El papa Francisco reservó una tumba que había sido elegida por Benedicto XVI

jueves 06 de agosto de 2020 | 16:30hs.
El papa Francisco reservó una tumba que había sido elegida por Benedicto XVI
El papa Francisco reservó una tumba que había sido elegida por Benedicto XVI
La tumba del próximo Papa que morirá ya está lista en la cripta de la basilica de San Pedro: recientemente fue instalado un enorme reposo de mármol blanco en las llamadas Cuevas del Vaticano. No tiene ninguna inscripción y está enmarcado por dos columnas con un color rosa pálido. Y anida un problema: allí quieren ser sepultados tanto el Papa actual, Francisco, como el emérito, Benedicto XVI. El actual Sumo Pontífice la reservó pero su antecesor ya la había solicitado, según informó el medio italiano ilmessaggero.

El lugar tiene una historia: albergó los restos de Juan XXIII y luego de Juan Pablo II, que hoy yacen arriba, en la Basílica, junto al altar mayor. Ese dato es el que moviliza el deseo de Jorge Bergoglio y Joseph Ratzinger: ser sepultados en el mismo sitio que los dos pontífices más populares e influyentes del Siglo XX.

Después de León XIII, quien murió en 1903 y fue enterrado en la Archibasílica de San Juan de Letrán, los restos de los ocho papas siguientes fueron colocados en la cripta de la basílica de San Pedro. La tradición señala que las tumbas de los Papas bendecidos -y en ocasiones canonizados- por la Iglesia se llevan al piso principal de la Basílica del Vaticano.

Hoy, las cuevas del Vaticano albergan las tumbas de más de veinte Papas, incluidos Bonifacio VIII, Sixto IV, Benedicto XV, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I.

Preocupación por la salud de Benedicto XVI
Mientras una tumba espera por dos papas, en los últimos días se conoció que Joseph Ratzinger, antecesor a Francisco, tiene un delicado cuadro de salud. A los 93 años, y luego de despedir a su hermano mayor Georg -clérigo y músico- a principios de julio, un profundo herpes facial empezó a minar su salud.

El diario romano “Il Messaggero” publicó este martes un artículo sobre la salud de Ratzinger e indicó que quiere ser sepultado en la tumba que fue elegida también por Francisco.

Sin embargo, el Vaticano dio otra versión sobre el cuadro de Benedicto. "No es especialmente preocupante, aparte de la edad avanzada de un hombre de 93 años que está a punto de superar una fase muy aguda de una enfermedad dolorosa, pero no grave", señaló la oficina de prensa de la Santa Sede, citando como fuente a Georg Gänswein, secretario personal de Ratzinger.