Escuelas se afianzan en la cría de cerdos sin estrés

viernes 10 de agosto de 2018 | 3:30hs.
Escuelas se afianzan en la cría de cerdos sin estrés
Escuelas se afianzan en la cría de cerdos sin estrés
Esteban Bueseck

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar


Nacido en China, adoptado por Europa en los 80 y llegado a la Argentina hace más de una década, el sistema de cría de cerdos bajo el método de cama profunda pisa cada vez más fuerte en el país y Misiones no es la excepción. Tal es así que además de los tradicionales productores, las escuelas con formación agraria tomaron la posta en introducir este método y asesorar a los criadores de su zona. De esta manera el engorde del cerdo se da en un ambiente donde tiene espacios para caminar, interactuar con otros de su especie y hasta jugar.
Cada vez más las industrias porcinas de la zona posicionan sus ojos sobre el método que, afirman desde el Inta, puede aumentar en hasta un 40 por ciento la producción.
Uno de los establecimientos educativos que tomó la posta es el Instituto de Enseñanza Agropecuaria 9 (IEA) de Colonia Aurora que adoptó el sistema y forma a sus alumnos bajo esta pedagogía.
“Nosotros logramos firmar un convenio con la Cofra y ellos nos traen los lechones para el engorde”, manifestó el docente Cristian Nickel.
“Desde la empresa nos traen los lechones con 20 o 25 kilos y con los alumnos hacemos el servicio de engorde”, añadió el educador.
Así, la empresa les facilita los alimentos que deben consumir los animales y las medicinas. “Y nos compran por el cerdo terminado, que se va de acá para faena con más de 100 kilos. Eso, además, nos permite a nosotros obtener dividendos para la escuela”, detalló Nickel.
“Con este tipo de engorde, el animal logra un bienestar que de otra manera no obtiene. El cerdo está en contacto con la viruta, que la compramos en aserraderos de la zona, y esto absorbe todas las excreciones, que se limpian día a día. En lo que respecta a los comedores, son automáticos y se les da alimento húmedo”, mostraron a El Territorio en un recorrido por la institución en plena clase.
En el lugar hacen sus formaciones los estudiantes de cuarto año, quienes cursan la materia de Producción Porcina, y una vez egresados esperan volcar sus conocimientos en criaderos de la zona y potenciar las chacras locales.
“Tenemos un plazo de 90 días para la entrega del animal terminado, en ese plazo engordan unos 90 kilogramos y por cada animal a nosotros nos queda un margen aproximado de 280 pesos”, dijeron desde la institución, en la que ya tienen convenios firmados con el Inta, la Caul y la Cuenca Lechera para trabajar en similares planes de intercambio de saberes.
En este instituto, el proyecto funciona desde el año pasado y planifican para este año realizar reformas.
“El objetivo es comprar parideras y mejorar las instalaciones. Ahora estamos con la segunda camada de animales”, resaltaron desde el único criadero escolar habilitado por la Cofra con este método.
“Nos entusiasma porque logramos demostrar en la región que este sistema es mucho más eficiente que otros”, reflejaron. Y anunciaron que trabajan con los alumnos para que lleven y difundan en sus casas -la mayoría son hijos de productores- esos saberes que obtienen en el establecimiento.

Sistema estratégico
Según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), en este tipo de sistemas, el suelo de las instalaciones se recubre con una capa de entre 50 y 60 centímetros de profundidad que puede estar constituida por heno, cascarilla de arroz, hojas de maíz, bagazo de caña de azúcar, paja de trigo o restos de madera. “Esta diversidad facilita la adaptación de la técnica a las diferentes regiones del país”, apunta el organismo.
En ensayos realizados en el predio demostrativo del Inta Marcos Juárez (Córdoba), se observó que los sistemas con cama profunda producen anualmente hasta 19 capones por madre, lo que implica un rendimiento que supera en más de un 40 por ciento el obtenido en los esquemas a campo.
Se remarcó lo estratégico de la cama profunda, ya que disminuye la superficie ganadera y aumenta la posibilidad de alcanzar buenos índices de eficiencia.
“Esto la constituye en una alternativa que reemplaza el confinamiento tradicional, sistema que exige una alta inversión inicial y resulta inalcanzable para los pequeños y medianos productores”, destacaron.