Esta vez no fue River

Sin el nivel de otros partidos, River no la pasó bien en el Arena do Baixada de Curitiba y perdió 1-0 ante Atlético Paranaense en la primera final de la Recopa Sudamericana. A pesar de que prácticamente en todo el partido no estuvo a tono, la exigua diferencia lo mantiene en carrera para dar vuelta la historia el jueves 30 en el Monumental.
Con un campo de juego en condiciones complicadas, el arranque fue vertiginoso. River se mostró con las líneas juntas para ejercer la presión en campo rival, sin embargo Paranaense -conocedor de su cancha- jugó ancho, con sus nombres por afuera con sorpresa. Así, puso en aprietos a los laterales del Millo, principalmente Mayada, con el aporte de Lucho González y sus pases filtrados. El lateral Lody por momentos parecía un delantero más, mientras que Renán se mostró picante.
En ese contexto, River se sintió incómodo porque no tuvo el balón como habitualmente lo hace. Y careció de precisión cuando se aproximó al arco rival. Así, Paranaense vio algunas grietas en defensa y marcó un gol marca registrada: sorpresa por afuera, centro atrás y definición del nueve Marco Ruben. Si bien, el local merodeó con ganas, el equipo del Muñeco quiso enfriar el primer tiempo y acomodar las piezas.
En la segunda parte, River sintió como una carga el partido, una postura extraña para un equipo acostumbrado a someter a sus adversarios. Dispuso de sus chances (entre ellos un remate de Palacios que se desvió), aunque siguió muy lejos de encontrarle la vuelta.
A pesar de los retoques de nombres de Gallardo, el problema continuó siendo el retroceso de De la Cruz. Hubo tiempo para que Armani pueda lucirse con un par de intervenciones (una ante Lodi, otra ante Bruno Guimaraes) y Nikao dispuso de sus ocasiones pero careció de precisión.