El papá de Candela pidió investigar al entorno íntimo de su ex concubina

sábado 20 de octubre de 2018 | 6:00hs.
Candela estaba embarazada.
Candela estaba embarazada.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

Pablo Correas se angustia. Su voz se entrecorta cuando habla de su hija Candela Agustina Correas De Melo, de 15 años, y la necesidad que tiene de encontrarla cuanto antes. A ella y a su pequeño nieto, que debe tener actualmente alrededor de dos meses. Está desesperado.
Es que cuando la adolescente desapareció después de salir de la casa en la que vivía con su mamá, en San Vicente -el sábado 3 de febrero- estaba embarazada de tres meses.
Desde entonces, nadie supo de su destino y ella jamás se volvió a comunicar, ni siquiera para informar si su hijo nació o dónde. Sus huellas se borraron misteriosamente.
En los ocho meses transcurridos, la búsqueda Pablo no menguó, pero el reciente caso de Sheila en Buenos Aires potenció sus miedos. Esa criatura tenía apenas cinco años menos que su hija, la buscaron algunos días hasta que el jueves la encontraron muerta a manos de sus propios tíos (ver página 26).
Se angustia con solo pensar en la posibilidad de que les haya pasado algo. Por eso no se detiene, aunque a diferencia de los operativos policiales desplegados para encontrar a la niña en el partido bonaerense de San Miguel, él se cansó de golpear puertas sin conseguir respuestas concretas a pesar de la búsqueda inicial en la Capital de la Madera
Ni siquiera se efectivizó el ofrecimiento de una recompensa prometida a nivel provincial, por eso el hombre, que reside en Buenos Aires, regresó la semana pasada a Misiones. En principio, para obtener una serie de documentos judiciales que le permitirán internacionalizar la búsqueda por medio de la Cancillería Argentina.
Pero además pidió que la pesquisa se intensifique en torno a la madre biológica de Candela, de la que se separó hace casi cinco años. Supone que ahí el caso podría clarificarse.
“Pasan los días, los meses y nada sé de mi hija, tampoco de mi nieto, que ya debió haber nacido. Me ocupé personalmente de investigar cada dato que me pasaban y eran todas falacias, por eso, ante la quietud de la búsqueda, decidí solicitar a la Cancillería que se extienda a otros países”, manifestó el hombre a El Territorio.
Dejó en claro que “ella tiene que aparecer porque no había motivos para que se escape de la casa, así como denunció su madre, y prometí que no voy a descansar hasta que pueda saber qué pasó o qué le hicieron”.

“Sabe más de lo que cuenta”
En ese punto, el padre fue mucho más incisivo al sugerir que su ex pareja Nilda Galeano, “sabe más de lo que cuenta”.
Dijo que “muchas cosas de su declaración, pero sobre todo de su actitud durante todo este tiempo, no me cierran. Mi hija desapareció un sábado a la noche, el domingo a la tarde supuestamente mandó mensaje diciendo que se iba a ir con el novio hacia otra provincia y ella alertó a las autoridades recién tres días después. ¿Por qué? Me echa la culpa a mí, pero mi entorno fue investigado y está bien claro que no hicimos nada, por eso deberían profundizar la investigación en torno a la madre. La angustia se agiganta día a día”.
Una tía de la adolescente, Ofelia Correas, opinó en el mismo sentido. “Ella (por Galeano) se enoja cuando le pregunto sobre mi sobrina y creo que la respuesta está ahí, en la madre. Es que nunca se preocupó en salir a buscar a su hija como lo haría cualquier madre desesperada. ¿Tardó tanto tiempo esperando qué?”, se preguntó, respondiendo que “si hubiera denunciado rápido, tal vez el resultado iba a ser distinto, los investigadores tendrían tiempo de actuar rápido, pero recibió un mensaje a las dos de la tarde del domingo y fue a la Policía recién el martes. No cierra ese desinterés”.


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Ausencia .
Hoy se cumplen 259 días sin noticias de Candela. Se supone que a principios de septiembre tuvo a su bebé, aunque no hay registros.