El precio de un mismo producto difiere hasta 106% según el local

Incertidumbre. Ese es el panorama más representativo de la economía argentina, que en los últimos días continúa acentuándose. Inflación elevada y devaluación del 25 por ciento son algunas de las características que está dejando agosto, luego del contundente revés electoral que recibió el gobierno nacional. Los efectos de la crisis se agudización y repercutió en las góndolas, cuyos precios se elevaron entre 20 y 30 por ciento.
En el afán de reducir tal impacto, el presidente Mauricio Macri dispuso la eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a una lista de catorce productos de la canasta básica. Pero, a más de una semana de la medida presidencial, la quita del impuesto generó brechas de precios en un mismo producto comparando hipermercados, supermercados y comercios de barrio. Dependiendo del lugar, resulta hasta un 106 por ciento más caro, a partir de un relevamiento que realizó El Territorio.
Tal distorsión provocó que sea inexistente el valor de referencia de precios y acrecentó los niveles de incertidumbre en los supermercados.
Ello generó consecuencias en el consumo. Según publicó la consultora Focus Market, “después de las elecciones, las ventas de alimentos cayeron 8,5 por ciento”.Serán varios los productos que bajarán su caudal de ventas, ante los vaivenes que sufrió la divisa estadounidense en las últimas jornadas. Como consecuencia, referentes de comercios vaticinan un nuevo incremento de precios, que oscilaría el 20 por ciento para los próximos días.

Valores dispares
La búsqueda de precios es un valor que cobra fuerte preponderancia en tiempos de crisis, cuando las opciones más económicas toman el mando. Sin embargo, y según donde sea el punto de compra, los precios de un mismo producto varían.
Los ejemplos son múltiples, pero se siente aún más en los alimentos que constituyen la canasta básica, lo que provocó que los consumidores perdieran los valores de referencia al momento de hacer las compras.
Este matutino indagó en hipermercados, supermercados locales y chinos y contrastó la diferencia de precios que posee un mismo producto, dependiendo del lugar al que se acude.
La mayor diferencia radica en la yerba mate. En el caso de la marca Romance, el paquete de un kilo en un supermercado local se consigue a 99 pesos, en el hipermercado a 119,84 pesos y en el comercio chino, a 204 pesos. Allí la brecha alcanza el 106 por ciento.
Otra de las mercaderías que mayor brecha posee es el aceite. La marca Natura, por 900 mililitros, se vende a 54,20 pesos en un supermercado, mientras que en el hipermercado a 64,50 y en otro, a 98 pesos. La diferencia, en este caso, es del 81 por ciento.
Lo mismo ocurre con el yogur descremado de un litro Ilolay. Los valores oscilan entre 34,90, 45 y 57,50 pesos.
La particularidad radica que en tales productos se aplicó la eliminación del IVA en las últimas jornadas.
De todos los alimentos, el arroz es uno de los que menos brecha exhibe, como ocurre con el de marca Mantulak, que se vende a 33,20 en un supermercado local, a 34,90 en un hipermercado y a 35 pesos en el comercio de barrio. La diferencia representa el 4,29 por ciento.
Los productos de limpieza son los que menos brecha tienen. Para el papel higiénico -en el pack de cuatro unidades de 30 metros de la firma Higienol, los valores varían en un 22 por ciento-. La particularidad es que resulta más barato en el local de barrio y se vende a 98 pesos.
La disparidad de precios tiene varias justificaciones. Según consideró Ismael Ortigoza, presidente de la Cooperativa de Almaceneros de Posadas, “la diferencia de precios ya corresponde a una política de cada comercio”, y analizó que “a veces varios comerciantes se avivan y quieren tener ganancias rápidas, suman 20 pesos de aumento, cuando lo ideal es aplicar subas del 20 por ciento”.
En la misma línea, el empresario supermercadista de Posadas Lucas Kerps expresó que “hay comercios que no tienen la espalda fiscal para sostener las medidas aplicadas por Macri” y que “los grandes perdedores son los comerciantes”, ya que la eliminación del IVA por parte de los proveedores no se discrimina.
A su vez, consideró que varios comercios de barrios y supermercados no aplicaron la medida ante el contexto de incertidumbre que generó la quita del impuesto. “Fue una iniciativa lanzada al azar, sin demasiado estudio. Hay pequeños locales que no pueden afrontar los costos de eliminar el IVA y no tienen la capacidad de aguantar el movimiento impositivo tan brusco, de un día para el otro”, planteó.

Inflación y caída
La medida anunciada por Macri semanas atrás generó más dudas que certezas entre el sector supermercadista, que debió asesorarse previamente para aplicar la eliminación del impuesto en catorce productos básicos.
Al respecto, el economista Damián Di Pace comentó que “se observó que las grandes cadenas de supermercados inmediatamente cambiaron el sistema, mientras que otros locales de menor tamaño tuvieron que adaptarse a la medida ya que les resultó más complicado”.
En diálogo con Acá te lo contamos con Radioactiva afirmó que la quita del IVA “redujo los precios e influirá en el Índice de Precios al Consumidor de agosto, ya que habrá una disminución, pero influirá en la inflación de septiembre”, con valores superiores al 5 por ciento.
Además, contextualizó sobre la caída del 12 por ciento en el consumo en los supermercados y señaló que en agosto las ventas se mantuvieron estable, pero que “los incentivos para fortalecer el bolsillo de los argentinos no llegaron, se sentirán en septiembre, pero quedarán muy desfasados con las consecutivas series devaluadoras”.

Una medida que no fue
Tras las primeras jornadas de corridas cambiarias, que alcanzaron el 25 por ciento en apenas cuatro días, el gobierno nacional intentó poner paños fríos a la situación y anunció una batería de medidas para calmar el fuerte alza de precios y reducir el impacto en los bolsillos de los argentinos. Fue así que se anunció la quita del IVA a un total de catorce alimentos.
Sin embargo, con la incesante inestabilidad financiera, afirman que la quita del IVA influyó poco en la situación y que sería inminente nuevos aumentos.
Al respecto, Ortigoza manifestó que “estábamos contentos con la medida porque era un incentivo para el consumo, pero ahora con la volatilidad del dólar vivimos un panorama de incertidumbre con los precios”.
Agregó que el problema radicó en la suspensión de entrega de varios productos por parte de los proveedores, como fue el caso de la harina que, según el comerciante, no se repartirá por tiempo indeterminado.
También señaló que en los últimos días se produjeron incrementos en los valores de la mercadería en góndola, cuyos precios se encarecieron entre 30 y 50 pesos. Al mismo tiempo, Ortigoza anticipó que la reposición de mercadería en las próximas semanas vendrá con incrementos que oscilarán el 20 por ciento.
En tanto, Kerps expresó que “ya varios proveedores aplicaron subas del 30 por ciento, por encima de lo que fue la devaluación del 25 por ciento”.
Además abogó por la estabilidad cambiaria y opinó que la incertidumbre “termina perjudicando a la gente y el no control al dólar impacta de lleno en las góndolas”.