Grupo solidario reparte comida a personas en situación de calle

Se pueden decir muchas cosas de la humanidad y más en estos tiempos en que está tan cuestionada por los individualismos, el ‘sálvese quien pueda’ para con los demás y hasta para con el planeta que se habita.
No obstante, la solidaridad y la empatía encuentran la forma de salir a la luz y transformar aunque sea un poco la realidad del que está al lado, de ser ese granito de arena que logra sacar una sonrisa a quien luego de tantas horas de hambruna puede llenar la barriga con algo calentito o a un niño que tiene entre sus manos un juguete que, aunque usado, ahora es suyo.
Misioneros Guaraní es un grupo de personas que se conformó en Año Nuevo de 2018 por iniciativa de Sergio Vergara, docente de la Escuela de Robótica, a quien se le despertó la inquietud de ayudar a los que más necesitan.
“Planteando ideas surgió la de hacer una olla de comida, juntar donaciones como agua potable, ropa, elementos de higiene y de cuidado de la salud y lo que creemos que es lo más importante: nuestro tiempo para compartir con ellos, escucharlos, acompañarlos, saber de sus vidas y necesidades y ayudarles en lo que está a nuestro alcancé”, contó a El Territorio Guy Seró (28), uno de los jóvenes voluntarios.
El boca en boca corrió y actualmente son más de 50 los voluntarios que dedican su tiempo, sus ganas y hasta su dinero para ayudar de manera desinteresada. Es así que una vez a la semana salen a las calles con grandes ollas de comida para repartirla entre las personas en situación de calle. Asimismo, asisten a las comunidades guaraníes, visitan hospitales, geriátricos, cárceles e internados.
Tanto los alimentos para cocinar como lo que se dona a las distintas instituciones sale del bolsillo de los integrantes del grupo y de donaciones de conocidos. “Todavía no recibimos ayuda de alguna empresa o institución, pero estamos abiertos a hacerlo siempre que sea de forma desinteresada, sin pedir nada a cambio más que la gratificación de saber que están dando de comer a niños, madres y familias enteras”, explicó el joven.
El grupo es abierto a cualquiera que quiera sumarse a dar una mano, o bien, para acercarles donaciones. Se los puede contactar a través de Facebook donde se los encuentra como Misioneros Guaraní o a los celulares 3764-325058 y 3764-846984.
Sobre lo que se encuentran en cada salida a la calle, Seró sostuvo: “La realidad en la calle a veces es muy chocante. La gente nos recibe con miedo, nos cuentan que muchas veces son atacados y despreciados por las personas que los corren de donde están o llaman a la Policía. A veces piden agua o algo de comida y sólo reciben insultos o malos tratos, nos cuentan que por su situación les cuesta conseguir trabajo por los prejuicios”.
Y agregó: “En contraste, cuando nos acercamos a ellos a ayudarlos, a escucharlos, a brindarles nuestra humilde ayuda, nos agradecen muchísimo, se ponen muy contentos, se pueden ver sonrisas, lágrimas y muchos sentimientos buenos que nos llenan de alegría y fuerzas para seguir trabajando”.