“Era un hombre bueno y nadie se merece una muerte tan fea”

El homicidio de Andrés Fernández (38), cometido en el barrio Tránsito Pesado de la localidad de Bernardo de Irigoyen cuando intentó intervenir en una pelea de pareja, sigue generando pesar en familiares y cercanos, que no entienden el desenlace. Por el hecho está detenido Antonio Rodríguez, quien fue capturado en Brasil cuando intentaba huir a Florianópolis.
Ayer El Territorio se comunicó con Nancy Merelles, cuñada de la víctima, quien señaló que Fernández casi no frecuentaba la localidad, por lo que se topó con la muerte casi de casualidad, cuando salió a hacer unas compras en un comercio cercano.
“Mi cuñado vivía en San Antonio y este jueves estaba en la casa de la hermana. Estaba trabajando en una construcción y tenía permiso de una semana porque se estaba haciendo tratamiento médico en Eldorado. Ese día él salió a las 4.30 de San Antonio, tomó el colectivo a las 5 hacia Irigoyen. Llegó y se fue a la casa de la novia”, empezó recordando sobre las horas previas al desenlace fatal.
En diálogo con el programa Acá te lo contamos de Radioactiva agregó que después de eso el hombre “salió de la casa de la novia y vino caminando a la casa de mi cuñado, que vive en Tránsito Pesado. Ahí se quedó 15 minutos salió a comprar, dejó teléfono, billetera, todo”.
La mujer señaló que momentos después de que Rodríguez saliera de la casa se vieron móviles policiales en el lugar, pero nunca imaginaron lo que había ocurrido. “Nos avisaron -siguió - recién al otro día a las 7, porque mi cuñado estaba domiciliado en Montecarlo. Entonces no sabían si tenían familiares acá”.
“Él no era de Irigoyen y casi nunca venía por acá”, remarcó.
“Según los vecinos, él pasaba frente a la casa y la mujer estaba pidiendo ayuda. El hombre estaba con un cuchillo y él -por su cuñado- fue hasta allá para calmarlo. Entonces le lanza una puñalada al aire y le corta una mano. La segunda le agarra en el pecho. Hizo diez metros casi saliendo al asfalto y se cae boca abajo. En una secuencia de 20 minutos pasó todo. A una cuadra de la casa de su cuñado”, se lamentó la entrevistada.
“La familia está destrozada, no era un hombre que salía a buscar problemas. Eran las 20, había gente en todos lados. Ayer -por el domingo- pasamos con la abuela toda la noche, ella está medicada desde el día del velorio. Es una noticia que nos cayó como agua fría porque nadie se lo imagina”, agregó a ser consultada por los allegados la víctima fatal.

Antecedentes
Merelles señaló que no conocen a la mujer, pero supieron que el sindicado homicida tiene antecedentes y habría estado varios años preso. Agregó que aún no tienen una versión oficial del hecho, sino que la reconstruyeron en base a los testimonios de los vecinos y las heridas que presentaba Rodríguez.
Mediante esos aportes también pudieron determinar que la mujer que estaba siendo agredida tiene tres hijos, quienes observaron la pelea con el sangriento final. Todos viven en una precaria casa que queda a unos 10 metros de Brasil, por lo que la fuga fue inmediata. “No se llevaron cosas. La Policía tardó 10 minutos en llegar”, detalló.
“Es un barrio de casas pegadas. Pero se ve que siempre peleaban porque nadie se metió. Recién reaccionaron cuando vieron a mi cuñado tirado boca abajo”, se lamentó Merelles. También dejó en claro que su cuñado no conocía a la mujer que estaba siendo agredida, puesto que no frecuentaba ni se relacionaba con nadie más que con su novia y familiares en la localidad.
Añadió que Andrés “estaba enfermo de la columna porque siempre trabajó de albañil. Siempre trabajó, desde chico. No era de salir de joda, volver tarde o tener una pelea con alguien. Hace dos semanas se había operado de un brazo, tenía un quiste que le crecía. Estábamos todos atentos a su salud, era una hombre grande, fuerte, pero no estaba bien de salud”.
“Lo que la familia quiere es que se haga justicia, porque él era un hombre bueno y nadie se merece una muerte tan fea. Ellos quieren justicia y tenemos que ver que va a pasar con la mujer y ver que declaran”, concluyó la mujer.

Detenciones
Tal y como informó oportunamente El Territorio, una vez que se cometió el crimen, tanto el sindicado agresor como la mujer huyeron al país vecino por uno de los tantos pasos no habilitados que ofrece la frontera seca.
El prófugo fue intensamente buscado por los efectivos de la Comisaría y de la División de Investigaciones de la Unidad Regional XII, quienes solicitaron la colaboración a sus colegas de la Policía Militar. Fueron éstos los que lo capturaron justo cuando iba a subirse a un colectivo con destino a Florianópolis el sábado.
Rodríguez fue trasladado otra vez hacia la Argentina, por lo que por lo que permanece en una celda a disposición del Juzgado de Instrucción Dos de Eldorado, que dirige la jueza Nuria Allou.
Por otro lado, la mujer regresó el viernes a la tarde por un paso ilegal y, al ingresar a su casa, los detectives que hacían tareas de vigilancia procedieron a demorarla puesto que podría brindar información precisa sobre qué desencadenó la brutal agresión.