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El Paraná conoce las raíces litoraleñas

martes 19 de noviembre de 2019 | 6:00hs.
Bofill brilló junto a su hijo recordando viejas melodías chamameceras.
Belén Spaciuk

Por Belén Spaciuksociedad@elterritorio.com.ar

El río Paraná es el único testigo de las 50° ediciones del Festival Nacional de la Música del Litoral. Es que la luna, muchas veces aparecía refulgente, escondiéndose entre las nubes perdiéndose por instantes lo que acontecía en el escenario Alcibíades Alarcón. Pero el río no. El Paraná siempre estuvo, en cada una de las noches. Al igual que el río, la multitud expectante, todos los años se congrega y participa de la gran fiesta litoraleña.
Este año, en el marco de la edición de oro, el cincuentenario contó con una grilla de artistas consagrados, de inigualable talento. Motivo que propició una participación aún mayor de espectadores.
La cuarta antorcha litoraleña fue una de las más convocantes. Al punto que, durante la madrugada del lunes, debieron cerrarse las puertas del Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez por la gran cantidad de asistencia.
Al anfiteatro repleto lo bordeaban multitudes que yacían al costado de las escalinatas que desembocan en la costanera; o los muros que bordean el predio, en los que muchos reposaban, disfrutando de los espectáculos en escena.
El homenaje al barrio Villa Blosset fue una de las tantas postales que dejó esta edición de oro. El anfiteatro aplaudió de pie la nostalgia y melancolía interpretada en el escenario por el grupo de artistas que trabajaron bajo la coordinación de Adela Sosa y Alejandrino Vázquez, pareja de bailarines revelación en el 2018.
Asimismo, otro de los espectáculos que colmó la atención del público fue aquel presentado por el gran Litto Nebbia, junto a Los Núñez en la presentación de Amigos del Litoral. “Es una alegría bárbara tocar con los Núñez. Pico y su hermano son unos marcianos”, contó el reconocido autor de La balsa, en diálogo con El Territorio.
Y continuó respecto al festival: “Por la manera en que tocamos, nos fue bastante difícil elegir los temas debido a la cantidad de estilos que aquí se escuchan y a la cantidad de artistas que participan en el escenario, porque eso recorta el tiempo de actuación. El repertorio siempre fue elegido desde el disfrute porque tocamos lo que queremos y lo que nos hace felices a nosotros y la gente”.
Teresa Parodi, un emblema femenino del folclore argentino fue otra de las artistas que pisó el escenario. Junto a la uruguaya Ana Prada, la autora de Tarumba tuvo que volver al Alcibíades Alarcón una vez terminado su show ya que los espectadores al grito de “Una más, una más”, le pidieron que regrese al escenario para seguir deleitando con su prodigiosa voz.
“Para mí, Misiones es muy importante. Creo que tiene una riqueza cultural extraordinaria que continúa en ebullición. Siempre es maravilloso volver a la provincia”, contó la correntina que vivió varios años en Eldorado y Posadas. “Uno se enamora de la tierra colorada, que se te pega a la ropa, a los zapatos, al corazón mismo y, los festivales de esta calidad son necesarios para la reafirmación de nuestra cultura e identidad, por eso siempre es lindo volver”, continuó.
Los hijos del querido y tan recordado Blas Martínez Riera también participaron de la gran fiesta con el grupo que lleva en homenaje el nombre de su padre. Luego de asistir al acto de revalorización y restauración de uno de los pioneros de la música litoraleña, los hermanos dialogaron con este medio.
“Para nosotros es un orgullo muy grande tocar en este escenario, ante un público tan importante y que tanto recuerda a nuestro padre”, destacaron. “Nos sentimos felices y emocionados de haber seguido su camino”, continuó el grupo que con sus canciones hizo bailar a todo el Anfiteatro.
Fausto Rizzani junto a otros 17 artistas participaron en escena representando al Alto Paraná. “Vinieron conmigo, en un número preparado exclusivamente para el Festival Nacional de la Música del Litoral, artistas de Puerto Piray, Eldorado, Montecarlo, Puerto Libertad, Wanda, Puerto Iguazú y Puerto Esperanza”, contó el artista. Y agregó: “Trajimos canciones nuevas y la gente nos acompañó y las aceptó de manera muy cordial”. “En este escenario siempre se produce una magia especial. Siempre digo que soy hijo de este festival y me siento feliz de participar en esta edición de oro”, dijo Rizzani.
Los Mitá fueron otro de los grupos consagrados en el Festival más esperados de la noche. Junto a las intervenciones humorísticas de El Gurí Molina, que se llevó todas las carcajadas del público, colmaron de alegría el anfiteatro.
“Uno de nuestros mayores logros es que al público les gusta nuestro show. La alegría de saber que ellos están esperando, expectantes, nuestra aparición en el escenario nos llena de satisfacción”, destacó el vocalista de la banda.
Otro de los números más esperados de la noche fue la presentación de Mario Bofill. El artista que convoca a grandes y chicos con sus canciones que atesoran anécdotas en español y guaraní, actuó junto a su hijo Fernando (27), quien seguirá sus pasos en el mundo de la música.
“Hace 60 años trabajo en este rubro y es un honor para mí estar en este festival junto a tantos grandes artistas y sobre todo, junto a toda esta gente que nos sigue y acompaña desde siempre”, expresó el artista a este medio.
Rulo Grabovieski, Ricardo Barchuk, Los Nombradores del Alba, Tolatto Trío, el Ballet Oficial del Festival, Diego Benítez, Ernestito Montiel y otros tantos artistas brillaron en la cuarta antorcha litoraleña.
Es que, como reza la frase “No se puede amar lo que no se conoce”, la edición de oro del Festival Nacional de la Música del Litoral tuvo por finalidad la reafirmación de la cultura litoraleña y la revaloralización de las raíces del Litoral.
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