Elaboran medicinas para uso oral y tópico

domingo 24 de marzo de 2019 | 5:00hs.
Elaboran medicinas para uso oral y tópico
Elaboran medicinas para uso oral y tópico
Griselda Acuña

Por Griselda Acuña interior@elterritorio.com.ar

El Ministerio de Salud Pública de la provincia abastece a sus efectores de medicamentos provenientes de diferentes rutas: los elaborados por su propio laboratorio provincial, los recibidos a través de Programas del Ministerio de la Nación o los adquiridos por procesos licitatorios para compensar el faltante de las dos instancias anteriores.  El Laboratorio de Especialidades Medicinales (Lemis) representa una parte fundamental en el engranaje de los medicamentos hasta que llegan a los usuarios. Fue creado en 1991 y desde el año 1997 está instalado en el predio del Hospital Baliña de Posadas.
El Lemis tiene bajo su responsabilidad la compra de insumos, la producción, el control de calidad y la aprobación para uso de los medicamentos que luego llegarán a los centros asistenciales para ser distribuidos de manera gratuita en función de la demanda. La entidad se rige bajo las normativa de la Administración Nacional de Medicamentos. Conforma una red de laboratorio estatales bajo la órbita de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap) creada hace algunos años.
Mercedes Stein, farmacéutica especialista en Desarrollo y Garantía de Calidad de Industrias Bioquímico-Farmacéuticas, directora técnica del  Lemis, señaló en diálogo con El Territorio: “Cada año se producen alrededor de un millón de entre 50 y 60 especialidades medicinales. Los productos están destinados a atención primaria de la salud (medicamentos para diferentes afecciones como antiinflamatorios y analgésicos, antianémicos, antiparasitarios, corticoides, antibióticos, broncodilatadores, antihistamínicos, antitusivos y expectorantes, antieméticos, entre los más demandados). Los medicamentos para el sistema nervioso central (antipsicóticos y anticonvulsivantes) son muy demandados también. Todos son productos que están destinados a la administración oral y tópica. También elaboramos repelente en base a dietiltoluamida. No se produce ningún medicamento en base a fármacos considerados segregados (como hormonas, betalactámicos, oncológicos, por ejemplo), ni productos estériles (como gotas oftálmicas, por ejemplo)”, contó Stein.
“Nuestra infraestructura está limitada a comprimidos, formas líquidas orales y tópicas y cremas”, detalló también la especialista, que destacó la fortaleza del laboratorio en el contexto social complejo que se atraviesa, en tanto hizo hincapié en la necesidad de inversión en recursos.
“Nosotros elaboramos los medicamentos y los tenemos en nuestro depósito hasta su liberación y entrega al distribuidor contratado por el Ministerio de Salud Pública, que los almacena y distribuye según las indicaciones de la Dirección de Farmacia, que es la que recibe los pedidos de los efectores y se encarga de distribuirlos de manera racional”, explicó.
Un proceso completo de producción de un lote de comprimidos, con el equipamiento y recurso humano actual, demanda de tres a cinco días dependiendo del método utilizado.“Si nos referimos a la producción de comprimidos, por ejemplo, trabajamos a través de dos métodos. Uno es la granulación por vía húmeda y el otro es la compresión directa; este segundo método es más sencillo porque requiere la mezcla directa del ingrediente activo (que es el responsable de la acción terapeútica) con los excipientes (que son otros componentes que permiten obtener la matriz que hacen posible que esa fórmula farmacéutica se mantenga estable hasta ser administrada al paciente)”, aseveró la especialista.
El otro método es más laborioso y “consiste en modificar las características de densidad del polvo y requiere de mayor número de operaciones unitarias; la mayoría de los ingredientes activos son sólidos en polvo”.
“Nuestro tamaño máximo de lote es de 200.000 comprimidos, pero para determinados productos se elaboran lotes más pequeños en base a la demanda. En el paracetamol de 500 miligramos, por ejemplo, podemos hacer hasta 15-20 lotes de 60.000 comprimidos por año”, citó Stein. Los analgésicos antiinflamatorios se producen a demanda, sostuvo.
Respecto al control de calidad, indicó que todos los procesos son supervisados y controlados al menos con un doble control; los controles de calidad en todas sus etapas, desde los insumos de partida, productos intermedios y terminados, se hacen en el laboratorio, al finalizar el proceso y después de la supervisión final por los jefe de producción y Control de Calidad, y del director técnico,  con el chequeo completo de la documentación y las certificaciones, se aprueban y liberan los productos.
“Hay muchas provincias que tienen laboratorios estatales. En nuestra región NEA, Corrientes y Formosa lo tienen y no así Chaco. Las características varían, hay algunos laboratorios que son de dependencia de los hospitales, otros son municipales; en nuestro caso somos un laboratorio provincial, que no comercializa sus productos. El Laboratorio LIF, de Santa Fe, por ejemplo, es de alcance nacional, tiene registro de producto y además provee a los programas de la Nación; por ejemplo, la provincia recibió amoxicilina del Laboratorio de Santa Fe adquirida por un Programa de la Nación”, sostuvo y siguió: “En este caso se trata de una Sociedad del Estado y su manejo y funcionamiento es distinto que en nuestro caso”.

Fitomedicamentos
“Como rubro distintivo, somos el único laboratorio estatal que elabora medicamentos herbarios: caléndula en crema, cangorosa  en comprimidos, carqueja en gotas y ambay jarabe. Son cuatro productos del listado”, amplió.
“Cangorosa, ambay y carqueja se elaboran a partir de extractos obtenidos con material de partida de plantas medicinales de nuestra provincia”, precisó y añadió: “La caléndula es antiinflamatoria y cicatrizante. Se utiliza en  grietas de pezón y dermatitis de pañal, para el tratamiento de quemaduras y la cicatrización de determinadas heridas”.