Emociones y planteos en el primer día del nuevo juicio contra María Ovando

martes 22 de septiembre de 2020 | 6:00hs.
Respaldada por colectivos de género y otras organizaciones, Ovando comenzó a ser juzgada en una causa por abuso. La defensa pidió la nulidad del juicio.
Respaldada por colectivos de género y otras organizaciones, Ovando comenzó a ser juzgada en una causa por abuso. La defensa pidió la nulidad del juicio.
Carlos Cardozo

Por Carlos Cardozofojacero@elterritorio.com.ar

Eran cerca de las 8 de la mañana cuando María Ramona Ovando (44) llegó al Tribunal Penal Uno de Eldorado, donde ayer empezó el segundo juicio en su contra, esta vez por los abusos a una hija y una nieta. En el lugar, cuando el sol se acababa de colar por los edificios de la localidad, empezó a hablar con uno de sus abogados, José Luis Fuentes.

Ante las cámaras y periodistas que rápidamente se acercaron, esbozó una tímida sonrisa que apenas se percibió por detrás de su barbijo. Y tras la consulta de El Territorio de cómo se sentía, encogió los hombros y no quiso decir mucho, solamente remarcó que estaba “bien” y que “ya era la hora”, de enfrentar otro enjuiciamiento.

Del otro lado de la calle, a unos 20 metros ya estaban instaladas con pancartas, pegatinas y un parlante con música a todo volumen unas diez manifestantes del Plenario de Trabajadoras, una de las organizaciones que siempre estuvieron a su lado. Una de las militantes se acercó a mostrarle su apoyo, le dijo que no estaba sola y la abrazó.

Fue entonces cuando María abandonó su pose y se derrumbó en llantos. “¿Por qué me hacen esto?”, preguntó varias veces, tapándose los ojos con las dos manos. “Por pobre”, le respondió María Inés Mangueira (45) mientras intentaba contenerla. María se alejó del bullicio de la previa y esperó con los suyos en la esquina. Después que sus consortes Marcos Iván Laurindo (23) y Lucas Sebastián Ferreira (23) ingresaran esposados y custodiados por el Servicio Penitenciario Provincial (SPP), entró junto a sus otros defensores, Roxana Rivas y Eduardo Paredes.

Del ruido ensordecedor de la calle al silencio de la sala de juicio. La prensa pudo ingresar a tomar imágenes por un momento, para luego dar paso a la primera jornada de un debate que no es público debido a los delitos investigados. Sin embargo, la tensión se sentía en todos lados.

Testimonios

Todos vieron y escucharon las Cámaras Gesell de las dos víctimas luego de la presentación realizada por la abuela de las víctimas en 2015, quien se quedó con la custodia de las pequeñas tras una denuncia por malos tratos y abandono de persona hecha previamente contra Ovando, en octubre de 2014. Según el auto elevación a juicio, las víctimas tenían entre 6 y 9 y 5 y 6 años cuando ocurrieron los hechos.

La Gesell es una prueba clave en investigaciones de este tipo. En los testimonios las pequeñas señalan a los acusados como responsables de los ultrajes y se exhibe -a entender de quienes participan en el debate- una comprensión de lo que es una violación, aunque los detalles de su alocución deben preservarse.

Desde las defensas, en tanto, expresan que el procedimiento no cumplió con las exigencias que se requieren y no siguió con los protocolos establecidos. También expresaron que las menores divagaron cuando se les repreguntó sobre cuestiones específicas, dando a entender que fueron inducidas.

“Pudimos confirmar lo que ya se había expuesto en el informe de nuestra perito psicóloga en su momento. Las inconsistencias, las imprecisiones. También algunos puntos que evidencian que las niñas fueron instruidas para dar nombres. Porque acá, independientemente de esta causa que es armada en contra de María, lo que si hay es dos niñas que fueron abusadas”, dijo Roxana Rivas.

En cifras

5

Testigos, sobre un total de los diez que tiene el caso, declararían hoy si continúa el debate. Una de ellos es la denunciante Villa Godoy.


En este sentido las defensas de los tres acusados coinciden en que no hay dudas de lo que sufrieron las pequeñas, que se debe hacer justicia por esos ultrajes, aunque consideran que quienes están sentados en el banquillo de los acusados no son los responsables.

Los pedidos

Lo más destacado en la víspera fueron los pedidos de las partes. El representante del Ministerio Público Fiscal, Federico Rodríguez, solicitó una ampliación de acusación para que los implicados sean juzgados por el delito de corrupción de menores agravado por el vínculo. “Cualquiera que sepa un poquito de derecho sabe que configura el delito de corrupción de menores”, confirmó Rodríguez al salir de la audiencia, aclarando que esto no implica una pena mayor, sino que aumenta el mínimo ante una condena.

A su turno, el defensor oficial Rodrigo Torres Muruat, abogado de Laurino y Ferreira, solicitó la nulidad del proceso, entendiendo que la investigación no determinó cuestiones elementales de cómo y cuándo ocurrieron los hechos, ni tampoco se avanzó sobre hipótesis alternativas u otros sospechosos. Paredes adhirió e incluso señaló que las niñas podrían estar en peligro en estos momentos ya que los verdaderos abusadores no fueron identificados.

“El Tribunal debe resolver los planteos nulificantes que han planteado las partes. Esa falta de acusación cierta que nos indique cuándo pasó, cómo pasó, dónde pasó, eso van a tener que resolverlo. El único resultado posible es la absolución de los tres imputados”, dijo Torres Muruat a este medio una vez que la primera jornada se acabó.

El debate, que está siendo filmado en su integridad, pasó a un cuarto intermedio y en la jornada de hoy se conocerá la decisión de los jueces Atilio León -presidente del Tribunal- , Lyda Gallardo y María Teresa Ramos. De hacer lugar a lo que pidió la defensa, el juicio se habrá acabado y caso contrario se avanzará con la ronda de testimoniales.

Cinco personas están citadas para las 8.30, entre ellos la denunciante, Euvarta Villa Godoy


Las acusaciones contra los imputados

La causa fue investigada por las autoridades del Juzgado de Instrucción Dos de Eldorado, a cargo de la jueza Nuria Allou.

La fiscal Bibiana María Alderice consideró en el requerimiento que Marcos Iván Laurindo (23) habría abusado de la nieta de Ovando -la mayor de las víctimas- en reiteradas ocasiones, mientras que manoseaba sistemáticamente a la otra víctima.

A María Ovando se la acusa de encubrir estos hechos e incluso se describe, mediante testimonios, que en una ocasión golpeó a una de las pequeñas cuando esta quiso contarle de sus padecimientos.

También se describe un caso de violación por parte del tercer acusado, Lucas Sebastián Ferreira (23), en perjuicio de la mayor de las menores.