Eluchans: “Yo me quedé con ganas de jugar”

Guardarse cosas nunca fue su opción. Dentro o fuera de la cancha siempre se manejó de la misma manera. Fue al frente y siempre defendió los intereses de los que tenía a su lado. Por eso cuando la situación no dio para más se alejó de verde césped.

Pero esa no era la manera de retirarse del fútbol. Tras casi dos años alejado del mundo fútbol, como jugador, Juan Eluchans se calzó nuevamente los botines y ahora defiende los colores de Atlético Posadas en la Liga Posadeña.

El campeón con Independiente en 2002 contó porqué se dio su salida de Guaraní, cómo fue la llegada al Decano y también su breve experiencia como DT en las inferiores de Crucero. “Para mi las cosas son blanco o negro”, confesó. Así se define y así se manejó dentro del ambiente de la redonda.

“Yo me quedé con ganas de jugar y había varios conocidos acá (en Atlético Posadas). Se dio por parte de Alan Almirón que me comentó que estaba en el Deca y que había un lindo proyecto. Están ordenados”, contó Eluchans, quien hoy es un referente del conjunto posadeño, que pelea por el título en la Liga Posadeña.

Pero antes de ponerse la casaca del Deca, Eluchans estuvo casi dos años sin jugar. Su último club fue Guaraní, pero las cosas no terminaron bien en Villa Sarita y el, en ese momento capitán franjeado, decidió hacer lo más sano para él y se alejó del fútbol.

“Yo me lesioné feo y no me fui bien con la dirigencia por cómo se dio todo. Me quedé por mis compañeros, porque yo a los seis meses me quería ir, porque hay cosas que como capitán se pueden tolerar y otras que no”, tiró.

“Ver a chicos que cobraban 2.500 pesos, que no tenían ni para ir a entrenar. Juntábamos para darle al utilero y así un montón de cosas. Discutía todas las semanas. Me enteré que cobraban un subsidio (el club) y tampoco hacían el esfuerzo. Yo soy blanco o negro y había cosas que no me gustaban”, agregó Eluchans, al tiempo que aclaró que “me quedé por los chicos, pero el segundo semestre casi no lo jugué por una lesión fea. Nunca me había pasado, pero sé que era más por la cabeza que por la parte física”.

“Cuando uno está renegando todo el día con cuestiones de compañeros se hace difícil, por eso se hizo difícil y me terminé alejando de todo el fútbol casi dos años. Me había quedado con las ganas de estar dentro del campo”, confesó el jugador de 39 años.

Esa salida de Guaraní se dio en un marco nada fácil, con cambio de autoridades y con un equipo que peleaba por mantenerse en el Federal A.

“No sé si me fui por bronca, creo que me fui por impotencia. De ir contra la corriente. Yo les decía a los chicos que dejaran que me putearan a mi, porque sólo nosotros sabíamos lo que pasaba adentro.

Había chicos que no tenían para desayunar y no podía hacer vista gorda a eso”, explicó el tandilense.

“Tampoco tuve feeling con Pico (Salinas), porque había cosas que no me gustaban, como el trato con los chicos o cosas que me decía a mi y después hacía lo contrario. Eso nunca me había pasado con un técnico. Siempre me fui bien de los lugares en los que estuve y fue, quizás, una de las grandes decepciones que tuve después de tantos años”, se lamentó.

En ese momento la mejor elección para Eluchans fue salir del mundo fútbol. “Me alejé de todo para despejar la cabeza. Me dediqué a mi familia al ciento por ciento y lo disfruté mucho y cuando todo se tranquilizó tuve esta oportunidad”.

Es que para un hombre con tantos años dentro de una cancha no es fácil dejar todo de lado y menos irse por la puerta de atrás.

“Cuando le dije a mi señora que quería volver me dijo que me deje de joder”, bromeó. “Me apoyaron, sabía que me había quedado con ganas de retirarme jugando. Le conté todo y le consulté también, porque había empezado mi carrera como DT en las inferiores de Crucero”, comentó el lateral izquierdo hoy convertido en casi delantero.

“Hoy tengo mi cabeza como jugador, pero la experiencia de técnico me gustó mucho. Hay muchos chicos con nivel acá. Si se da la oportunidad de dirigir y hay un proyecto a largo plazo estaré ahí para aportar lo que aprendí durante tantos años dentro de una cancha”, confesó.

Es que apenas se fue de Guaraní surgió la chance de dirigir en las inferiores de Crucero. “Yo llegué por parte de Independiente y después eso se cayó, pero lo pasé muy bien. Aprendí muchísimo, me sirvió mucho”, apuntó Eluchans.

Todavía le queda hilo en el carretel para seguir jugando. Marca la diferencia con su calidad dentro de una cancha. En algún tiempo Juan Eluchans decidirá si sigue su carrera como DT, pero por ahora disfruta de una de sus grandes pasiones: la redonda.