El teatro comunitario como transformador social

viernes 22 de febrero de 2019 | 5:00hs.
El teatro comunitario como transformador social
El teatro comunitario como transformador social
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

Los pasajes más relevantes de la historia de la provincia y de la ciudad se mantienen vivos gracias al trabajo que viene haciendo desde hace casi 20 años -cumple las dos décadas el 24 de marzo-, el grupo de teatro comunitario Murga de la Estación.
Este grupo, llevado adelante por vecinos y para los vecinos, tiene ya un largo camino recorrido que, si bien tuvo decaídas, nunca dejó que los avatares diarios apagaran su pasión.
Es por eso que los murgueros están por estos días invitando a la comunidad a que se sumen al proyecto como músicos o como cantantes, en tanto, los que no se animen a estar frente al público pueden unirse a las diferentes áreas que tiene la murga, como maquillaje, vestuario, plástica, cantina, escenotecnia (luces y sonido) y comunicación (diseño y difusión).
De esta manera, pueden ser parte de los festejos que se harán durante todo el año pero que tendrá su fuerte el 24 de marzo, el día de su aniversario, con un popurrí de todas las obras presentadas hasta el momento así como también un homenaje por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que coincide con la fecha de su creación.
“Estamos muy felices y contentos, también sorprendidos porque van pasando los años y pudimos ver nuestro sueño concretado. Ha sido un espacio por el que pasó mucha gente y está abierto para los que quieran volver”, destacó Silvia Nudelman, una de las integrantes más antiguas.
Por otra parte y, según adelantó su directora, Sara Motta, la murga se prepara para estrenar este año su orquesta comunitaria y al mismo tiempo se encuentra organizando el segundo encuentro de orquestas comunitarias, con fecha a definir.
“Nuestra orquesta, que todavía no tiene nombre pero ya le vamos a encontrar, nace en abril del año pasado a raíz de un taller que vino a dar el grupo Catalinas Sur, del barrio de La Boca de Buenos Aires. Esta orquesta parte de la base de que todos los vecinos pueden tener una habilidad musical pero no se animan a hacerlo y acá uno aprende del otro y entre todos se va construyendo la pieza musical”, contó Sara.

La historia de la ciudad
El grupo de teatro nació en 1999 y funcionaba en un galpón de la ex estación de trenes, ya desaparecida con la construcción de la Costanera, y se mudó una vez más hasta llegar al de Pedro Méndez 2260, donde trabaja actualmente hasta la construcción del prometido galpón propio.
La llegada de los inmigrantes, las misiones jesuíticas, los bailes en el extinto parque Japonés y los cambios sociales y climáticos que ocasionó la construcción de la Costanera y la represa Yacyretá son algunos de los temas que aborda este grupo de vecinos artistas que de alguna manera busca recuperar la historia.
Es así que, desde 1999 hasta hoy, se pusieron sobre el escenario las obras: Misiones, tierra prometida, El herrero y la muerte, El candombe de la Patria Grande, Gran baile, Parque Japonés, Sobre llovido, pescados y además la presentación ininterrumpida de La fiesta de San Juan, que todos los años se renueva y aborda los temas de la actualidad.
Todas las puestas de la murga resultan de un trabajo colectivo, de la puesta en común y el consenso de todas las ideas propuestas, así como de la investigación. “Para Misiones, tierra prometida trabajamos con antropólogos, historiadores y descendientes que nos contaron sus historias. Con Sobre llovido, pescados intentamos contar desde los peces los cambios que se hicieron en la ciudad con la construcción de la costanera, así como nosotros tuvimos que dejar nuestro lugar y ver cómo lo derrumbaban, esto afectó a miles de personas más que tuvieron que dejar sus casas”, rescató Silvia. 

Herramienta de transformación
A lo largo de estos 20 años los murgueros se acercaron a las plazas, a las calles, visitaron los barrios de Posadas y de localidades del interior de la provincia, recorrieron escuelas y llevaron su arte a las cárceles.
“Esto es un proyecto de arte y de transformación social, apuesta a una sociedad más justa, a tratar de ser mejores personas. Tenemos una cultura de compartir y ser generosos en lo que nosotros llamamos un pasamano de saberes. Es como una escuela de vida, de valores, este es el plus del teatro comunitario y lo que me ha enamorado”, resaltó Silvia que se define como una vieja murguera.
Cabe destacar que para participar del grupo nadie es tan joven ni nadie es tan viejo, las puertas están abiertas para todo aquel que quiera formar parte. “Nosotros decimos que somos vecinos actores que elegimos el teatro como forma de comunicarnos”, cerró Silvia.

Una propuesta de Kossa Nostra

En 1999, a partir de una propuesta del grupo de títeres Kossa Nostra y del grupo de Teatro Comunitario Catalinas Sur (La Boca, Buenos Aires), los vecinos de Posadas comenzaron a participar de la creación colectiva de una obra teatral que reflejara con afecto y humor la historia provincial. A partir de la primera reunión realizada el 24 de marzo de 1999, la labor llevada a cabo por quienes se comprometieron con esta experiencia artística de carácter comunitario, les permitió desarrollar una prolífica agenda de trabajo cuyos resultados lograron el reconocimiento de los vecinos de la ciudad y de otras localidades en las que presentaron espectáculos propios. Asimismo, la Murga de la Estación asumió el compromiso de apoyar la formación de grupos de similares características que replicaron su experiencia como es el caso de la Murga del Monte de Oberá, que celebra las dos décadas el año que viene.