Guaraní Alivio Franco

Si no sufre no es Guaraní. Deberían pintarlo en un mural fuera del Clemente Argentino Fernández de Oliveira. La Franja tuvo que ir hasta los penales, pelear más de lo que merecía y por fin, después de tanto, festejar.
Es que en Villa Sarita hubo suspenso, pero la Franja va a pelear por el ascenso al torneo Federal A. Los misioneros igualaron 1-1 con Sol de América en la revancha final de la región Litoral Norte del torneo Regional y desde los 12 pasos logró el pasaje a la finalísima.
Troche lo tuvo durante los 90 minutos, pero Acevedo se lo atajó. El fútbol siempre da revancha y el capitán lo dejó en claro en la tanda de penales.
Durante los primeros minutos, Sol de América hizo pesar su experiencia. Filipigh y Mendoza fueron los que controlaron la pelota en la visita. La respuesta franjeada fue la intensidad. Klyniauk y Yagusieczko fueron los que tuvieron que apurar la salida de Sol para recuperar y ser opción en ataque.
Los formoseños mostraron la semana pasada que por arriba tienen con qué molestar y que usan las pelotas paradas como una opción frecuente para marcar. Aunque el que sacó rédito de un córner fue la Franja.
Gabriel Díaz capturó un rebote, tomó a los defensores y a sus propios compañeros a contrapierna y la mandó al fondo de la red. Acevedo se estiró, llegó a tocarla, pero nada pudo hacer ante el buen remate del lateral izquierdo.
Al parecer, todo lo planeado por los formoseños se desarmó en apenas quince minutos. Aparecieron las imprecisiones y la Franja se adelantó en el campo de juego. Empezó a jugar cada vez más cerca de Acevedo y Sol de América se dedicó más a pegar que a jugar, algo que hizo poco durante toda la serie.
Los formoseños previeron que Fileppi iba a ser el generador de juego y por eso siempre estuvo marcado. A Comes le quedó, entonces, la tarea de distribuir la redonda y lo hizo, aunque no con la claridad de Caíto, ya que se tuvo que dedicar más a la marca.
La Franja comenzó a hacer méritos para aumentar la ventaja en el marcador. Gabriel Díaz y Fabio Domínguez fueron los que iniciaron los ataques y en muchas oportunidades los que tiraron centros al área de Sol de América.
Guaraní tuvo la chance de presionar más y forzar los errores de una defensa confundida, pero eligió ceder el control de la pelota. Los visitantes no se sintieron muy cómodos porque jamás demostraron que con los pies eran de temer.
Y hacía falta forzar el error. Porque Sol estaba confundido y para el cachetazo. Troche la punteó y Acevedo se lo llevó puesto. El capitán se hizo cargo, pero el arquero remendó su error y dejó el marcador 1-0.

Sufrir, siempre sufrir
El golpe por el penal errado se sintió en la Franja, que en vez de salir a apurar en el complemento prefirió esperar a que Sol de América tomara la iniciativa. Una decisión riesgosa, sobre todo porque los de Dutto suelen sacar diferencia con la pelota contra el piso.
Y esa decisión le costó muy caro a Guaraní. Pietkiewicz se escapó por la izquierda y mandó un centro que encontró los pies de Filipigh. El ‘10’ la mandó al fondo de la red y todo volvió a foja cero.
Por suerte, la Franja se acordó de jugar. Comes se juntó con Troche y Yagusieczko y en la primera jugada en la que hubo más de cuatro toques, Guaraní estuvo cerca. Klyniauk no llegó a cabecear bien, pero fue un aviso.
Minutos más tarde Troche rompió el travesaño. Lazaneo la peinó y el capitán le dio de lleno, pero la pelota no llegó a entrar del todo y ahogó el grito de todo el Clemente Argentino Fernández de Oliveira.
Al final la Franja fue puro empuje. Adentro los jugadores y detrás del alambrado los hinchas, que comprendieron que era el momento de alentar. Klyniauk llegó a conectar, pero Castillo la sacó en una de las últimas que de los 90 minutos.
Pero la historia tenía que ser de suspenso. Todos venían acertando en los penales, hasta que Rivas la mandó por arriba del travesaño. Pietkiewicz no quiso ser menos y la tiró afuera.
Apareció Flores, quien primero convirtió el suyo y le dio vida a la Franja. Después, el arquero se lo tapó a Ortiz y Troche tuvo su ansiada revancha. No dudó esta vez. Fuerte y a festejar.
Por las manos de Flores, por el juego de Comes y Fileppi, por el corazón de Díaz y Domínguez, por el orden de Rodríguez y Villalba, por el fútbol de Klyniauk y Yagusieczko, por la jerarquía de Troche y Lazaneo. Por todo eso y por la ilusión de Misiones, Guaraní va por el ascenso.