“Ese día no podía caminar, fue impresionante, le pegó muy mal”

martes 25 de septiembre de 2018 | 6:00hs.
“Esto es una lección para muchas madres”.
“Esto es una lección para muchas madres”.
Griselda Acuña

Por Griselda Acuña interior@elterritorio.com.ar

“La nena prácticamente está todo el día con nosotros. A mi señora le dolió mucho verla así. Ese día no podía caminar, era impresionante la forma en que le pegó, le pegó muy mal”. La frase corresponde a Domingo Morales (60), el abuelo que denunció a su nuera Analía (23) por haberle pegado con un cinto en las piernas a su nieta de 2 años. Los cintarazos provocaron que la pequeña anduviese renga y adolorida, situación que advirtieron los abuelos y no tardaron en tomar cartas en el asunto.
Al hombre se le humedecen los ojos cuando revive la mirada de su nieta y su paso lento a raíz de las heridas. No dudó en ir hasta las últimas consecuencias. Todo tiene un límite, pensó.
Lo ocurrido sorprendió a la familia y a los vecinos que presenciaron el procedimiento de detención. Los Morales viven desde hace quince años en Villalonga, Garupá. En un departamento resi, y en otro, ubicado en el mismo terreno, apenas separado por una escalera, vive su hijo con su mujer y sus dos niñas, la de 2 años y otra de 1 año.
El Territorio visitó la vivienda familiar en el barrio Villalonga, que fue el escenario de un episodio violento devenido hoy en una causa judicial: la madre detenida mientras los abuelos tienen la guarda temporal de las pequeñas.
“Si tengo que volver a denunciar lo voy a hacer, porque a veces uno deja pasar, deja pasar... y pasan cosas peores. No sólo yo, todos los papás tienen que hacer lo mismo”, señala el hombre al tiempo que comienza a relatar cómo sucedieron los hechos.
El domingo por la mañana, el abuelo se armó de coraje y radicó la denuncia policial contra su propia nuera. Previamente, había ido hasta el barrio Santa Helena, también en Garupá, donde ubicó a su consuegra para contarle lo sucedido. La mujer, tras escucharlo, le dio su consentimiento para que acudiera a la Policía e incluso en horas de la tarde ella misma, se acercó a la Comisaría de Fátima a prestar declaración.
“Si la madre me dice que sí es porque seguro ya sabía que era violenta con las nenas”, deslizó Domingo Morales.
El abuelo de la niña le preguntó a la pareja de su hijo por qué motivo había hecho algo así causándole semejante daño a la pequeña. “Ella no me contestó nada…”
“Yo anteriormente veía cuando le pegaba con la mano, pero esta vez se pasó... les quedó las dos piernas, de los dos lados... impresionante. En las fotos se ve cómo le quedaron; era algo para no quedarse callado...”, aseguró el abuelo.
“Le pegó mal, muy mal, creo que fue un desquite con el marido, pero no tiene nada que ver una cosa con otra”, insistió el dolido abuelo de Garupá.
Las nenas fueron examinadas por el médico de turno, quien diagnosticó que la más pequeña no tiene lesiones, aunque es muy delgada para su edad, y que la mayor posee escoriaciones múltiples en las piernas, por lo que su recuperación demandará al menos 30 días.
Consultado sobre si su accionar le trajo rispideces con su hijo, contó: “Mi hijo no estaba, cuando volvió ya había pasado todo. Él no sabía y se encontró también con la mamá de ella. Esto no se debe hacer. Yo a la denuncia no la pienso retirar, ella sigue detenida”.
“Estamos a disposición del Juzgado. Esto es una lección para muchas madres porque esto no se debe hacer, que la Justicia decida”.


Maltrato infantil en Misiones

En Misiones, las principales víctimas de maltrato son los niños, siendo sus madres las perpetradoras de la violencia. El dato se desprende del Registro de Violencia Doméstica que elabora el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec).
El informe preliminar, al que tuvo acceso El Territorio, contempla el procesamiento de los registros de la Dirección de Violencia Familiar y de Género -Línea 102-, entre 2014 y 2016.
El documento detalla: “Con respecto a las víctimas, el 90,2% son menores y el porcentaje restante se conforma de la siguiente manera: 5,8% sin datos; 2,9% discapacitados; 1,1% madre, padre y otros”.
“En cuanto a los agresores involucrados en las denuncias, en el 47,0% es la madre; el 28,4% el padre; en el 8,4% el padrastro; en el 4,9%, hijo o hija; en el 3,5% la madrastra, entre otros”, establece el trabajo realizado.
Se registraron 885 denuncias, de las cuales el 44,1% corresponde a 2015, el 34,1% a 2016, y el 18,6% a 2014.
Sólo el 3,2% de las denuncias carece de datos respecto a la fecha del registro.
Desde hace un año, el Ipec trabaja en la confección del Registro de Violencia Doméstica, que persigue como objetivo la actualización anual de las cifras para dimensionar la problemática.