Hernán y la relación con sus perros

jueves 15 de agosto de 2019 | 5:00hs.
Hernán y la relación con sus perros
Hernán y la relación con sus perros
Relajado, disfrutando de la compañía de sus perros y con el espectacular marco de su casa hecha enteramente en madera, Hernán Drago (44) recibe a Ciudad. La sección #Bicheros tiene como protagonistas hoy al modelo y conductor junto a Nino (9) y Roma (1), sus perros yorkshire y golden retriever.

¿Cómo es tu relación con tus dos mascotas?
Mirá, Nino es mi pegote, me mira cuando hablo, soy su lobo alfa, sin dudas. Nos adoptamos mutuamente hace muchos años. Se mete conmigo al baño, duerme conmigo a upa en la cama. Tiene 9 años, vino de San Pablo, Brasil. De ahí fue a Río de Janeiro después a Bariloche y luego acá. Como buen enano tiene su carácter, pero compartimos muchos momentos.

¿Cuál es ese momento infaltable que comparten?
Cuando me ve salir con el mate en la mano de la cocina a la tarde, sale eyectado al jardín, nos ponemos media hora o cuarenta minutos ahí a merendar y siempre alguna migaja se liga. Aprovecha y sale a ladrarle a los pájaros y sabe que es como “nuestro momento”. Y la otra que se anda paseando cuando ocurre eso es Roma y ya sabe que en ese horario hay media hora de recreo. Cuando no estoy por mis viajes o mi trabajo, se duermen a esa hora, no quieren saber nada. Cuando vuelvo es una fiesta total.

¿Siempre fuiste bichero?
De chiquito ya había tenido perros en lo de mis viejos. Cuando apareció el primero yo tenía 7 u 8 años y murió cuando yo tenía 16 ó 17. Pasé toda mi adolescencia con ese perro y cuando se murió lo lloré tanto y lo extrañé que me prometí no volver a tener perros. Sé que a mucha gente le pasó.

¿Cómo cambiaste de opinión?
Ellos te dan un amor que es muy necesario, lo que pasa es que cuesta entender por qué sólo viven 10, 12 ó 18 años. Y yo pienso que viven poco porque ellos tienen poco que aprender. Ellos ya entendieron todo, en cambio nosotros crecemos y seguimos sumando ignorancias y cosas que nos restan. Ellos nos vienen a demostrar que la vida es mucho más simple que lo que el humano se la plantea y que no hay que hacerse tanto problema y hay que estar siempre “moviéndole la cola” a la vida. Los chicos creo que tienen que aprender esa lección también, que nadie tiene la vida comprada y hay que tratar de ser lo más felices posible.