En la previa a su asunción, Alberto advirtió que “va a cambiar el rumbo”

Los empleados de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron el último domingo por la noche a sacar las rejas que dividían la Plaza de Mayo y la separaban de la Casa Rosada, por lo que el lugar quedó totalmente liberado para el tránsito peatonal, tal como lo había pedido el presidente electo, Alberto Fernández.
La asunción del nuevo Ejecutivo nacional será hoy al mediodía y para ello se prevé un gran acto en Plaza de Mayo con la movilización de militantes, sindicalismo y movimientos sociales, además de la ciudadanía en general.
Por ello, fue el mismísimo Alberto Fernández quien le solicitó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que quite el vallado que rodea la plaza para que la gente pueda disfrutar libremente del espacio público y se acerque al acto sin impedimentos.

Protocolo
Alberto Fernández asumirá en el Congreso con el traspaso de mando de parte de Mauricio Macri. Luego, se trasladará hasta la Casa Rosada en su auto privado junto con la vicepresidente electa Cristina Kirchner para la jura de ministros y el saludo a las delegaciones extranjeras.
Por último, dará un discurso en un escenario dispuesto en la Plaza de Mayo. Allí estarán distribuidos los referentes de los movimientos sociales y de los referentes de intendentes y gobernadores del PJ en la Avenida de Mayo, en tanto que Diagonal Sur y Norte fueron dispuestas para las columnas sindicales. Además, la Plaza de Mayo en sí misma fue dispuesta para preservar a los que se movilicen por su cuenta.

Transiciones
Ayer, a un día del traspaso de mano y en medio de los preparativos para el acto en el Congreso y la Casa Rosada, los equipos del gabinete de Fernández iniciaron un intercambio de datos, una transición breve y saludos protocolares con lo funcionarios salientes.
El encuentro más relevante fue el de Martín Guzmán, designado ministro de Economía, que entrada la tarde conversó durante un buen rato con Hernán Lacunza en el Palacio de Hacienda.
“Fue un encuentro valioso. El ministro se puso a disposición y contrastamos puntos de vista sobre la situación de la economía. Tuvimos un diálogo abierto del tipo que necesitamos para unir a la Argentina y ponerla de pie”, aseguró Guzmán, según la información oficial distribuida por el Ministerio de Hacienda.
En el mismo momento, pero unos pisos más arriba, hacían lo propio Guillermo Dietrich, de Transporte, y su sucesor, Mario Meoni, de acuerdo a lo consignado por Infobae.
También Matías Kulfas, flamante ministro de Desarrollo Productivo, y Dante Sica, que deja su cargo en Producción, mantuvieron un encuentro. Enfrente, en Casa Rosada, Vilma Ibarra, que ocupará desde hoy la Secretaría Legal y Técnica, mantuvo un breve encuentro con Pablo Clusellas, que la semana pasada juró como auditor de la ciudad de Buenos Aires.
Lo mismo ocurrió con Patricia Bullrich y Sabina Frederic, que se hará cargo de Seguridad.
A la vez, se realizó una reunión de transición en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Durante casi dos horas mantuvieron un encuentro el actual titular del área, Luis Miguel Etchevehere, y su sucesor, Luis Basterra.

“Riesgo de default”
Alberto Fernández aseguró ayer que “el riesgo de default” de la Argentina “es muy alto” y que el “Estado nacional está impedido de poder pagar en tiempo”.
Así se refirió el presidente electo al estado de situación de la Argentina a horas de su asunción en una extensa entrevista radial en la que no eludió ningún tema.
“Cristina nunca vetó a nadie”, respondió Fernández a la consulta sobre si la electa vicepresidenta se había negado a que Guillermo Nielsen ocupara el Ministerio de Economía, como había trascendido.
Y agregó: “El armado del gabinete fue nombre tras nombre. En algún momento le dije a Cristina qué le parecía tal y en otro momento ella me dijo: ‘¿Qué te parece tal?’”, aseguró el mandatario electo. Y agregó: “Es un gabinete en el que todos tienen vínculo conmigo”.
Así, Alberto volvió en ese sentido a ser muy crítico de la situación económica: “La locomotora que iba directo al precipicio va a parar. Se trata de poner en marcha una economía que está muy, muy lastimada. La primera necesidad es que vuelva a funcionar. El gobierno puso el cepo que puso porque se gastó todos los dólares. Lo que la gente va a advertir es que va a cambiar el rumbo”, subrayó.
“Es una gestión que no ha dejado en pie a nadie. Nadie ha ganado. Los bancos dejaron de ser bancos. Los grandes ganadores son los amigos del Presidente”, abundó.
“Los mercados pensaban que si ganábamos nosotros venía ese populismo chavista del que hablaba Macri. La culpa es de Macri por haber mentido. Nosotros no somos eso. La verdad es que lo único que vieron los mercados es lo que es evidente, que el Estado nacional argentino está impedido de poder pagar en tiempo y forma, y el riesgo de default es muy alto, de hecho Macri lo ha declarado el día que habló del reperfilamiento”, resaltó.