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El hurto de $10 millones que dejó el accionar de una empleada infiel al descubierto

domingo 18 de agosto de 2019 | 6:00hs.
El supuesto tío de la joven cayó en mayo en Virasoro con dinero en efectivo.
Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeleyfojacero@elterritorio.com.ar

Fue uno de los golpes más importantes de los últimos años. Por la magnitud del botín sustraído y por la forma en el que fue obtenido: sin violencia ni armas.
Faltaban apenas tres días para la Navidad del 2017 cuando la abogada posadeña Graciela Beccaluva se llevó la peor de las sorpresas.
Ese día, el 22 de diciembre, había obtenido un dinero que pretendió guardarlo y atesorarlo junto al resto de los ahorros que había logrado recolectar durante toda una vida de trabajo.
Sin embargo, cuando intentó guardar lo recientemente adquirido notó que todo el dinero que tenía ahorrado y protegido en una de las habitaciones de su departamento ubicado sobre las calles Bolívar y 3 de Febrero, en pleno microcentro posadeño, se había esfumado.
De inmediato, la letrada se comunicó con la Policía y al lugar acudieron los efectivos de la Comisaría Primera. Ante los uniformados en turno Beccaluva indicó que le habían sustraído cuatro millones de pesos, monto que aumentó el nivel de alarma.
Sin embargo, la magnitud del golpe todavía no estaba dimensionado por completo. Es que poco después la profesional posadeña profundizó la revisión de sus bienes y constató que en total los delincuentes se habían alzado con la sideral suma de 10 millones de pesos en efectivo, dinero que estaba destinado a una inversión inmobiliaria.
La investigación comenzó. En la vivienda no había ingresos violentados ni ninguna otra característica que suele observarse en escenas de robo, como por ejemplo, habitaciones revueltas o desorden.
Los pesquisas entonces le preguntaron a Beccaluva quiénes habían sido los últimos en estar en el departamento y la letrada casi de inmediato recordó que su empleada doméstica había sido una de ellas.
“Vivo sola y no hago reuniones sociales en mi domicilio. En los últimos días, se habían hecho allí algunos trabajos y esta chica estuvo el jueves haciendo limpieza. Ese día, cuando voy a sumar más dinero a esos ahorros, noto que habían tomado lo que tenía allí guardado. De inmediato, avisé a la Comisaría Primera. Me preguntaron quiénes habían sido los últimos en entrar al departamento”, reconstruyó en ese entonces la letrada en diálogo con los medios de comunicación.
Así fue cómo la pesquisa comenzó a dar sus primeros pasos y la presunta empleada infiel fue la primera en quedar bajo la lupa, aunque luego apareció otro actor con preponderancia en el golpe.
“Yo cité a esta chica a que fuera a casa, con el argumento de pedirle datos a fin de llegar al autor del robo. El tío, que al parecer manejaba su celular, me contestó que ella estaba llegando. Cuando le tuve frente a frente, la interrogué y ella confesó todo. Dijo que ella me venía espiando desde hacía tiempo y sabía que yo guardaba algo bajo llave. Contó que tomó la plata, a pedido de su tío, y que le entregó a él el dinero”, continuó la abogada ante los medios.
La muchacha fue identificada como Alejandra F., de 24 años en ese entonces, en tanto que su presunto tío era un hombre llamado José K. (39). La joven fue detenida por disposición del Juzgado de Instrucción Dos.
Tras la detención, los pesquisas avanzaron hasta una vivienda del barrio Néstor Kirchner, donde la muchacha residía en compañía del otro sospechoso. Allí los investigadores no dieron con dinero en efectivo, pero sí con elementos recientemente adquiridos como muebles y materiales de construcción.
Durante los primeros días de proceso judicial y mientras su presunto familiar continuaba en clandestinidad, la joven optó por abstenerse de declarar ante las autoridades judiciales.
Sin embargo, la implicada sorprendió a todos tiempo después cuando solicitó una ampliación de declaración y en esa instancia brindó una historia completamente diferente. Es que la muchacha se dijo inocente y acusó a una pareja de la letrada como la que planificó y concretó el millonario hurto, aunque esta versión nunca tuvo solidez.
En tanto su tío, sindicado como ideólogo del golpe, desde la clandestinidad solicitó una eximición de prisión que no prosperó y a mediados de enero la Policía lo localizó en Virasoro, Corrientes.
El sujeto fue sorprendido en un hospedaje de la zona tras un seguimiento de los efectivos de la División Robos y Hurtos, dependientes de la Dirección Investigaciones Complejas, en conjunto con pesquisas de la UR VII.
Al ser detenido el hombre tenía consigo un total de 191.000 pesos, además de tarjetas de crédito, constancias de clave bancarias y chips de teléfono, entre otras cosas.
En los días posteriores la Justicia pudo establecer que ambos implicados compraron dos motocicletas en un comercio del microcentro y se estima que ambos rodados fueron adquiridos con dinero del botín, al igual que varios electrodomésticos.
Mediante un arqueo financiero los pesquisas además pudieron rastrear un Renault Clio que también habría sido adquirido por el familiar de la supuesta empleada infiel. El rodado fue localizado en enero de 2018 en Apóstoles.
Al volante del vehículo iba otro sujeto, acompañado de tres mayores y un menor de edad. El hombre quedó demorado en averiguación del hecho, pero lo que los pesquisas indicaron que aparentemente el sospechoso adquiría elementos y los ponía temporalmente en manos de otras personas.
Tras su detención en mayo, el presunto tío de la sindicada infiel y supuesto ideólogo del golpe quedó a disposición del mismo juzgado, pero ambos recuperaron la libertad.
A pesar de ello, la situación del sujeto fue un tanto distinta, ya que escasos meses después volvió a estar presente en las secciones policiales.
Fue en Concepción de la Sierra, donde aparentemente intentó ingresar con fines delictivos a la casa de un anciano. Allí los delincuentes habrían “palanqueado” las vías de ingreso al inmueble y eso despertó al dueño de casa que, de inmediato, pidió ayuda a la Policía.
Los asaltantes abortaron el plan y escaparon hacia un monte lindante, pero fueron capturados. Allí estaba, nuevamente, José K.


En cifras

$190.000

José K. (39), allegado a la supuesta empleada infiel y sindicado ideólogo del golpe, cayó en mayo con 190.000 pesos en su poder.

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