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Familiares y amigos de María Belén le dieron un doloroso último adiós

viernes 15 de febrero de 2019 | 5:00hs.
Familiares y amigos de María Belén le dieron un doloroso último adiós
Amigos y familiares de la joven de 17 años asesinada en Posadas la despidieron en el cementerio de Ruiz de Montoya.
Amigos y familiares de la joven de 17 años asesinada en Posadas la despidieron en el cementerio de Ruiz de Montoya.
El cementerio de Ruiz de Montoya fue el escenario del doloroso último adiós a María Belén González, adolescente embarazada que fue brutalmente asesinada en Posadas. Allí, antes del mediodía, las lágrimas de desconsuelo y la incredulidad ante tanto daño fueron el factor común entre los presentes.
Como informó este medio en la víspera, el velorio se hizo en el paraje San Juan, sobre la ruta provincial 7, y después el cuerpo fue trasladado al camposanto de la comuna. Familiares directos y amigos, muchos de ellos jovencitos como la víctima, fueron los que participaron del entierro.
María Belén fue descrita como una persona muy alegre y divertida, que mantenía un vínculo muy fuerte con su madre, y una buena relación con su padrastro. Tal vez por esta razón le siguió los pasos, primero a Puerto Rico y después a la capital misionera.
También mantenía contacto  con su papá y hermana, esta última una de las pocas personas que sabía que estaba embarazada. La familia de la joven estaba compuesta por otro hermano que murió hace dos años -cuando tenía 16- a causa de una discapacidad y que hoy está descansando en el mismo lugar.
Varios de los presentes se refirieron al gran daño físico que recibió la víctima a causa de once puñaladas que le arrebataron la vida. La hermana mayor, Araceli (21), quién tiene fecha de parto para los próximos días, no pudo terminar la triste ceremonia y fue retirada entre sollozos.
“Belén era un amor de persona, nunca le hizo daño a nadie”, expresó a El Territorio Yanet, una de sus compañeras del colegio. Contó que la última vez que habló con María Belén fue cuando decidió instalarse en Posadas, pero que no estaban al tanto de que convivía con su novio.
Sobre el señalado como femicida, Sebastián E., expresó que nunca notó actitudes violencia y que parecía “que se querían los dos”. “Yo -siguió- la veía bien con él, nunca me dijo que se sobrepasó con ella”, aunque sí aseguró que desde hace varios meses María, como le decían, no se comunicaba con nadie.
Sus compañeros de la vida y colegio, que fueron mayoría en el cementerio, llegaron al lugar como en motos, remís o colectivo.  

Saña desmedida
Quien también tomó la palabra en el lugar fue el padre de la joven, Hilario González (47), quien volvió a referir a este medio que no tenía mayores elementos para saber si su hija era víctima de violencia de género, aunque hubo situaciones que le llamaron la atención.
“Yo nunca pensé que un hijo de su madre podría hacer eso. Antes de que sucediera esto le había robado el teléfono a mi hija y después me enteré que había sido su  pareja”,  consignó al tiempo que relató que por ese hecho no hubo ninguna medida, ni consecuencia para el joven hoy detenido.
También hizo hincapié en las lesiones de su hija: “Yo hasta ayer tenía un pensamiento en mi cabeza, pero esta madrugada estuve mirando el cuerpo de mi hija y está mutilada. La persona que le hizo le cortó todo, le cortó la punta de los dedos, le degolló y sinceramente creo que no fue solamente el que está detenido”.
En este sentido, insistió que el femicida actuó con la complicidad de “un tercero, un cuarto y un quinto implicado. Yo lo que quiero es justicia, que las autoridades hagan su trabajo, eso es lo que pido”. Más allá de eso, la investigación no contempla, al menos por ahora, la posibilidad de más asesinos.
La madre de la joven se retiró del lugar sin hacer declaraciones.

Conmoción generalizada
El femicidio de la joven embarazada ocurrió se conoció en las últimas horas del martes, cerca de las 22.40, en un inquilinato sobre la calle Salvador Miqueri, en el barrio El Progreso. Cuando personal médico y policial llegó a su domicilio la adolescente estaba tirada en el piso, con el torso desnudo y sin signos vitales.
Según se pudo reconstruir, el descubrimiento del crimen ocurrió a partir de encuentro del señalado femicida y concubino de la joven, Sebastián E. (22),  con el padrastro de María Belén. Ambos coincidieron en la Terminal de Ómnibus y allí el joven expresó que había lastimado a la adolescente y planeaba entregarse.
Cuando el hombre llegó a la casa junto a su pareja, la madre de la víctima, se encontraron con la dantesca escena y llamaron de inmediato a las autoridades. El presunto agresor, en tanto, fue atrapado en cercanías a la Comisaría Decimoséptima -donde está alojado-, en la intersección las avenidas San Martín y Chacabuco.
En el lugar trabajaron los efectivos de la Comisaría Octava, la Dirección de Homicidios, la Policía Científica y la Comisaría de la Mujer de Itaembé Miní de la Unidad Regional X. Se realizaron las pericias protocolares en la escena y se secuestró el arma que sería la homicida.
En la jornada del miércoles los profesionales del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial realizaron la autopsia correspondiente, donde se supo que la joven estaba embarazada. Sin embargo, esto no fue ningún impedimento para que el femicida actuara con saña. De las once puñaladas que le asestó, las que dañaron la aorta y la tráquea causaron el deceso. 

Indagatoria hoy o mañana
El implicado podría ser trasladado en la jornada de hoy a las instalaciones del Juzgado de Instrucción Uno para concretar la audiencia indagatoria con el juez Marcelo Cardozo. Allí tendrá la posibilidad de dar su versión de los hechos o guardar silencio, sin que esto sea considerado en su contra.
De todas formas todo dependerá de la confección del sumario policial, por lo que no se descarta que la formalidad quede para el sábado.
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