más allá de la cantidad de estupefaciente, se detectaron conductas de tráfico que a todas luces demuestran que el destino del material incautado es la venta al menudeo” definieron los jueces entonces, y agregaron que “las desgrabaciones de escuchas telefónicas anexadas al expediente reflejan a las claras la venta de estupefaciente y los mensajes extraídos de esos teléfonos, refuerzan la hipótesis de que el imputado comercializaba sustancias prohibidas en el domicilio donde fue detenido y que dicha actividad es de larga data”.

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