“Es un infierno que podemos evitarle a muchas personas”

sábado 04 de abril de 2020 | 6:00hs.
El misionero tiene 44 años.
El misionero tiene 44 años.
Saxa Stefani Irizar (44) es un misionero nacido en Puerto Iguazú que vive y trabaja hace más de cinco años en Londres, Inglaterra. El psicólogo e investigador es uno de los tantos argentinos que contrajo coronavirus en el exterior.
En un video publicado en la red social Facebook, el hermano del cantante Fausto Rizzani compartió lo vivido al contraer la enfermedad que en ese país tiene cerca de 3.000 muertos y casi 30.000 infectados.
“Soy sobreviviente del Covid-19 y quiero contar mi historia para concientizar a aquellas personas que aún no saben de la gravedad de esta pandemia que estamos sufriendo a nivel global”, comenzó diciendo en el video.
Contó que se enfermó el 11 de marzo presentando síntomas leves como tos seca, un poco de fiebre y diarrea, nada muy diferente a una gripe común. Con el transcurso de los días su situación fue empeorando, su capacidad respiratoria disminuyó al tiempo que la fiebre fue en aumento. “El 21 de marzo mi situación es más grave, tengo que llamar a una ambulancia y me da una temperatura de 39,5 y me llevan al hospital de Londres”, expresó.
Ya en el nosocomio le hacen una placa de tórax y le diagnosticaron una neumonía severa bilateral posiblemente asociada al Covid-19 y luego del hisopado le dio positivo.
“Los primeros días en el hospital fueron de mucha gravedad, tenía riesgo de vida, si bien mi respiración era muy baja alcanzó con una cánula nasal al máximo que son cuatro litros de oxígeno. Lo mío tuvo un desenlace feliz porque gracias al tratamiento y a la fuerza de voluntad pude recuperarme y estoy en casa perfectamente”, especificó.
En su mensaje trató de apelar a la toma de conciencia de quienes aún no dimensionan lo que este nuevo virus puede provocar en las personas.
“Esta enfermedad es extremadamente cruel, si te internan, como fue mi caso, vas a estar solo. Los hospitales se comportan más como una cárcel, tienen que mantener a los pacientes aislados por la propia seguridad y para proteger a los trabajadores sanitarios. La experiencia es más parecida a un encierro que a un tratamiento de salud. He estado en cuatro salas diferentes con otros pacientes y he visto a la gente abandonarse, dejar de luchar y dejar de comer”, señaló.
Y agregó: “Es como estar en un hospital de guerra con gente lamentándose, haciendo sus necesidades directamente en la cama. Es un infierno que podemos evitarle a muchas personas. En esos momentos no hubo silencio ni tranquilidad con lo cual la salud mental también se ve muy afectada”.
El misionero insistió en la recomendación de quedarse en las casas, respetar la cuarentena para de esa manera evitar la propagación de la enfermedad.
“Yo tuve suerte, pude contar con una ambulancia, con una cama, con un tratamiento eficaz, pero a causa de este colapso que está habiendo en tantos países no sé si hoy hubiera podido contar con esos recursos. Sabemos que una gran proporción de la población se va a contagiar pero si nos quedamos en casa dejamos que los verdaderos héroes de este enemigo invisible puedan hacer su trabajo que es cuidarnos y salvar vidas. Por eso quedate en casa, protegé al sistema público de salud y salvá vidas”, cerró.