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Garayo ocultó su moto antes de atacar a sus víctimas en el complejo turístico

domingo 05 de abril de 2020 | 6:30hs.
Antonio Garayo, único sospechoso.
 Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

Una motocicleta y unas prendas de vestir dentro de un lavarropa son las únicas pistas que hasta el momento dejó por el camino Antonio Ramón Garayo (43), el hombre que desde el jueves es intensamente buscado por herir a su ex pareja y asesinar al jefe de ella dentro de una reserva natural privada de Comandante Andresito.
Ambos elementos fueron halladas e inmediatamente incautados por los investigadores involucrados en el caso durante una serie de rastrillajes y procedimientos dispuestos desde el preciso momento del crimen, registrado el último jueves a la tarde en el complejo turístico San Sebastián de la Selva.
Tal como viene publicando El Territorio, ese día Garayo llegó hasta el complejo caminando y armando con un machete, con el cual primero agredió a su ex pareja, Graciela S. (37), y luego asesinó a Juan Farjat (31), el encargado del lugar y quien aparentemente quedó en medio de la “línea de fuego”, como denominan los especialistas en violencia de género.
En esa instancia, ambas víctimas fueron agredidas a machetazos, aunque la mujer por fortuna sólo padeció hematomas y escoriaciones, fundamentalmente en la cabeza, mientras que Farjat sufrió un grave corte en la zona de la nuca que le terminó provocando una muerte lenta y agonizante.
Después de semejante raid sangriento, el sospechoso escapó del lugar y hasta el momento permanece en condición de prófugo, al tiempo que los pesquisas aún no pudieron determinar si descartó el machete por el camino o continúa armado, lo cual configuraría cierto grado de peligrosidad.

Búsqueda
Desde ese momento, diversas dependencias de la Unidad Regional V se abocan a la búsqueda del sujeto, aunque hasta ahora no han obtenido mayores resultados, al margen de una motocicleta y una prendas de vestir que estaban en el interior de un lavarropa dentro de su domicilio.
La reconstrucción realizada por los pesquisas involucrados indicaba que esa tarde Garayo llegó al complejo turístico caminando y tomó prácticamente por sorpresa a sus dos víctimas, pero el hallazgo de una motocicleta durante las recorridas y rastrillajes efectuadas por el inmenso previo permiten inferir que hubo un paso previo del acusado.
Es que las fuentes indicaron que la motocicleta, modelo Corven tipo enduro, fue encontrada a unos 1.500 metros de la escena del crimen y estaba semioculta entre la maleza, lo cual podría marcar una cierta planificación del hecho.
Entre las medidas dispuestas, los pesquisas involucrados también avanzaron hasta el domicilio del sospechoso, ubicado en el paraje María Soledad, donde solamente dieron con unas prendas de vestir que se encontraban dentro de un lavarropa. La vestimenta fue incautada y será sometida a pericias, según adelantaron.
Además, desde la misma noche del jueves las autoridades judiciales intervinientes ordenaron que otros domicilios vinculados al sujeto permanezcan bajo vigilancia encubierta ante la posibilidad de que el sujete pudiese acercarse a unos de sus puntos durante su fuga, pero hasta ahora ello tampoco dio resultado.
En este contexto, el panorama que plantean los investigadores señala que Garayo podría continuar oculto en el monte dado sus conocimientos de la zona o, en el peor de los casos, haya podido llegar hasta la frontera con la República Federativa del Brasil, donde aparentemente también tendría familiares.
En la búsqueda de Garayo participan unos 50 efectivos dependientes de diversas divisiones de la Unidad Regional V de la Policía de Misiones, quienes realizaban patrullajes en motocicleta por inmediaciones al lugar del hecho y rastrillajes a modo infante entremedio de la intensa vegetación reinante a los alrededores del complejo ubicado a unos 25 kilómetros del casco urbano de Comandante Andresito.
Las labores además se extienden hasta las localidades de Piñalito Norte y San Antonio.

El hecho
El hecho que sacudió a la provincia en medio de la cuarentena se registró el 2 de abril a la siesta y, según lo que se pudo reconstruir en ese momento, Garayo irrumpió en el complejo turístico armado con un machete.
En primera instancia, agredió a su ex pareja, a quien le aplicó unos “planazos” que le provocaron lesiones en la cabeza y la dejaron desmayada y ensangrentada en el suelo.
Luego vio que Farjat corrió hacia un cuatriciclo con el cual pretendía salir en busca de ayuda y tras interceptarlo le arrojó varios machetazos, uno de los cuales le dio en la nuca.
Malherido, Farjat alcanzó a llegar hasta una reserva lindante donde un guardaparque lo socorrió y en un vehículo particular lo trasladaron al hospital local, pero desafortunadamente falleció por el camino.
Agonizante, la víctima llegó a contar que Garayo fue su atacante y alertó que la ex esposa del sujeto también había sido agredida. Desde el viernes, la mujer es asistida y contenida en un refugio para víctimas de violencia.
Este diario pudo reconstruir que el sospechoso ya había sido denunciado a comienzos de enero por un hecho de violencia de género en contra de su ex pareja y de Farjat, de quien aparentemente tenía celos.
Esa situación le valió a Garayo el inicio de una causa por “lesiones leves y amenazas” que lo mantuvo varias semanas detenido en comisaría local, pero entre fines de febrero y comienzos de marzo logró ser excarcelado.
El hombre recuperó la libertad pero se le aplicó una restricción de acercamiento hacia ambas víctimas, condicionamiento que el martes a la tarde vulneró y la Justicia volvió a ordenar su detención, aunque los efectivos de la Comisaría de la Mujer local no pudieron encontrarlo.
Mientras era buscado, el sujeto el miércoles logró regresar al complejo y llevó adelante su sangriento plan.
En el caso interviene el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites.
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